Las mujeres en la industria cinematográfica: por qué nos preocupa nuestro rol

Si bien es cierto que en los últimos años las diferencias que existen entre los hombres y las mujeres en la industria del entretenimiento han logrado tener una mayor visibilidad, todavía hay un largo camino por recorrer y son muchos los cambios que se tienen que alcanzar. Es que en esta lucha no solo se trata de la igualdad de sueldos de las actrices y de las mujeres que forman parte de los equipos técnicos sino que además se abre el debate sobre las oportunidades y el trabajo sobre las narrativas en el cine y la televisión. Otro de los temas que siempre aparece en el tapete son el tipo de historias a las que se le da espacio, cómo nos representan, si se da lugar a la diversidad y cuál es el trabajo sobre lo femenino, el cuerpo y la sexualidad, y en qué géneros cinematográficos parece que somos excluidas.

Ante este panorama es imposible no celebrar que se realicen películas como Wonder Woman (primera que lleva la historia de esta heroína a la pantalla grande) y que sea Patty Jenkins quien la haya dirigido. Muy difícil no alegrarnos de que en la televisión encontremos personajes femeninos fuertes, emprendedores y diferentes como lo son Issa (Issa Rae) en Insecure, Claire (Caitriona Balfe) en Outlander, Juliana (Alexa Dávalos) en The Man on the High Castle, June (Elisabeth Moss) en The Handmaid's Tale o la mismísima Bart en Dirk Gently’s Holistic Detective Agency, interpretada por Fiona Dourif que hace muy poco declaró que era realmente liberador poder dar vida a un personaje femenino que no estuviese sexualizado. Junto con todo esto, también vemos cómo se diversifican paneles de debate como “Mujeres que patean traseros” en la San Diego Comic Con o “Mujeres en el mundo de la ciencia ficción” y “Mujeres en el mundo de los cómics", ambos celebrados en la última edición de la Nueva York Comic Con.

Por último también es notorio el crecimiento de series que en la producción tienen un enorme equipo de mujeres detrás. Uno de los primeros ejemplos fue Orange is The New Blacky este año volvimos a verlo en Glow en donde nos encontramos no sólo con un gran elenco de mujeres sino también hay un gran equipo femenino de producción a cargo. Cuando hablamos con Liz Flahive y Carly Mensch, showrunners del show, ellas nos contaron del enorme valor que fue poder tener mujeres involucradas en todos los niveles de la producción de la serie y que las directoras que participaron del proyecto alcanzaron más del 60%: "El ambiente de filmación fue realmente amigable con la familiar porque, en todos los equipos, había muchas mamás y eso dio la oportunidad de invitar a que sus hijos también se sumen. Este tipo de cosas son las que cambian un set de filmación porque nos permite lograr que el lugar donde trabajamos y nuestra vida, no sean dos cosas completamente separadas". Pero ambas creadoras estaban interesadas en romper con los mitos sobre qué significa trabajar con un grupo de mujeres: "Si bien esta idea del trabajo en equipo es parte de cualquier historia deportiva, para nosotras era importante en poder romper con la clásica construcción de que en un grupo las mujeres se pelean una con la otra. Y, por el contrario, mostrar el gran trabajo en grupo que todas sabemos que podemos lograr".

Mientras que en Argentina hace mucho tiempo que existe la organización La Mujer y el Cine, lamentablemente el panorama local no es tan diferente del internacional y algunos de los números son preocupantes. Si seguimos el informe realizado en el 2016 por la ONG Un Pastiche en el cine argentino solo hay un personaje femenino por cada 1,7 masculino y es dos veces más probable que las mujeres sean representadas como madres que los masculinos como padres. En tanto desnudez, las mujeres aparecen 15 veces más que los varones en atuendos sexualmente atractivos y 3 veces más en desnudos parciales o totales. Estos números son aún más graves detrás de cámara, un espacio en el que por cada 4,3 varones solo hay una mujer trabajando en el equipo técnico.

Fueron estos mismos números (entre otras tantas cosas) los que motivaron los primeros Encuentros de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales en donde se busca plantear las principales problemáticas y experiencias comunes en un batalla que, como ya vimos, también resulta imperativa en nuestro país: "Hay una bajísima participación de las mujeres en todas las etapas y ramas de la producción audiovisual, en donde también hay diferencias entre ellas" nos contó Mariel Baiardi, productora y parte del equipo de coordinación de los encuentros. "En el total del alumnado de las carreras relacionadas con producción audiovisual, las mujeres representan un 60% pero, en el campo laboral sólo ocupan el 10% del total", sumó Sabrina Farji, directora, guionista y productora.

Y, aunque en el escenario local podemos celebrar logros como el estreno de Zama , la última película escrita y dirigida por Lucrecia Martell, los números son alarmantes tanto en los equipos de producción y jurados, como en los festivales en donde ocupamos un lugar minoritario y donde también existe un enorme recorrido por alcanzar en cuanto la construcción de la mujer.