La UBA comenzó a producir repelente contra el dengue y el zika

Esta propuesta que fue impulsada por la Cátedra de Tecnología Farmacéutica I tiene como objetivo no sólo abordar la problemática del Dengue y el Zika, además lo que busca es generar una opción que pueda resultar accesible a la población.

Por otro lado, cabe destacar que el proceso de producción está liderado por Silvia Lucangioli, profesora titular de Tecnología Farmacéutica I y la secundan sus colegas Oriana Boscolo, Sabrina Flor, Cecilia Dobrecky y la estudiante de doctorado Camila Olivera. Todas estas increíbles profesionales buscaron no sólo que el repelente sea accesible en costos, además que sea efectivo y seguro.

Finalmente, la formula con la que crearon este nuevo repelente está confirmada por un 7% de DEET, alcohol y glicerina. Esto da como resultado un producto que se puede reaplicar cada dos o tres horas. Asimismo, aseguran que el costo de este producto en góndola será mucho más económico que el del resto de los repelentes más conocidos comercialmente.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por el moquito del grupo Aedes en dos variables: Aedes aegypti, el más común, y Aedes albopicus, el menos común. A su vez, estos se distinguen en cuatro serotipos, de manera que la persona puede infectarse por cada uno de ellos.

Si te infectaste de uno, no solo no te protege contra los restantes, sino que si te infectas de otro, hay un riesgo mayor de que la situación se torne grave.

• Eliminar todos los recipientes que no se usan y  que pueden acumular agua

• Dar vuelta todos los recipientes que estén en el exterior y puedan acumular agua cuando llueve

• Cambiar el agua de los bebederos de los animales y colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia

• Verter agua hirviendo en las rejillas y colocarles tela mosquitera

• Utilizar ropa clara que cubra los brazos y piernas, especialmente durante las actividades al aire libre

• Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones

• Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras

• Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales

• Fiebre 

• Dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones

• Náuseas y vómitos

• Cansancio intenso

• Aparición de manchas en la piel

• Picazón y/o sangrado de nariz y encías