Según los decoradores, estos son los 3 errores más comunes a la hora de ordenar tu casa

Ordenar sin un plan va a hacer que te sientas desbordada, confundida y que no logres terminar. Si estás conviviendo con el desorden hace meses o años, las trampas que hacen que empieces decenas de veces, pero que nunca puedas terminar son: pretender resolver el problema en un fin de semana de un tirón o, contrariamente, a cuenta gotas cuando tenés un rato libre o cuando estás inspirada.

El orden se debe tomar como cualquier otro proyecto de largo plazo de la casa. Tiene un principio y un fin con un conjunto de tareas en el medio que necesitan llevarse a cabo para lograr el tan deseado objetivo de una casa ordenada, serena y disfrutable.

Si bien no es obligatorio descartar para ordenar, todo depende del espacio disponible que tengas. El espacio, grande o pequeño, siempre es limitado. Entonces es importante elegir con qué ocuparlo y liberarlo de cosas que ya no usamos. Es muy común acumular objetos con el tiempo, pero si no los usamos, solamente ocupan espacio y entorpecen la tarea de organización.

Descartar para muchas personas suele ser difícil debido a un apego muy fuerte al pasado, o a un temor al futuro. Evitá enfocarte en ideas que remiten a la culpa, la obligación o al miedo; como, por ejemplo: “me lo regalaron”, “me salió carísimo” o “algún día lo puedo necesitar”.

En cambio, intentá preguntarte si tus pertenencias te acercan a ser más feliz aportando positivamente al tipo de vida que querés vivir hoy. Preguntate, por ejemplo: ¿Este objeto encaja con la visión que tengo de mi hogar ideal? ¿Esta ropa me ayuda a transmitir la imagen que quiero comunicar? ¿Me hace sentir bien cuando lo veo o cuando lo uso? De este modo podés enfocarte en las cosas que vas a elegir para guardar ordenadamente en tus espacios y podés dejar ir sin tanto problema lo que no entra.

Muchas veces se confunde ordenar con poner todas las pertenencias en atractivos contenedores. Esto puede lograr un orden visual y temporario, pero no es sostenible en el tiempo. Porque las cosas se escondieron, no se ordenaron ni se organizaron de un modo que sea funcional al uso cotidiano.

Adquirir lindos contenedores primero, antes de empezar a ordenar es el tercer error común que se comete al ordenar. Comprar sin saber con certeza que es lo que se va a guardar o sin tomar las medidas del espacio, resulta en un desperdicio de tiempo y dinero. Además, suma objetos que se acumulan en la casa sin una función clara, es decir más desorden.

 

Es mejor dejar la decisión de cómo y dónde se van a guardar las cosas para el final. Una vez que ya hiciste todo el proceso de elección y descarte y sabés con claridad que es lo que tenés que guardar. Esto te va a permitir decidir si necesitás productos organizadores para aprovechar mejor tus espacios de guardado, en ese caso es fundamental que tomes bien las medidas antes de comprarlos.

Evitando estos tres errores podés conquistar de una vez por todas la tarea de poner en orden tu hogar y disfrutar de sus beneficios. ¡Éxitos!