Las 10 mejores tortas del mundo, según un reconocido ranking gastronómico
Estas son las 10 mejores tortas del mundo según la prestigiosa guía gastronómica Taste Atlas. En su ranking recientemente publicado destacó 100 tortas de todo el mundo; entre las 10 primeras se encuentra un postre sudamericano.
19 de agosto de 2024
Las mejores tortas del mundo según la guía gastronómica Taste Altas. - Créditos: Getty Images
La reconocida guía gastronómica Taste Atlas, también identificada como la gran “enciclopedia de sabores”, publicó hace poco la lista de las 100 mejores tortas del planeta. Entre las 10 mejores tenemos una torta que es latinoamericana.
Como ya saben somos fanáticas de los postres y tortas caseras, y te lo contamos en distintas notas como ésta o esta otra, donde resaltamos las recetas originales de expertas talentosas y argentinas.
Sobre la guía Taste Atlas (que se encuentra online), está bueno que sepas que se especializa en seleccionar las comidas típicas y emblemáticas de los distintos rincones del mundo. Al día de hoy lleva catalogado más de 10 mil alimentos y bebidas. En este sitio, que suele retroalimentarse de los consejos y criticas de los comensales junto a distintos profesionales gastronómicos, realiza de manera mensual distintos ranking mundiales que nunca pasan desapercibidos.
Así llegó el ranking “Las 100 mejores tortas del mundo”, en el que se evalúan los sabores tradicionales, los pasteles clásicos y emblemáticos y también los sabores más originales y curiosos.
Las 10 mejores tortas del mundo según Taste Atlas
1. Sernik
Sernik: La receta tradicional incluye una base de bizcocho desmenuzable y puede llevar adiciones como pasas, salsa de chocolate o frutas - Créditos: Getty Images
La tarta de queso tradicional de Polonia llamada sernik tiene varios siglos de historia: En XVII, esta receta se cree que fue introducida por el rey Jan III Sobieski después de la batalla de Viena. Se elabora principalmente con twaróg, un tipo de requesón utilizado en la cocina polaca desde hace varios siglos, al que se le añaden ingredientes como huevos y azúcar, de acuerdo a antiguas tradiciones tanto cristianas como judías.
La receta tradicional incluye una base de bizcocho desmenuzable y puede llevar adiciones como pasas, salsa de chocolate o frutas. En la actualidad, el sernik llega a tu boca en múltiples versiones: algunas que se hornean y otras que no, y entre las propuestas favoritas, sin dudas, se encuentra la torta con cobertura de gelatina y frutas frescas.
2. Kladdkaka
El kladdkaka es un postre icónico en Suecia y elemento primordial durante la fika, la tradicional pausa para café en ese país, donde se celebra la cocina local y los momentos de descanso.
Es un postre reconocido por la intensidad de su sabor. Tiene una textura densa, centro húmedo y con una capa exterior crujiente; se prepara con cacao o chocolate, huevos, mantequilla, azúcar y harina, ingredientes que sabemos, nunca fallan. Y el toque final: se suele acompañar con helado o crema batida.
3. Valašský frgál
También conocido como vdolek, pecák o lopaták, el Valašský frgál es un pastel tradicional de la región de Valaquia en Moravia, al sureste de la República Checa. Se trata de un pastel de unos 30 centímetros de diámetro, redondo, que se hornea hasta que alcanza un color dorado. En la receta tradicional se sirve con una capa de migajas en la parte superior con el objetivo de agregar una textura crujiente y aromática.
Y un dato más que lo hace único es la cobertura: Ocupa entre el 42 y 48 por ciento de su composición total y entre las variedades se incluyen peras secas (las más usada) entre otras frutas, requesón, semillas de amapola, nueces, repollo, colinabo y zanahorias. Cuando está lista la cobertura, se agrega algo más: una superficie espolvoreada con azúcar, canela y migas de pan de jengibre, o bien se puede rociar con mantequilla.
4. Medovik
Medovik: el pastel tradicional de miel originario de Rusia. - Créditos: Getty Images
El exquisito Medovik es un pastel de miel originario de Rusia; se cree que fue preparado por primera vez en la década de 1820 para homenajear a la esposa de Alejandro I de Rusia.
Se compone de varias capas de bizcochos que combinan la textura de la galleta con el dulzor de la miel, unidos por una crema muy suave. Realmente delicioso.
