Sabina Sciubba: minirrepo a una de las Brazilian Girls

Nos llevó mucho tiempo hacerlo porque estamos todos viviendo en lugares distintos, y nos juntábamos a grabar cuando teníamos un concierto. Se hizo bastante largo, pero acabamos de masterizarlo, así que ya está terminado, ¡no es mentira!, jaja.

Sí, tratamos de hacer lo que podemos, giras cortas, un par de fechas y no mucho más que unas semanas, por eso hace tanto que no veníamos a la Argentina. Además de que todos vivimos en lugares distintos, ahora también tenemos hijos...

¡Todos! Cada idioma tiene lo suyo, me encantan las pequeñas diferencias entre uno y otro.

Es bastante instintivo, no es una decisión racional, es lo que sale en el momento, lo que se da más natural con la melodía. En inglés, generalmente, lo que me sale tiene un poco de cinismo, un poco más de humor y una cosa algo más... cool, mientras que en francés me sale más bien algo un poco nostálgico... Cada idioma me transporta en una dirección distinta.

Fue algo muy excepcional y puntual, se dio porque soy amiga de Zach (Galifianakis), y él me ofreció un papel en su serie para hacer algo juntos. Ya había trabajado como actriz antes, pero siempre fueron cosas que me cayeron, nunca lo busqué, porque a mí se me hace muy difícil hacer castings, es algo que no soporto, por puro ego. Así que hice estas dos temporadas de Baskets con él. Fue lindísimo.

Estoy trabajando en otro disco solista, en el que toco el piano, es algo más experimental, bastante intelectual y medio una fusión de los 80 y los 90 con el Medioevo.

Pienso que estaría bueno que las mujeres encuentren un poder psicológico sin tratar de entrar en la camisa del hombre. Está bueno que la mujer sea considerada un poco más vulnerable, más frágil, porque, de hecho, aunque nos demos el aire de invencibles, lo somos. Igual, me gustaría que tuviéramos más influencia en la política y en la economía global, porque ahí, desde mi punto de vista, la hegemonía masculina no ha traído cosas positivas.