Tarot: cómo es tu vínculo con el dinero según tu carta

Por BeatrizLeveratto
Especial para revista Ohlalá! Web

El Tarot es un libro de imágenes móviles que relata los aprendizajes de nuestra vida. Desde los oros, nos enseña cómo nos vinculamos con la materia, cuanto nos permitimos merecer, valorarnos para desarrollar nuestra capacidad de plasmar y obtener rédito por ello. Nos invita a resignificar el vínculo con el dinero, a superar la culpa, el pudor como la codicia y la avaricia para lograr verdaderamente honrar la materia. A descubrir la misteriosa danza entre el merecer y el descontrol entre nuestra capacidad de generar fortuna y de distribuirla.

Cada uno posee un don para generar. ¿Sabemos conectar con ese don? ¿Al generar dinero, lo disfrutamos, le permitimos fluir para crear aún más herramientas? Aunque tenemos recursos para alimentarnos, nos domina el miedo a perder lo propio. Por eso, pretendemos controlar la materia, y paralizamos su correcta fluidez.

Los oros describen también la capacidad de percibir de modo realista y pragmático los eventos de la vida, ayudan a observarnos desde una mirada objetiva. Saber cuándo es tiempo para "llegar a puerto", cuando es el momento para actuar o para permanecer quieto. Se asocian al elemento tierra en astrología, elemento femenino y receptivo.

En el recorrido por los oros adquirimos conciencia para reconocer tiempos oportunos. Habrá estaciones para sembrar, para esperar y otras para cosechar. Enfatizan nuestra capacidad para plasmar y obtener logros. Invitan a significar el poder en las concreciones económicas y generar acciones en la vida, a vincularnos con el dinero como una herramienta que permite hacer, como un logro que permite actuar, gestionar y ayudar. La acción que uno realice con esta herramienta resultará buena o mala, el dinero por sí mismo no es "bueno o malo".

Los oros proponen desarrollar conciencia de climas para aprovechar las oportunidades de cada momento, invitan a desplegar los dones de la observación, la paciencia, la persistencia y la tolerancia. El capricho, el deseo egoico tanto como el miedo o la avaricia serán los peores enemigos para el buen contacto con la generación de materia.

A continuación, elegí con qué estilo te identifica y descubrí como habilitas o inhibís tus posibilidades de materializar

Determinado: encarás tus proyectos económicos con entusiasmo y realismo. Te manejas con astuta prudencia cada vez que comenzás un proyecto laboral. Tenés empuje y pleno contacto con la realidad objetiva, sabés registrar las oportunidades de negocio que la vida muestra más allá de tus fantasías o deseos personales. Sos criterioso para iniciar nuevos proyectos y solés lograr buenos resultados económicos. Tenés cubierto el aspecto monetario en tu vida.

Descubrí donde podes equivocarte: aunque tenés mucha astucia e infinidad de herramientas para generar negocios, sería bueno que investigues que otras cosas te apasionan, más allá de los proyectos laborales y la generación de dinero. Estáte atento a la cantidad de veces que la vida te ha presentado oportunidades para la diversión y el esparcimiento y las desechaste por no considerarlas redituables o lo suficientemente importantes.

Bonachón. Fluido: sos relajado y confiado en lo económico y soles sentir que la vida se presenta generosa y fluida. En general disfrutas y aprovechas del dinero sin culpas. Los cambios laborales no te asustan pues sentís que serán para mejorar. Tenés habilidad para desenvolverte con las novedades de cada momento. Tenés intuición, tacto y diplomacia que mejoran aún más la fluidez de los acontecimientos. Confías en la generosidad de la vida, superando la inercia humana que suele empujar al miedo y a la necesidad de ejercer el control. Te manejas con intuición y calma, tu realidad te parece agradable, acorde a lo que deseas.

