La decoradora Cat Courreges remodeló una casa antigua en Pilar: ideas para inspirarte

 

Y en esta remodelación y refresh de la casa se ve la impronta alegre y colorida de Cat Courreges (@catcourreges), que es ambientadora de eventos, wedding decorator, influencer de lifestyle y mamá a tiempo completo de Azucena y Aurora. Cat nos recibe con su beba en brazos y  nos abre las puertas de su hogar.

En la casa se respira buen gusto y autenticidad: “Tratamos de darle mucho aire fresco, apostamos al color en cada ambiente. Para mí, el color es vida, felicidad, armonía. Hay gente que siente paz en blancos, en cambio, yo me siento en paz entre los colores, me dan mucha alegría, me parece que una casa con colores es una casa feliz”. Cada espacio está lleno de recuerdos familiares significativos; para ella, la casa es un regalo para quien la habita, y esa idea se percibe al instante. 

Cat es una apasionada del interiorismo y su experiencia en armar espacios memorables también la aplica a su nueva casa en este barrio cerrado de Pilar. Ella y su familia están mucho en su hogar, lo disfrutan en intimidad y también les encanta invitar gente. Su marido, Federico, comparte este espíritu con su marca de muebles Croce (@crocedeco), diseñados para agasajar. 

Por eso, la galería es uno de esos espacios pensados especialmente para compartir. “Es enorme. A nosotros nos gusta recibir a muchas personas, muchos amigos, familia, así que es un lugar grande, espacioso, donde da gusto recibir y estar”, nos cuenta. Tres sectores interactúan dentro del espacio, la mesa, la parrilla con su barra y el estar más chill con sillones y mesita ratona. “Nos ocupamos especialmente de tener una mesa para muchos. Queríamos que fuera un lugar adonde diera gusto venir y que entráramos todos. Deseamos que sea un lugar de encuentro, de muchos recuerdos y memorias compartidas”, señala.  

La cocina juega solidaria al playroom. Ambos son espacios que interaccionan y descansan entre sí. Y aunque se mueven juntos, los separa un cerramiento de hierro y vidrio repartido que los dueños de casa abren y cierran de acuerdo al momento y las actividades del día. La isla, pensada como una segunda mesa de comedor pero alta, juega un papel preponderante. Hecha en madera, avarillada, con líneas curvas, da ese aire canchero y, a la vez, funcional. Un espacio de reunión íntimo que la familia usa un montón, desde desayunos hasta comidas que comparten en las banquetas altas súper cómodas en negro, que hacen juego con las aberturas, que son claves en el ambiente.

“Para nosotros, este espacio es como un comedor diario. Adoptamos muchos detalles en negro que dan carácter pero no oscurecen la casa, esa presencia del negro es para acompañar las aberturas que son protagonistas. En una casa blanca, la abertura negra juega un rol bastante importante”, explica. 

La cocina y el playroom son el corazón de la casa, un lugar de encuentro cotidiano y de juego para sus dos pequeñas, Azucena y Aurora. Ambos ambientes se conectan directamente a la galería: “Se ve la naturaleza desde todos los ángulos, tiene mucha luz, es una casa que invita al relax”, nos dice Cat. Eso es lo que buscaban optimizando los recursos que plantearon durante la reforma, y eso la transformó en una casa que disfrutan tanto en los meses de verano como en invierno.

“Elegimos el mismo piso para toda la casa, que es el Ilva de la línea escandinava, modelo Oslo, que está bueno porque, al hacer la galería exterior con el mismo piso, es como que conecta toda la casa y le da más amplitud. Es una madera bien clarita para darle mucha luz y calidez a la casa”.

Conjugaron dos materiales bien distintos para las mesadas: la isla se engalana con un mármol clásico, y en la cocina, un neolit que la vuelve una mesada para dar batalla: un material que no se mancha, no se marca, resiste altas temperaturas y se va a mantener estéticamente impecable por años. La paleta cromática de este ambiente se mueve entre los blancos, negros y grises. Y la madera es el elemento que ablanda y da calidez. Placards con puerta y estanterías abiertas en madera terminan de cerrar la propuesta de este espacio tan cálido como de diseño impecable.

Cat y Fede están juntos desde sus 21, ya hace 14 años: “Nosotros somos de Pilar de toda la vida, nunca vivimos en Capital. Mi marido creció en este barrio, vive acá desde los 3 y nos gusta tanto que compramos nuestra casa en el mismo lugar de su infancia”. El matrimonio comenzó alquilando la casa de enfrente, para luego comprar esta, a la que sometieron a reformas integrales durante siete meses.

Ella, experta en deco, y su marido, que tiene su propio emprendimiento deco (se ocupa del mercado de piedras y mármoles y también del diseño de muebles), armaron equipo para llevar a buen puerto todo lo que habían soñado. “Era una casa vieja y tratamos de darle como un toque más moderno. Fede hizo varios muebles de la casa: la mesa del comedor, todos los muebles de exterior de la galería, la mesa baja ratona del living de mármol y todos los revestimientos de la cocina, baños y lavadero. Así que ambos estuvimos muy involucrados con el armado de nuestro hogar”, explica.

La escalera impone su carácter en la entrada de la casa y se conecta con el living comedor y la cocina, ya que tiene doble circulación: “La escalera estaba originalmente, aunque era cerrada y en la reforma la abrimos para darle esta línea curva que le brinda mucha modernidad a la casa”. 

Originalmente, el living contaba con un desnivel que lo separaba del comedor. Los nuevos dueños decidieron prescindir de él para integrar ambos ambientes. “Para la escalera nos inspiramos en el local de Hermès de la 5a avenida de NY”, asegura Cat. 

El color se ve salpicado en sillones, sillas, vegetación y pequeños objetos decorativos, otorgándole al espacio un aire lúdico donde se respiran el disfrute y las ganas de volver a encontrarse. “En el living hay una combinación de texturas, de colores, la mesa elegimos que fuera en neolit, porque es todoterreno y con chicos es ideal. Levantamos con el color de las sillas en amarillo. Y me encanta el modelo del sillón del living, el tobo, que le da un toque más moderno”, explica la dueña de casa. 

La chimenea, también heredada de la estructura original, la realzaron con un nuevo marco de tarquín y negro (que va de la mano con las aberturas) para destacarla y darle un encuadre más actual, pero manteniendo la calidez y funcionalidad.

 

El cuarto principal aún está en proceso. Reserva un espacio dentro para un escritorio, además del vestidor y baño en suite que acompañan el ambiente de descanso. El cuarto transmite serenidad. Es súper luminoso y amplio, un espacio donde a Cat le encanta estar.

“La base de la cama tiene cajones porque nunca hay suficiente espacio de guardado en una casa de muchas mujeres, la hizo Fede y es un hit”, asegura. 

El cuarto de Azucena es un viaje a un cuento de princesas. La cama es vintage, Cat la restauró, la pintó de gris y le agregó un techo tipo casita y un dosel. Eligió un empapelado Vichy en tonos beige para que no fuera un estampado tan infantil. El espacio es enorme y se divide a través de puertas corredizas que dan paso a un cuarto de juegos: “Elegimos todo en colores claros para que se viera estético. Los placares en ranurado rayado se disimulan con la pared”, cuenta.

La habitación de Aurora, de tan solo 1 año, cuenta con un mural de flores silvestres que pintó la misma Cat. Maneja la misma paleta que el otro cuarto, y el mueblecito con puertas pegado a la cuna era de su mamá. cuando era chica.