Cómo identificar que estás teniendo un ataque de pánico

Cuando hablamos de un ataque de pánico, nos referimos a un episodio repentino de miedo intenso que tiene como consecuencia físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente. En general duran de 5 a 20 minutos, pero hay personas que los han experimentado por horas enteras. Se calcula que todas las personas sufren entre uno a dos ataques de pánico a lo largo de su vida, y por eso cuando son frecuentes se habla de "trastorno de pánico".

La principal diferencia entre ataque de ansiedad y de pánico es que, mientras que la primera se trata de una sobreestimulación de información que resulta agobiante y eso genera una angustia profunda, en el segundo está presente el miedo a la muerte. De hecho, muchas veces se confunde el ataque de pánico con un ataque cardíaco debido a la similitud de algunos de sus síntomas.

El ataque de pánico sucede porque el cuerpo entra repentinamente en "modo de lucha o huida", es decir, reacciona de manera instintiva a un posible peligro y por ende se inunda de adrenalina (esto acelera nuestra respiración y la frecuencia cardíaca y, al final de cuentas, es lo que causa la mayoría de los síntomas físicos). Todo esto tiene como disparador la sensación de miedo, un miedo movilizante y profundo y que, en las mayorías de los casos, no tiene una causa aparente.

Es fundamental que si sufriste un episodio de ataque de pánico, lo primero que hagas es buscar ayuda profesional. Las terapia cognitivo-conductual han demostrado ser una herramienta clave para el tratamiento de todas las problemáticas de salud mental y, además de ayudar a tratarlas, te habilita a tener herramientas para saber cómo enfrentarlas.

Pero no queda solo ahí, también es clave que hagas un cambio en tu estilo de vida, que sumes a tu rutina actividades recreativas, lúdicas, espacios de esparcimiento y que te permitas tener espacios de relajación y autoconocimiento.