Sexo: ¿nos pone de buen humor tener relaciones?
La serotonina, endorfina, dopamina y oxitocina son llamadas hormonas de la felicidad y se activan durante el sexo.
30 de agosto de 2022
¿Tener sexo impacta en nuestro estado de ánimo? - Créditos: Getty.
La serotonina, endorfina, dopamina y oxitocina son llamadas hormonas de la felicidad. La que nos motiva y da ganas de tener un encuentro sexual es la dopamina. La que nos da confianza es la serotonina. Las que produce el orgasmo son la oxitocina, la endorfina y los endocannabinoides, que nos generan placer, analgesia, bienestar, buen humor… y ganas de repetir ese encuentro.
En el libro Que sea mutuo o no sea nada, la psicóloga Paola Broll, detalla en la etapa de la atracción sexual, la primera de un vínculo amoroso, que a medida que empezamos a tener relaciones sexuales sube notoriamente la producción de hormonas, somos blancos de un bombardeo hormonal que fomenta el apego. “Sobe todo, las mujeres, aumentamos la cantidad de encuentros sexuales, no nos alcanza con nada”, dice la autora. “Cuando está más segura la cosa, la libido baja”.
Hay un componente no menor que también se pone en juego: la risa. Cuando nos reímos se liberan dopamina y serotonina, lo que nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo, el sistema inmunológico, a aliviar dolores y es un ansiolítico natural, porque nos hace sentir más livianas, sin tensiones y hasta más atractivas. También liberamos adrenalina, lo que nos ayuda a estar más receptivas y despiertas. Como dijo Marilyn Monroe: ‘Una sonrisa es el mejor maquillaje que cualquier chica puede usar’.
El buen humor seduce
Empecemos por el cortejo. La antropóloga y bióloga estadounidense Helen Fisher, que estudió el amor romántico desde un punto de vista científico durante 30 años, señala que lo primero que hacemos cuando queremos llamar la atención de alguien que nos gusta es usar el cuerpo entero. Y destaca: por ejemplo, emitir una carcajada alegre. Dice que los gestos más simples son adornados y hasta sobreactuados para atraer.
La sexóloga y educadora Analía Pereyra, que organiza shows humorísticos sobre sexualidad con el actor Diego Torres Silvera, sostiene que los humanos tenemos un repertorio de por lo menos 18 sonrisas diferentes. Y la que usamos para conquistar a alguien, en el sentido de intentar un acercamiento sexual, es la sonrisa abierta, la que suele verse como supersonrisa y está acompañada de un ladeo de cabeza, avance del pecho y una mirada penetrante y chispeante, rasgos que suelen ser indicios de deseo sexual.
En todas las razas humanas la expresión de la alegría es la misma y se la reconoce con facilidad. “Aparentemente nacimos para sonreír”, dice Fisher, en su libro Anatomía del amor.
“Así que tal vez sean los ojos -y no el corazón, los genitales o el cerebro- los órganos en los que se inicia la atracción”, expresa Pereyra. “La mirada penetrante es la que con frecuencia provoca la sonrisa en las personas”.
Siempre recomiendan las sexólogas salir del drama cuando hubo encuentros que no fueron lo que esperábamos. Sugieren habilitar la posibilidad de pensar que, si tomamos el sexo como un escenario de disfrute y no como un examen, la vamos a pasar mejor.
El encuentro sexual mediado por la risa suele generar el mejor de los recuerdos. Nos sentimos en confianza y disfrutamos de la persona, somos libres de poder expresarnos y habilitamos la posibilidad de jugar y divertirnos.
“No sé por qué me río cuando hacemos el amor / ¿será que me divierten nuestros esfuerzos / las caras que ponemos, las posturas / la espléndida torpeza con que nos desvestimos?” escribe en un poema Andrés Neuman. “Adoro las cosquillas, las burlas que nos hace lo sublime / la fiesta de saber que somos poca cosa y sin embargo / rozamos con la punta del pie un paraíso”.
Expertas consultadas:
Analía Lilian Pereyra, sexóloga y educadora. IG: @licenciadaanaliapereyra
Denise Regadío, psicóloga y sexóloga. IG: @invasiong
Paola Broll, psicóloga. IG: @pao_mipsicologa
Sandra Magirena, ginecóloga y sexóloga. IG: @consultoriomagirena
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