En la receta tradicional, la crema se elabora a partir de crema batida o una mezcla de leche condensada y mantequilla, aunque existen variaciones modernas que incorporan ingredientes como bayas o chocolate. Hay que decir que la incorporación de la leche condensada llegó en la era soviética y más tarde, las versiones modernas se multiplicaron con nuevos sabores, siempre y cuando no se perdiera la esencia del pastel centenario.
5. Torta Caprese
Originaria de la isla de Capri, la torta Caprese, un exquisito pastel italiano que se destaca por ser un postre íntegramente de chocolate negro, almendras molidas, huevos, azúcar y mantequilla, y por no llevar harina. Según cuenta la leyenda, su creación fue producto del error de un cocinero quien olvidó agregar harina a la preparación.
Es ampliamente reconocido por su densa textura e inigualable sabor. El toque final lo otorga la capa de azúcar en polvo, la cual logra realzar su sabor y convertirlo en un postre todavía más irresistible.
Esta torta también suele decorarse con frutas frescas (fresas o frambuesas, en general) y servirse acompañada de una bola de helado de vainilla.
6. Pan de Ló de Ovar
El Pan de Ló de Ovar es un emblemático pastel de Portugal, originario del siglo XVIII y estrechamente vinculado a las tradiciones religiosas y culinarias de los conventos de la época. La documentación más antigua que menciona este bizcocho data de 1781: En el libro Irmandade dos Passos, indica que fue descubierto como un obsequio para los sacerdotes durante las procesiones de Semana Santa.
En la preparación actual se utilizan huevos, azúcar y harina, ingredientes fundamentales para lograr la textura cremosa característica de este pastel portugués. Suee estar presente ferias gastronómicas portuguesas, extendiendo su popularidad más allá de su lugar de origen, en Ovar.
7. Torta Tenerina
La torta Tenerina nació a principios del siglo pasado para homenajear a Elena Petrovich, reina de Montenegro y esposa del rey Vittorio Emanuele III de Italia. Quienes estuvieron a cargo de tan exquisita creación fueron los reposteros de Ferrara, que la bautizaron como “torta tierna”, su traducción, por su suave textura.
Se elabora con cinco ingredientes: chocolate, mantequilla, huevos, azúcar y maicena, sin incluir harina. Tiene una corteza ligera que es semejante al merengue y en su interior encierra un corazón de chocolate intenso y aireado que te conquista enseguida.
8. Tarta de queso al estilo neoyorquino
La tarta de queso al estilo neoyorquino es reconocida por su textura densa y suave. A su vez, se diferencia de otras variantes por un equilibrio entre lo dulce y lo ácido, evitando sabores cítricos o texturas masticables.
Su origen se atribuye a la tienda Junior’s, cuando en la década de 1950 se crea la primera tarta de queso de este estilo.
Los ingredientes estrella son: queso crema, crema espesa, huevos y vainilla, con la opción de agregar crema agria. La base se hace generalmente de bizcocho o de galleta graham triturada, lo que hace una base firme y crujiente.
9. Bolo de brigadeiro
La bola de brigadeiro de origen brasileño es la primera nominación de torta latinoamericana. - Créditos: Getty Images
Llegamos a la primera nominación de torta latinoamericana con el bolo de brigadeiro, un pastel brasileño esencial en celebraciones de cumpleaños y otras fechas especiales. Y riquísimo.
Este clásico dulce de Brasil se hace con leche condensada, crema de leche, margarina, chocolate en polvo, leche entera y maicena, aportando una textura rica y cremosa al pastel.
La estructura del pastel se forma con ingredientes tradicionales como azúcar, mantequilla, aceite, huevos y vainilla, además de harina, cacao, levadura y bicarbonato de sodio. Una vez montado y cubierto con su característico glaseado de brigadeiro, se decora con chispas de chocolate y, ocasionalmente, con bolas de brigadeiro sobre la superficie, añadiendo un toque final decadente a este clásico dulce.
10. Tarta de queso japonesa
La tarta de queso japonesa, tambien llamada soufflé cheesecake o cotton cheesecake, destaca por su textura ligera y aireada.
El origen de este postre típico japonés se le atribuye a Tomotaro Kuzuno, un chef japonés que se inspiró en el käsekuchen alemán durante su estancia en Alemania en los años 60.
La tarta de queso japonesa se elabora a partir de claras de huevo batidas, que a su vez se vuelven a mezclarlas con huevos, leche, azúcar y queso crema, con una cocción que se realiza a baño María dando como resultado un pastel esponjoso y delicado. Por este procedimiento, dicen los expertos que suele ser un postre más esponjoso que las versiones tradicionales de tarta de queso.
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