Refugio y vivienda. De qué se trata la nueva campaña solidaria de Santi Maratea

Cada vez más animales con necesidades –comida, medicina, cuidados especiales, un techo y mucho amor– se fueron cruzando en su camino y ella no pudo evitar involucrarse con cada uno de ellos. Fue así que convirtió su propia casa en una para perros y gatos a la que llamó “El refugio de Eli”.

Por mucho tiempo ella junto a su exesposo se encargaron de todo. De sus trabajos, él como mecánico y ella como empleada doméstica, obtenían el dinero justo para vivir y mantener a los rescatados. Lo que pasó después fue que los vecinos y vecinas de Adrogué (Provincia de Buenos Aires) al enterarse de la existencia de este refugio comenzaron a abandonar animales a mansalva en la puerta de la casa de Eli.

Cuatro años atrás alcanzó su punto máximo cuando llegó a tener 100 gatos y 40 perros. Ya no podía mantener a todos sola y fue entonces que conoció a Andrea Silvera quien le ofreció crearle una cuenta de Instagram para construir un puente entre el refugio y la gente, fomentar la adopción, la castración y la participación.

La pandemia de COVID-19 profundizó la crisis que El Refugio de Eli venía arrastrando. La mujer de 48 años, asmática, estuvo sin trabajar durante varios meses primero por las medidas impuestas para evitar la propagación del virus y después por haber estado internada –en grave estado– tras contraer coronavirus. “Los animales empezaron a sufrir la falta de fondos y la delicada salud de Eli. Ellos estaban sufriendo las consecuencias como la falta de alimento y la propagación de enfermedades como parvovirus y gripe felina”, comentó Andrea a Ohlalá quien a través de las redes se contactó con un grupo de rescatistas (las chicas de Raza Callejera) para agilizar la adopción o trasladar a los animales a un lugar más seguro. La manada se redujo a 20 gatos y 4 perros.

El 17 de agosto Eli recibió otro duro golpe. A las 9.30 de la mañana se desató un incendio en la casa que terminó de avivar una urgencia habitacional que venía de antes. “Ella estaba durmiendo en una habitación junto a su nieto cuando llega a visitarlos el hijo y se encuentra la otra habitación en llamas. Él los sacó de la vivienda y junto a la ayuda de los vecinos, en primera instancia, y de Bomberos después, apagaron el fuego”, detalló Andrea Silvera sobre aquella mañana.

Después se supo que el fuego se inició por un cortocircuito, los cables de la casa no resistieron más. “Esto ocasionó que la pared, que ya estaba dañada, se termine de romper y la casa de Eli quede en peligro grave de derrumbe”, explicó la joven de 29 años que maneja las redes sociales del refugio y aclaró que la pared afectada “es el soporte de la casa y no va a resistir mucho más”.

Según pudieron averiguar, construir una casa nueva sobre aquel terreno resulta más económico que salvar la vivienda actual. Después del siniestro se pusieron en campaña para juntar donaciones y vender rifas para edificar un monoambiente para que vivan Eli y su nieto. Según contó Andrea a Ohlalá junto a Maxi, emprendedor de Eden Gatuno, lograron recaudar $60.000, una suma significativa para ellos sin embargo lejos del objetivo final.

Aquí es cuando entra en juego Santi Maratea, el gladiador Gucci, para cambiar el curso de esta historia. “Llegamos por medio de Instagram. Yo publiqué lo que había pasado y la gente que nos sigue se solidarizó en compartir nuestra historia y hacérsela llegar a él”, detalló Silvera. El influencer aceptó el desafío de liderar esta nueva campaña y su idea es hacer de cero la vivienda al estilo “Extreme Makeover” el popular formato televisivo estadounidense que derriba y reconstruye por completo hogares de familia.

Para lograrlo necesita recaudar 10 millones de dólares (en poco más de 24 horas ya recaudó la mitad). Esta es la única manera de que Eli pueda vivir bajo un techo seguro y que pueda volver a rescatar gatitos y perritos de la calle. La influencer “Mami Albañil”, Bernardita Siutti, también está colaborando en la causa para que se haga en el menor tiempo posible y de la mejor manera.

Poco después de iniciada la colecta Santi Maratea, conmovido por la historia de Fabián Maestre el peluquero de La Plata que vive junto a su hija en una casa sin piso y que corta el pelo a cambio de materiales de construcción, pidió juntar 5 millones de pesos más, es decir llegar a 15 millones en total, para hacer un “Extreme Makeover” de dos familias, construir dos casas.