Tal como el título lo anticipa, ¡me quedo en París! Para mi sorpresa, me otorgaron la visa de estudios que solicité e incluso por más tiempo del que yo esperaba. Por algún motivo del destino mi tiempo en Francia no debía terminar y esta aventura sigue por lo menos hasta marzo del año que viene.
Empezar de cero sola en otro país es difícil pero es una experiencia increíble. Lográs conocerte mucho más a vos mismo y resolvés situaciones que pensaste que no eras capaz de resolver. Dejás de darle importancia a cosas realmente superfluas y empezás a valorar otras, que quizás antes no valorabas. Crecés enormemente, y abrís tu mente.
Logré encontrar trabajo sin hablar el idioma del país en el que vivo, logré hacerme amigos y tener mi propio departamento. Pude viajar y conocer otras culturas, y ahora voy a tener la posibilidad de estudiar. Si tengo que hacer un balance, es más que positivo el resultado.
Pero en estos meses no todo fue color de rosa, expatriarse es algo difícil y si bien todos desde afuera te ven viviendo en París y piensan que vivís ‘la buena vida’, la realidad es otra. Hay muchos aspectos positivos y muchos otros que no lo son. Alejarme de todo, de mi ciudad, de mis amigos, de mi familia y de todo lo que forma parte de mi vida cotidiana, hizo que muchas veces me sienta sola. Y sí, no tengo problemas para relacionarme con la gente y tuve suerte en generar amistades en poco tiempo, pero no puedo evitar el sentimiento de soledad que surge en ocasiones tales como: mi cumpleaños, Navidad, Año nuevo, y toda fecha especial. En esos momentos me quiero teletransportar a mi país.
Generar verdaderos lazos lleva tiempo, y puedo rodearme de gente con la que me divierto y paso buenos momentos, pero no se comparan a mis amigos de toda la vida con los que comparto una historia y miles de recuerdos.
Quién sabe qué haré después, cuál será mi próximo destino, a qué ciudad o país llamaré casa el día de mañana. Solo sé que hoy estoy en París y voy a aprovechar al máximo esta oportunidad.
Gracias por haberme acompañado en el principio de esta aventura, a quienes me siguieron y se sintieron identificados con mis relatos. A quienes me escribieron e-mails pidiendo consejos o simplemente palabras de aliento. Disfruté mucho de este espacio pero llegó el momento de decirles ¡Hasta pronto! Espero en algún punto haber sido de utilidad para quienes viven o desean vivir la misma experiencia.
Au Revoir,
Juli
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