Salir de tapeo: 7 restaurantes con propuestas de autor

En este famoso local de Palermo se comparten recetas de la cocina vietnamita y son imperdibles los Langos To Tom (langostinos con nidos de vegetales y salsa sweet chilli), el Bao Veggie (pan al vapor con tempura de gírgolas, salsa de tamarindo, mayo de tofu, pickles, cilantro y maní), los Pinchos Chao Ga (pollo a la parrilla con lemongrass y salsa de lima y menta) y los Rolls Banh Cuon (masa de arroz con carne de vacuna desmechada, hongos, salsa nouc cham y echalotes fritos). Un viaje al sudeste asiático sin salir de la ciudad.

En una casona antigua del barrio de Caballito se encuentra un pequeño restaurante que lleva la cocina latinoamericana en el alma. Ronconcon propone pedir muchos platitos, ponerlos en el centro de la mesa y así probar diferentes sabores: tequeños, patacones de langostinos, plátano maduro caramelizado con ricota de cabra, arepas, tacos de pernil y mucho más. La invitación es acompañar el tapeo con una coctelería súper original con opciones con y sin alcohol.

Un lugar para disfrutan de tapas de autor y vinos por copa, tirados directamente del barril. Con un ambiente súper relajado y estética moderna, este restaurante ofrece platitos de alto vuelo gastronómico, como el katsu sando de lomo con mayo-miso y huevos de campo, la butifarra con babaganoush, hojas verdes, zucchini y leche de coco; las mollejitas crocantes con puré, pickles y cracker de limón; y el churrasquito de cerdo cocido a baja temperatura con puré. Para tener en cuenta: de martes a jueves hasta las 20 hs se puede aprovechar un 2×1 en copas de vino.

Para comer de manera inteligente y saludable, el reconocido chef Mauro Massimino creó el restaurante Buenos Aires Verde dedicado a la cocina vegetariana, vegana y raw. La sección de “Platitos” del menú cuenta con opciones como el tiradito de tofu a la plancha con salsa oriental, mayonesa vegana, verdeo, cilantro y salsa teriyaki, acompañado de coleslaw con mostaza raw y cajú tostado; las papas asadas con salsa de tomates, queso fundido y guacamole; y las salchichitas a base de tofu y pimentón ahumado servidas con mostaza y ketchup raw.

En Aldo’s Wine Bar convive la dupla infalible de tapas mediterráneas y más de 300 vinos de pequeños y medianos productores locales. La idea es que el piqueo acompañe, sin opacar, la gran oferta de espumosos, blancos, naranjos, rosados y tintos seleccionados por el sommelier Aldo Graziani. Podés pedir la burrata con caponata, el carpaccio de cuadril sellado con rúcula y queso duro, la clásica tortilla de papas y los hongos con kale, putanesca y puré de alubias, entre otras raciones, tablas de quesos o chacinados y sándwiches con ingredientes nobles.

Si te tienta probar sabores de mar y tierra a las brasas, acompañados de refrescantes cocktails de autor, Amazonia es el lugar. Este restaurante palermitano inspirado en la selva peruana propone platitos como el anticucho de mollejas con salsa de ají panka y chimichurri, el ceviche caliente (con vieiras, chipirones, langostinos, gambas y berberechos), los patacones fritos con tartar de aguacate, lima y cilantro, y la Jalea de Mar con papas que trae mariscos y pesca del día. Su terraza con plantas y luces tenues es el “spot” favorito del lugar.

Pizzas de masa madre al estilo napoletano, empanadas al horno de barro y platitos de impronta marroquí: todo esto se puede picar en Francisca del Fuego junto a cervezas tiradas, cócteles y vinos. Algunas tapas destacadas de este spot en los Arcos del Rosedal son: el plato de hongos portobello salteados con hummus artesanal, pasas de uva, maní tostado, menta fresca y aceite de oliva; el queso halloumi gratinado con sweet chili, pesto de cilantro y granada; y las focaccias crocantes con jamón crudo, relish casero y aceitunas marinadas.