“Decoración consciente”: qué es y cómo la incorporó Laurita Fernández en su casa

Laurita contrató un estudio especializado para decorar su casa bajo los principios de la “decoración consciente”, un enfoque que promueve la elección de materiales y productos sostenibles, respetuosos con el medio ambiente y orientados al bienestar de sus habitantes.

Ubicada en un barrio privado de Pilar, su vivienda se destaca por el predominio de colores claros y neutros.

Uno de los rincones favoritos de Laurita es una mesa de madera rústica acompañada por un espejo ovalado, que compartió en sus redes sociales. Este espacio, bañado por luz natural gracias a su ubicación cercana a una ventana, refleja la importancia de la iluminación en todo el hogar.

En la suite principal, con un amplio vestidor, los pisos de madera y las mantas de lana blanca crean un ambiente acogedor. Las cortinas de algodón en tonos crudos complementan el diseño armónico.

El living, otro espacio destacado, combina muebles de formas irregulares y decoraciones de madera curada que aportan modernidad. Los textiles en tonos blancos y crudos se integran con una pared de piedras que domina la sala, mientras un ventanal ofrece vistas al parque.

En su galería, Laurita también muestra detalles funcionales acorde al estilo de deco consciente, como un ventilador de techo ideal para el verano.

Laurita y Peluca comenzaron su relación en un momento de transición para la conductora, tras la pérdida de su abuela y en medio de cambios laborales. Así se lo contó a OHLALÁ!: “Me llamó para reemplazar a Guido Kaczka en El Trece. Lo conocía de antes y lo prejuzgué, pero cuando lo vi con su nuevo look, me pareció re canchero”, recordó Laurita. Después de superar algunas diferencias iniciales en el trabajo, descubrieron que compartían un humor similar y empezaron a conectar.

La convivencia fue un gran paso para Laurita, quien admite haber sido muy solitaria. “Lo que más me copó es que cuando el silencio entre dos no incomoda, está todo bien. Nos complementamos: él cocina, yo no; yo arreglo las lamparitas, él no. Nos organizamos rápidamente, y aunque temía sentirme ahogada después de tantos años sola, por suerte no pasó”, concluyó.