Descubrí dónde podés equivocarte: a veces te fías en exceso de tu "buena suerte" y dejas pasar situaciones interesantes para tu expansión laboral o económica. Estás tan confiado en que las cosas se deben dar de manera relajada que tendés a evitar aquello que implica desafíos o esfuerzo inhibiendo o postergando muchas veces tu crecimiento. Excesiva laxitud y relajación pueden terminar debilitando tu capacidad de resolución y tu fortaleza de carácter. Al revés que a la mayoría de las personas, te resultaría conveniente cada tanto proponerte enfrentar algún desafío que implique algo de tensión y animarte a crecer.

Creativo: te gusta embarcarte en proyectos laborales que te permitan ser fiel a vos mismo, necesitas trabajar conectado con tu propio fuego, priorizas la creatividad más allá del rédito económico. Sabés obtener ganancias materiales a través de tu vocación. Te enriquece trabajar en equipo y te gusta compartir proyectos con otros. Tenés un sincero amor a tu trabajo, pues es un ámbito que te permite expresarte desde lo más genuino. Tu mayor talento es saber disfrutar del trabajo y compartir la abundancia de lo generado.

Descubrí dónde podés equivocarte: cada vez que la vida te presiona en temas de subsistencia básica deberás negociar con tus propios ideales y resignificar la excesiva importancia de encontrar goce en lo que realizas. Tu gran desafío será encontrar placer con las posibilidades concretas para generar dinero aunque las elijas desde tu corazón. Ser fiel a tu vocación puede ser causa de muchos de tus problemas. A veces, no resulta fácil reunir placer con trabajo y tendrás que aprender a ser más flexible con tus convicciones. Tu ideología de trabajar siempre desde el goce puede llevarte a continuos tironeos entre lo que pide tu corazón y lo que deberías hacer. Cada tanto habrías de chequear con terceras personas sobre tu tendencia a imponer tu estilo y dogmatismo laboral.

Ambicioso: sos muy bueno para ahorrar dinero tanto como para esforzarte y sostener tus proyectos laborales o profesionales. Tenés el talento de la estabilidad material y una gran capacidad para discriminar prioridades y poner orden en tu vida. Sabes actuar con mesura en lo económico, habilitando extrema responsabilidad sobre lo generado. Te destacas en el talento del ahorro, la perseverancia y la tenacidad. Sos líder y asesor innato en temas de negocios, estabilidad y ahorro, tenés mucha capacidad para ordenar la realidad económica.

Descubrí dónde podés equivocarte: probablemente tenés un excesivo apego a lo logrado que no te permite disfrutar de la vida. Temeroso de perder, sos esclavo de tus logros y te has convertido en tu propio tirano materialista. Tu excesivo control y retención pueden conducirte inclusive a enfermedades o depresiones. Deberías chequear tu imposibilidad para abrirte, confiar y disfrutar, el dinero y el trabajo son tu mayor prisión. Te permitís poco placer en tu vida, lo logros económicos de tu trabajo lejos de conectarte con la abundancia te dejan cada vez más prisionero. Prestá atención a tu actitud de desconfianza y tu excesivo deseo de seguridad material, terminás sofocando lo que más anhelas: el crecimiento económico.

Carente: vivís en crisis, preocupado y tenso por cantidad de temas, pero sobre todo por el económico. Subsistís en eterno conflicto con el dinero, atemorizado y en perpetuo estado de falta y de crisis económica. Solés estar angustiado y sentirte dejado de lado de la abundancia y de lo bueno de la vida. Coexistís con un clima de privación y austeridad, sentís que lo bueno nunca te toca a vos, la abundancia sólo es para los otros. Te sentís exiliado de los placeres de la vida. La mera supervivencia se te hace difícil, dura y hostil, se te dificulta inclusive el simple disfrute de estar vivo, la vida te duele. Desconoces los talentos para materializar o la capacidad para disfrutar del "estar encarnado".

