El método de Marie Kondo para ordenar tu escritorio: 4 claves infalibles que te darán felicidad

Una de las primeras reglas del método de Marie Kondo es “imaginar tu estilo de vida ideal”, lo cual ayuda a tener una visión y un propósito claro antes de empezar a ordenar.

En el caso de un espacio de trabajo, tomarse un momento para reflexionar sobre cómo queremos que se vea y se sienta luego de ser ordenado es especialmente valioso. Te va a permitir lograr, a partir del orden, un espacio de trabajo que esté en sintonía con tus objetivos laborales y que te ayude a cumplirlos.

Sacá todo de los cajones y estanterías y colocalo sobre tu escritorio. Agrupá por categorías y comenzá a revisar objeto por objeto.

Fijate que es lo que realmente necesitás o te provoca mucho placer tener y el resto descartalo. Prestá especial atención a todo aquello que pueda representar distracciones. Nuestra mente se distrae con mucha más facilidad en un espacio con mucha carga visual y desorden, entonces liberar y minimizar los objetos va a favorecer tu concentración.

En un espacio de trabajo abundan los papeles dado que se acumulan con gran facilidad. Recordá que la regla de oro al ordenar los papeles es “tirar todo”.

Una vez que elegiste que es lo que te vas a quedar, establecé un lugar para cada cosa teniendo en cuenta de ubicar los artículos similares en el mismo lugar. Además, poné especial atención en guardar las cosas de forma que sea fácil encontrarlas y usarlas. Tener los elementos de uso frecuente a mano te va a ayudar a maximizar tu productividad.

Algunos consejos:

- En los cajones, evitá hacer pilas que no te permitan ver lo que está abajo.

- Usá cajitas y organizadores de cajones para contener objetos pequeños y evitar que se dispersen con el movimiento del cajón.

- Ubicá los papeles en archivadores verticales.

- Mantené la superficie de tu escritorio lo más despejada posible.

- Al terminar el día guardá todo en su lugar asignado.

Colocá algún objeto que te despierte alegría, puede ser un pequeño adorno o una planta o un florero con flores. Tener una rica fragancia también te va a ayudar a sentirte más a gusto y a enfocarte más en la tarea.

Algunas sugerencias que te pueden ayudar:

- En cuanto a los adornos optá por un enfoque minimalista. Menos es más para favorecer tu concentración.

- Priorizá la luz natural y las plantas. Ambas tienen un impacto muy positivo en tu estado de ánimo.

- Optá por colores suaves y relajantes. Los tonos como el azul, el verde o el beige pueden crean una sensación de serenidad que te ayuda a reducir el estrés.

En definitiva, ordenar tu espacio de trabajo y transformarlo en un entorno sereno y agradable te ayudará a hacer tus tareas con más alegría y productividad. Recordá que tu espacio de trabajo ordenado debe ser un reflejo de vos misma y debe inspirarte a lograr tus objetivos con entusiasmo y serenidad.