¿Vos también sufrís de FOMO?

Cuando hablamos de FOMO nos vemos frente a un término desconocido, pero que seguramente alguna vez transitamos, por lo menos, desde la sensación. Se trata de un sentimiento que tiene que ver con la posibilidad de perdernos algo de lo que pasa en nuestro alrededor y de esta manera, nos sentimos excluidos en alguno de los grupos sociales que solemos frecuentar. En la mayoría de los casos, esto ocurre porque a muchos seres humanos les cuesta estar sin hacer nada. "A veces no nos permitimos quedarnos un fin de semana descansando la mente, mirando TV o simplemente tirados en la cama. Y esto se acelera aun más con la inmediatez que exige nuestra sociedad, el querer hacer todo y en lo posible ya", explica la Psicóloga Fabiana Porracín. Y agrega: "Esta patología es un modo de huir de uno mismo, el no querer parar, pensar y encontrarnos con lo que nos pasa".

En los tiempos que corren, los especialistas lo describen como un concepto bastante nuevo en donde el individuo tiene la necesidad permanente de estar conectado (de algún modo, aunque internet y whatsapp es la más usada) con los otros para saber qué están haciendo o qué van a hacer en las próximas horas o días.

- Te genera ansiedad o tenés la necesidad de saber lo que tus amigos o familia están haciendo

- Sentís que tenés menos actividades sociales que los demás, que te estás quedando atrás

- Pasás demasiado tiempo investigando las redes sociales, respondés todos los mensajes o llamados rápidamente. Incluso actualizás tus mails y estados de redes sociales de manera continua.

- Te molesta o te angustia perderte alguna reunión, fiesta o actividad. No querés que se te interpongan y, si podés, vas un rato a cada lugar.

- Te frustra saber que no pudiste ir a una reunión y los demás hablan sobre algo que pasó ese día sin tu presencia.

- Cuando estás de vacaciones sentís la necesidad de saber qué estuvo haciendo tu entorno. (No saber cómo estuvieron esas personas ya que eso es normal, sino TENER REGISTRO DE LAS COSAS QUE hicieron en tu ausencia)

Según un estudio de la agencia de investigación, comunicación y marketing JWT de Nueva York, 3 de cada 10 personas de entre 13 y 34 años han experimentado esta sensación, y generalmente, esto sucede cuando ven que sus amigos hacen cosas a las que no están invitados. Por otro lado, un censo a nivel global realizado por la plataforma de servicios online Mylife.com dio como resultado que el 52% de los 2084 consultados dijo sentirse afectado por esa sensación en algún período del año y que por este motivo decidió reducir las horas de contacto directo con las redes sociales y los smartphones. Y el otro 56% de quienes participaron en el estudio se reconocieron víctimas de este síndrome, confesando que les costaría despegarse del mundo digital para pasar al mundo offline o face to face.

El primer paso es reconocer que tenemos un problema. Más allá de que hoy en día muchos consideran a la nomofobia (no poder desconectarse) como algo normal por el avance de la era digital, es importante tomar distancia, de a poco y no de manera brusca, de aquellas actividades ya sean online o in situ que quizás no son imprescindibles en nuestras vidas. Además, un buen comienzo es empezar a preguntarnos qué cosas nos interesan realmente. " Por no quedarnos sin hacer nada, muchas veces no sabemos qué es lo nos produce placer, hay necesidades emocionales insatisfechas que deben ser resultas mirando nuestro interior", aconseja la terapeuta Alexia González. Y concluye: "Muchas veces tenemos miedo a ser amados o valorados socialmente y empezar a "conectarnos" con lo que nos pasa nos va a ayudar a mejorar las relaciones con los otros seres humanos".

Otros consejos para superarlo:

- Hacer una consulta psicológica.

- Disfrutar el momento que estamos viviendo sin pensar en qué va a venir después.

- Sacar de tu teléfono móvil las redes que no son urgentes o desconectarlas por algunas horas.

Especialistas consultados: Fabiana Porracin Psicóloga y Antropóloga.

Alexia González apgonzalez@gmail.com