Descubrí dónde podés equivocarte: debés trabajar tu tendencia a hacer identidad en la carencia, cuanto antes reconozcas tu inercia a quedarte en situaciones dolorosas antes podrás superar tu sensación de discapacidad generalizada. Es preciso que registres tu predisposición a acusar a otros sin hacerte cargo de tu propia inoperancia o de tus propias dificultades. Debés trabajar tu apego al sufrimiento y tu predilección por quedar fijado en el rol de víctima. Deberás esforzarte en superar tus dudas, miedos e ideas paranoicas, de abandonos y pérdidas para lograr sentir que mereces. Para desarrollar nuevas formas de generar dinero, el primer paso es desarrollar el permiso internos e "merecer estar bien". Estar mejor internamente dará nuevas respuestas creativas y generadoras en tu vida.

Prospero: te gusta buscar opciones e inventar nuevos negocios. Has comprendido las leyes de la materialización, aunque aún necesitas que alguien habilite la abundancia, solés buscar que otra persona te enseñe a generar o te ayude. Te sentís afortunado por tus vínculos y amistad, habilitas negocios y contactos para tu trabajo y profesión. Sentís la generosidad del destino y tu entorno, sabés aprovechar de las situaciones, tenés amigos y personas que colaboran con la abundancia en tu vida. Te sentís satisfecho y beneficiado. La vida está siendo generosa contigo, estás muy bien conectado.

Descubrí dónde podés equivocarte: aunque sos merecedor de facilidades y ayudas, todavía creés que el principal beneficio te es dado por otros. Tu tendencia a proyectar la abundancia en el entorno, marca tu dificultad para confiar en tu propio mérito. Tu propensión a rodearte de amigos poderosos o de algún benefactor, advierte sobre tu actitud excesivamente cómoda o tu afección a permanecer siendo un eterno subordinado. Los vínculos que generas tienen mayor potencia que vos y sin darte cuenta limitar la conexión con tu propia potencia o inhiben la generación de tus propios proyectos.

Ambicioso: ponés excesiva expectativa en lograr siempre un mayor crecimiento laboral. Tenés máxima energía e intensidad proyectada en tu trabajo. Te movés siempre motivado por un deseo ferviente de obtener logros que, aún, no se han materializado. Tenés desmedidas exigencias y expectativas sobre vos mismo. Vivís en continua fricción entre los tiempos subjetivos personales y los objetivamente posibles, generas máxima distancia entre tus anhelos individualistas y lo que se puede concretar en la realidad. El problema no es lo que sucede, sino las fantasías sobre lo que te "debería"estar sucediendo. Sugiere no frustrarse antes de tiempo, desarrollar tolerancia y paciencia.

Descubrí dónde podés equivocarte: tu avidez por conseguir lo que anhelas en tus tiempos individualistas te hace traducir como fracaso aquello que aún no ha sucedido. Tu ansia y tu codicia limitan tu capacidad de progreso. Deberás aprender a calmarte ya que la realidad no suele responder a tus expectativas individuales y no acciona según la velocidad de tu deseo egoico. Tolerar la espera, aprender a ser más paciente serán tus herramientas para ir superando la sensación de frustración en la que solés vivir. Debés registrar la excesiva presión que ejerces para conseguir lo que, aún, no te es posible obtener y esperar los tiempos de la vida aprendiendo a resignar la voracidad personal. Calmar los apuros de índole personal y desarrollar la capacidad de espera y de observación para reconocer los tiempos de los procesos naturales. Necesitás aprender a combinar dos velocidades de tiempos muy diferentes: las de tu propio deseo y las de la realidad concreta y posible.

Exitoso: sentís que estás en un tiempo de cosecha de los frutos sembrados, has alcanzado lo que deseabas gracias a tu propio esfuerzo, gracias a tu tolerancia y tu capacidad de espera. Estás en un momento de alegría y de plenos reconocimientos por el camino andado. Los logros obtenidos responden tu propio esfuerzo, estás cosechando lo sembrado, lo generado en el pasado hoy toma una forma concreta. Sentís que llegó el tiempo para hacer realidad los proyectos antiguamente postergados.

