Womance: ¿cuáles son las claves de una amistad femenina que te potencia?

¿De dónde surge el término womance? Como seguro te imaginaste, es una mezcla entre “woman” (mujer) y “romance”. Para Google, un womance es una estrecha relación no sexual entre dos (o más) mujeres, una forma de intimidad homosocial, que es la preferencia por sociabilizar con personas del mismo sexo. Pero mejor lo explica Alex Bornstein, la actriz que interpreta a Susie Maierson en la serie The Marvelous Mrs. Maisel, que tan tiernamente representa esta idea con su personaje: “El womance se compone de tres variables: respeto, confianza y la creencia genuina de que la otra persona es brillante”, que sería lo contrario a sentir que el éxito de tu amiga es tu fracaso. Sería el término que le sigue evolutivamente al clásico BFF (best friends forever) de la adolescencia, porque la realidad es que en todas las etapas necesitamos mejores amigas por siempre y tenemos amigas del alma. 

Siempre supimos que el vínculo con otras mujeres era importante, pero a medida que se desgasta la idealización del vínculo de pareja, surge esta idea de que realmente un vínculo de amistad es más estable y hace bien; en la amistad encontramos esa certeza de que hay uno o varios vínculos que nos van a sostener por siempre. El womance, además, tiene otra faceta, y es que plantea que la vida con amigas es suficiente, es decir, que es un amor que cubre lo que venía a dar el amor de pareja, obviamente excluyendo el plano sexual. Asimismo, hay tendencias que hablan de que, al formar pareja, muchas mujeres jóvenes avisan a su nuevo amor que sus amigas vienen primero y que, en los momentos para salir, para vacaciones y durante los fines de semana, van a tener prioridad sus amigas.  

Crecimos con varios mandatos, pero tenemos la suerte de que están siendo cuestionados. El mandato de formar pareja, casarse y tener hijos en determinada edad, entre otros, hoy está siendo reemplazado por la búsqueda de la felicidad y la autenticidad. La amistad, justamente, responde a esto, es un vínculo de gran honestidad y estabilidad, incluso más que en muchas parejas. De hecho, a una amiga la conocés sin la seducción de por medio, entonces, es un vínculo –de entrada– más transparente. Entre amigas, por lo general, hay una mayor aceptación de la vulnerabilidad, de los aspectos más fallidos de una misma y de la otra, y desde ahí se arma un vínculo menos atravesado por la idealización. 

Hay un poco de cada cosa. Algunas personas tienen la suerte de encontrarse desde chiquitas con amigas con las cuales comparten intereses y generan amistades duraderas. Ya sea porque fueron a un colegio con diversidad de personas donde pudieron encontrarse con buenas amigas o porque hicieron algún deporte o fueron a un club. Pero también es una cuestión de personalidad: hay quienes se sienten más cómodas en grupos pequeños o con una única amistad y no necesitan cantidad. Lo bueno es que nunca es tarde. En toda persona que conocemos hay potencialidad de generar una amistad, y durante toda la vida hay oportunidades para hacer amigas. Amigas para tomar un café. Amigas que nunca fallan en hacerte reír. Amigas que saben escuchar. Amigas con las que compartís llantos. Amigas con las que compartís la crianza de tus hijos. Amigas con las que salís al boliche. Amigas con las que compartís alguna pasión. Por suerte, el womance no tiene límites.