Este es el impacto ambiental de la ropa que descartamos: por qué deberíamos tenerlo en cuenta
La industria de la moda es la segunda más contaminante en todo el mundo, después del petróleo. ¿Cómo están repensando los grandes diseñadores, las marcas y los consumidores de las nuevas generaciones el impacto ambiental de la ropa que usamos?
13 de noviembre de 2023
modasustentable-principal.png - Créditos: Getty
La moda es una industria que ha tenido que adaptarse al nuevo escenario social y ambiental bajo un nuevo paradigma. Hay un nuevo escenario a la hora de consumir, con una premisa a cumplir: la conciencia. Y esto se traduce en un estilo de vida que se refleja directamente en lo que consumimos, usamos, compramos y vivimos. Por otro lado, la ropa cada vez está más cara. Y entonces... ¿Qué hacemos los consumidores en el medio de esta dicotomía? Repensar qué usar, cómo poder sumarnos a estilos de vida más sustentables, tomando conciencia en generar el menor impacto posible, es, sin dudas, el gran desafío de nuestra era.
No estamos diciendo nada muy nuevo: la producción textil contribuye más al cambio climático con los envíos internacionales, consume lagos de agua potable y genera polución química y plástica. Las fibras sintéticas se hallan en lo profundo del mar, en el hielo marino del Ártico, en los peces y en los mariscos. Las marcas más grandes han abusado de los talleres clandestinos a bajos costos, asignando su producción a países con sueldos bajos, poca representación sindical y débil protección ambiental. En muchos países, los pagos y las condiciones que promueven la pobreza son el estándar de los trabajadores que confeccionan las prendas; la mayoría de ellos son mujeres.
“La industria textil contamina en definitiva en toda su trazabilidad, en primer lugar, por los materiales que se utilizan, los tipos de telas. Segundo, el no cumplimiento del Zero Waste; recién ahora están tomando conciencia algunas empresas y están reutilizando los descartes de los cortes. Los tipos de avíos generan mucha contaminación y los tintes que se utilizan son muy contaminantes. Las aguas se siguen contaminando por las curtiembres, pesticidas por la siembra de algodón, los tintes de las telas, etc. El packaging también es otro eslabón que contamina por la cantidad que se utiliza”, explica Alejandra Goury, creadora de Cosecha Vintage y la Asociación de Moda Sostenible.
“Hemos oído y leído mil veces sobre el impacto negativo de la moda en las personas y en el planeta, pero por suerte hoy hay muchos diseñadores que trabajan día a día para minimizar el impacto ambiental y dejar una huella positiva en la sociedad. La gran pregunta es cómo los consumidores podemos darnos cuenta sin caer en lo que se conoce con el nombre de un greenwashing (lavado verde) o socialwashing (lavado social)”, explica Freda Mauricci, creadora de Back in Fashion, consultora de comunicación y sostenibilidad.
¿Qué están haciendo los grandes diseñadores por el planeta?
Si bien los desfiles internacionales volvieron con más fuerza después de la pandemia, con agendas de sustentabilidad, conciencia y educación, también hoy es necesario hacer más para desafiar al sistema. Según datos de la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante en todo el mundo después del petróleo. Los principales problemas durante el desarrollo de estos productos son el consumo y la contaminación del agua, el uso de productos químicos y la acumulación de desechos. Cada año, en la industria textil se utilizan 93.000 millones de metros cúbicos de agua y se tiran al mar anualmente medio millón de toneladas de microfibra, lo equivalente a tres millones de barriles de petróleo.
Cada vez más referentes, embajadores y activistas predican con sus ejemplos comunicando nuevos paradigmas de vida para ser mejores personas para el planeta y para la vida que nos toca vivir. Un claro ejemplo es el Copenhague Fashion Week, una semana de la moda enfocada en principios sustentables como el uso de -al menos- el 50% de materiales sustentables, reciclados o certificados y la presentación de colecciones libres de pieles y sustancias restringidas que dañan el medioambiente.
Otra de las más relevantes es la diseñadora Stella McCartney, una pionera de la sustentabilidad en las pasarelas, con una amplia lista de iniciativas responsables y éticas: no usa pieles animales, ni PVC, ni cuero (solo cuero vegano), trabaja con algodón orgánico, poliéster reciclado, econyl y coreva: un denim con elasticidad hecho a base de plantas.
Otra firma internacional comprometida es Chloé, que en 2020 fue la primera en producir el primer desfile carbono neutral de la historia. La marca también dejó de usar plásticos e introdujo perchas de carbón reciclado en 2019.
Marine Serre, diseñadora francesa, recurre al suprarreciclaje o regeneración como parte de su proceso creativo para la creación y producción. La marca recientemente lanzó videos sobre este proceso que muestran el denim, el cuero, los pañuelos de seda, las sábanas, el crochet y las toallas regenerados y así se manifiesta en ser coherente en todos los procesos que componen la industria.
Guía práctica para ser conscientes a la hora de consumir moda
Es clave informarse y saber que las marcas hoy también entienden que el consumidor necesita información. Para eso es importante, tanto de un lado como del otro, ser transparentes en la comunicación y ser curiosos como consumidores. ¿Algunas preguntas para hacerte antes de comprar?
¿Sé cómo está hecha esta prenda y a quién le estoy comprando?
Freda Mauricci, creadora de Back in Fashion, apunta siempre a que “hoy tenemos la suerte que la información está a un solo clic, podemos leer la composición de la prenda antes de la compra y buscar en la web sobre el impacto de las mismas, ver si hay algún componente reciclado, generar el diálogo con la marca preguntándole qué hacer cuando no la quiera usar más y leer bien el “quiénes somos” en la web de la marca elegida. Que la prenda que elijamos diga más que tendencia”, explica Freda.
¿Puedo conseguir lo que me gusta en un local vintage?
Los locales de ropa vintage hoy ya forman parte del ciclo de vida de una prenda. Mirar lo que los locales de ropa vintage tienen en sus percheros también habla de una tendencia que volverá. Marcas como el Galpón de ropa, Juan Perez, The Vintage Hole, Urban Groupie, ChicBA, Dominika Vintage y Renová tu Vestidor han crecido mucho más en pandemia.
Además de reutilizar y reciclar al darle una segunda oportunidad a las prendas, la moda sustentable promueve un consumo consciente y diferente y que se convirtió en tendencia. De acuerdo con Pinterest, la plataforma de inspiración clave en la industria de la moda, las búsquedas de ropa vintage y sustentable han aumentado recientemente en un %61 más. Además, te dan la opción de generar un estilo único y de menor impacto social y ambiental.
¿Cómo puedo expandir la vida útil de una prenda que ya no uso?
Otra pregunta posible es pensar qué hacer con tu ropa cuando ya no la usás más. ¿La donás, la reciclás o le das la chance de transformarse en otra cosa? Para eso, está bueno investigar sobre muchos proyectos colaborativos, textiles y de upcycling. Por ejemplo, “Enredando” es una red colaborativa que vincula a distintos actores de la industria textil y de la moda a través de proyectos de triple impacto.
“Desde ‘Enredando’, sabemos lo difícil que es trabajar solos, y más si queremos generar un impacto positivo en nuestro entorno, ya sea, ambiental, social o ambos; sin dejar de lado el impacto económico, siendo este fundamental para la sostenibilidad del proyecto y generar un impacto positivo a largo plazo”, resume Karina Fleider, creadora de Enredando y coordinadora de la carrera de diseño de indumentaria en la Universidad de Belgrano.
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