Descubrí dónde podés equivocarte:: necesitás registrar el cambio de tiempo, has superado una situación laboral dependiente o carente para animarte a abordar un trabajo más maduro o autónomo. Es tiempo de saber valorarte y de no ser pudoroso o humilde en exceso pues deberás aceptar los aplausos externos. Debés prestar mucha atención a no boicotear por no sentirte merecedor de lo que sucede, estar atento a no retirarte o rechazar los reconocimientos por no poder aceptar lo bueno que te ocurre. Prestar especial atención a no privarte de la grata experiencia que te toca vivir por no sentirte merecedor por timidez o exagerada auto exigencia. Debés estar atento a que tu excesiva timidez o humildad no te jueguen en contra y no sepas hacerte valer lo suficiente o te inhibas en expresar lo que sabes.

Sensato: tenés sensatez y madurez en tu trabajo y en tus inversiones, gran capacidad para ser prudente en situaciones de abundancia, posees sabiduría para accionar con cautela en el plano concreto y económico. Sabes sostener una acción firme y realista sin exagerar en las formas ni en las necesidades de logros inmediatos o desmedidos. Te manejás con prudencia en la abundancia, sabés seguir el curso de los proyectos en forma fluida y natural. Tenés sabiduría para actuar "sin prisa, pero sin pausa", sin excesos, pero sin detención, acompañas conscientemente los logros materiales sin confundirse ni agrandarte por ellos. Tenés humildad y sapiencia para generar materia sin extralimitarte. Posees energía de seguridad, auto sostén y prudencia para encarar los proyectos laborales. Estás en un momento de plenitud entre el espíritu y la materia, que te permite disfrutar y cuidar de lo generado.

Descubrí dónde podés equivocarte:: tu gran sabiduría, tu capacidad de introspección e interiorización en la comprensión del misterioso vínculo de lo humano con la generación de recursos, te dejan siempre en una nueva observación de lo logrado. Siempre intentás darle un giro más profundo a tu contacto con la realidad material. Deberás estar atento a que esta observación tan profunda de los logros no exacerbe la dificultad para sentirse merecedor y disfrutar de la vida. Tu tendencia a buscarle otra vuelta a los negocios puede conducirte a un estado de eterna falta. Tu amor a la correcta distribución te hace buscar siempre posibilidades solidarias que aunque maravillosas y sublimes pueden dejarte en un estado de insatisfacción permanente.

Confiado Inversor: te manejás con confianza y fluidez en las naturales leyes del movimiento económico, has adquirido conciencia de las corrientes económicas: cuanto más se da, más se recibe. Tenés gran sabiduría y mucha naturalidad en el manejo del dinero. Conocés y manejas el concepto de la rotación económica. Tenés gran facilidad para la propia generación de materia, trabajas tranquilo, no necesitas obsesionarse con lo adquirido o logrado pues confías en los ciclos de abundancia y aceptas los ciclos de repliegue. Utilizás la riqueza apostando al "todos ganan" alejándote del anhelo de beneficio exclusivamente personal. Conocés la gran ganancia de sentir que se ha producido una mejoría para todos, para crecer no sólo en forma individual, sino para beneficiar al entorno global. Tenés gran capacidad para generar dinero de modo ético y espiritual, compartiendo y colaborando con los que no tienen, dando oportunidades para mejorar y aprender a sostenerse a otros. Has aprendido a trabajar el desapego y lo pones en práctica, has superado el miedo a la carencia.

Descubrí dónde podés equivocarte: aunque has aprendido a trabajar el desapego y lo pones en práctica, es posible que tu entorno se aproveche de tu tendencia a soltar. Aunque has superado el miedo a la carencia, tu ambiente puede no acompañarte y necesitaras esforzarte en comprender cómo enseñarles y convertirte en faro que ayuda al resto a aprender a disfrutar de lo logrado tanto como incentivarlos a animarse a soltar lo generado para pasar a algo nuevo si fuera necesario. Debés estar atento y advertir al resto sobre la dificultad para confiar en la propia sabiduría y ayudarlos a reconocer los ciclos de vida útil de cada situación o de cada vínculo.