Masajes faciales: guía de técnicas para tu rutina de skincare

Qué es: se trata de una técnica creada por el ruso Yakov Gershkovich que actúa a nivel estético, emocional, energético y curativo. Fortalece los músculos de la cara y los relaja, por eso se lo conoce como el “bótox natural”. Los masajes se realizan de forma externa y también intraoral, es decir, dentro de la cavidad bucal, razón por la cual muchas personas lo eligen para combatir migrañas, bruxismo y hasta para recuperarse tras una neuralgia del nervio trigémino.

Si se apunta solo a lo estético, el profesional hace hincapié en la zona que el paciente desea mejorar, puede ser el entrecejo, la papada o las mejillas. Ya con la primera sesión la cara luce deshinchada, porque se estimula el drenaje linfático natural, y relajada, como si te hubieras ido una semana al Caribe. Para ver resultados a largo plazo, la práctica debe ser periódica, como pasa con los músculos del cuerpo cuando arrancás el gym; son cambios progresivos, pero intensos. La cantidad de sesiones  varía según el objetivo.

Dónde hacerlo: Estudio Brimhana, a cargo de María Ruibal Gowland (cosmiatra naturista). Queda en Jufré 88, Villa Crespo.

Cuánto: $7000 la sesión.

Más info: @brimhanafacial.

Qué es: esta técnica nació en España y logra reafirmar el rostro y oxigenar la piel, entre otros beneficios. Las maniobras eliminan toxinas y aumentan el riego sanguíneo, por eso también descongestiona bolsas y ojeras. En la primera sesión, se analizan las asimetrías del rostro para ver qué se necesita a fin de lograr el equilibrio, por eso se trabaja primero una mitad de la cara y luego la otra. Se usan solo cuatro maniobras suaves con los dedos índices y medios, sin generar fricción. Primero se prepara la piel con una higiene profunda, luego comienza el masaje por la zona del escote, el cuello y el rostro –incluso en la zona intrabucal– hasta llegar al cuero cabelludo. Recién en esa parte, además de las manos se utiliza un peine de piedra de jade y los ojos se cubren con una mascarilla del mismo material. Para finalizar, se aplican técnicas de relajación profunda. Todo el proceso demanda entre 70 y 90 minutos. Lo ideal es tomar entre 4 y 8 sesiones seguidas y luego realizar un mantenimiento mensual para sostener los resultados a largo plazo. 

Dónde hacerlo: Estudio Any Tambutti. En Belgrano y en San Antonio de Areco.

Cuánto: cada sesión, desde $6000.

Más info: @any_tambutti / www.anytambutti.com.

Qué es: En la medicina ayurveda los masajes forman parte de los hábitos de cuidado y prevención; este método activa los puntos marma, es decir, puntos en los que convergen terminaciones nerviosas, venas, músculos y diferentes tejidos. Al desbloquearlos, se reestablece el equilibrio físico y emocional. Sus movimientos son muy lentos y placenteros y quienes los reciben entran en un estado meditativo. En materia estética, realiza un efecto lifting, aportando luminosidad a la piel, previniendo brotes de acné y líneas de expresión y rejuveneciendo el rostro. También se utiliza la kansa wand, una beauty tool ancestral con mango de madera y una terminación metálica semicircular de metal kansa, una aleación de cobre y estaño. Esta poderosa herramienta equilibra el PH de la piel, ayuda a desintoxicarla y a mejorar su elasticidad. Como se trabaja con aceites apropiados según el dosha, o tendencia energética, de cada persona, los pacientes deben responder un cuestionario antes de la sesión.

Dónde hacerlo: Estudio Evelin Avila. En Palermo. 

Cuánto: $4200 la sesión.

Más info: @evy.pinkskin.

Qué es: Esta terapia de lifting manual lleva la firma de la terapeuta española Yvette Pons y hoy se practica en todo el mundo. El método se basa en cinco pilares: desintoxicar, estimular, despegar, estirar y destensar; un combo de acciones que combaten todos los signos del envejecimiento facial. El abordaje es súper completo, se hacen masajes en todo el rostro, incluso en el cuero cabelludo y en el interior de la boca. Trabajar desde adentro de la cavidad bucal otorga un ángulo desde el cual es más fácil y efectivo desbloquear las tensiones que se acumulan en la mandíbula y, también, atenuar las arrugas del surco nasogeniano y las peribucales (esas que se forman a los costados y arriba de los labios). Otro de sus fuertes reside en su capacidad para desintoxicar la piel porque sus movimientos activan el drenaje de las toxinas, que, al acumularse, impiden una buena oxigenación celular. Se sugiere realizar una sesión semanal durante 1 mes y medio o dos y luego hacer una evaluación para determinar si se requiere alguna extra.

Dónde hacerlo: Estudio Kalita (Romina Seligmann).

Cuánto: $6000 por sesión.

Más info: @kalita_kalita / www.kalita.com.ar.
 

Qué es: seguro escuchaste hablar de la reflexología y por ese mismo motivo la asociás a los pies, pero lo cierto es que también se puede realizar en las manos, las orejas y el rostro. Esta técnica, que deriva de la medicina china, considera que existen puntos en esas zonas que reflejan un determinado órgano; en la nariz, por ejemplo, está el reflejo del páncreas.

Esta terapia tiene un enfoque holístico; se ven mejoras a nivel estético, claro, pero también ayuda a calmar el estrés, aliviar dolores y mejorar el estado anímico en general.

Además, trabaja de forma preventiva, no hace falta esperar a que aparezca un síntoma que invite a iniciar el tratamiento. Se puede combinar con masajes que hagan foco en lo estético. De hecho, si el terapeuta sabe practicar reflexología facial, puede realizar cualquier otro tipo de masaje y recurrir a esta técnica cuando advierte que hay un bloqueo en determinado punto. La duración de las sesiones y el esquema de tratamiento varían según los objetivos de cada paciente.

Dónde hacerlo: Estudio Kalita (Romina Seligmann).

Cuánto: $6000 por sesión.

Más info: @kalita_kalita / www.kalita.com.ar.
 

Qué es: El japanese facelift, o lifting japonés, nace por obra de la dinamarquesa Lone Sorensen, quien combinó diferentes técnicas, como la reflexología facial y el masaje rejuvenecedor Tanaka, así logró obtener lo mejor de dos mundos: tensar los músculos y la piel y, al mismo tiempo, trabajar en el plano emocional y energético. ¿Una curiosidad? Sorensen vivió en nuestro país y viajó a Copahue, Neuquén, donde aprendió técnicas de masaje facial de la comunidad mapuche; estas enseñanzas también se ven reflejadas en su método. El lifting japonés activa la circulación, drena puntos linfáticos, estimula la síntesis de colágeno y elastina y eleva la musculatura facial.

Si bien depende de cada persona, en general los resultados se ven bastante rápido, muchas veces se advierten cambios notorios tras la segunda o tercera sesión. Gracias a la reflexología, logra aliviar tensiones y mejorar el funcionamiento general del organismo. Se recomiendan seis sesiones seguidas una vez por semana. 

Dónde hacerlo: Estudio Kalita (Romina Seligmann).

Cuánto: $5500 por sesión.

Más info: @kalita_kalita / www.kalita.com.ar.