Una casa en Pilar: así se transformó para convertirse en un espacio de calidez y armonía
Una casa en Pilar se convierte en un refugio sofisticado con mucha personalidad que invita a relajarse. Pura calidez y armonía.
22 de enero de 2024
deco-abre-horiz.jpg - Créditos: Ceci Longar
Antes de dar con su verdadera pasión, Sofía Díaz de Vivar ya era amante de combinar texturas y estilos. Su talento innato para la decoración pasó a un segundo plano al estudiar Comunicación, hasta que un impacto en su salud le hizo notar que su trabajo no vibraba en coherencia con la vida que ella quería.
Empezó con una cuenta de Instagram (@belgikahome), que la llevó a crear la marca a través de su estilo de vida: “Mostrar la obra de mi casa me acercó a una infinidad de seguidores que compartían mi gusto por ese mix de básicos, neutros. Un look sofisticado y a la vez práctico y fácil de mantener”. Hoy se encuentra al frente de Belgika Home, estudio de diseño, donde lleva adelante una infinidad de proyectos de interiorismo y decoración. Y se afianzó en su superpoder: crear ambientes que cuentan historias plagados de belleza, funcionales y acogedores.
Los tonos tierra en textiles (@elpostigo) y velas (@apatheiadeco) dan calidez. Las mesas ratonas tienen estructura en hierro con tapas de pergamino. - Créditos: Ceci Longar
La mudanza a Pilar ocurrió luego de la llegada de su primera hija, para estar más cómodos y vivir cerca de la naturaleza. El foco en el planteo del living fue comodidad ante todo: “No hay nada más confortable que un buen sillón. Por eso, estos dos megasillones dan el marco de este ambiente donde pasamos mil horas y disfrutamos con hijos y amigos”.
Son dos gemelos de la medida más grande, y el tercero termina de equilibrar el espacio. Para dar dinamismo y funcionalidad, eligió tres mesas ratonas, por la posibilidad que brindan de poder moverlas y acercarlas a los sillones, ya que el espacio es súper amplio.
El comedor
El vajillero antiguo lo consiguió en el mercado de pulgas. Las lámparas de esterilla con forma de flor (@fraternidad_BSAS) dan un toque original. - Créditos: Ceci Longar
La casa cuenta con cinco materiales principales como hilo conductor: madera, hierro, mármol, bronce y vidrio partido. Buscan crear una combinación armoniosa que integra perfectamente la construcción con su entorno natural, que se hace presente en los interiores a través de grandes ventanales.
Inicialmente, el diseño de la casa fue planteado con aires más mediterráneos, pero el tiempo mutó levemente ese espíritu y se le sumó un toque más sofisticado y europeo, donde el negro cobró preponderancia. El comedor es un ambiente con carácter donde mandan el verde, el ocre y el negro. Las sillas son 100% en lino y las cabeceras dobles, en terciopelo verde seco. Las cortinas de gasa blanca y cantoneras en terciopelo color arena agregan un toque elegante. Sofi quería resaltar su calidez y ese lujo sencillo y atemporal, por eso se apoyó en la mezcla de textiles, presencia de la madera y formas orgánicas como la de los apliques de iluminación.
“La mezcla de texturas es clave: lino, terciopelo, madera, cuero, fibras naturales. La presencia de textiles es innegociable para mí en todos los ambientes. Las alfombras y cortinas son siempre preponderantes. La mesa del comedor es de madera de demolición recuperada, a la que se le dio apenas un lustre”, explica.
La cocina
La cocina country y a la vez elegante está repleta de la vajilla que Sofi colecciona desde hace años. Cacerola y repasador de Apatheia (@apatheiadeco). - Créditos: Ceci Longar
La cocina estilo country es uno de los rincones preferidos. Todos los muebles son laqueados en color visón con herrajes de bronce, al igual que la grifería. Las mesadas son de silestone blanco y la joyita son los azulejos que fueron realizados artesanalmente, que imitan los que tenían las abuelas en sus cocinas.
Sofi colecciona vajilla desde hace años, y por eso está presente en los estantes y vajillero. “Dejé libre la pared donde está el vajillero de madera patinada, porque tener objetos a la vista aporta mucha calidez a los ambientes.
Así que hay mucho a la vista”, señala. La isla y las banquetas tipo Windsor terminan de armar el espacio.
Las lámparas son de vidrio opal, tipo ferroviarias, hechas a medida, con un barral de bronce hasta el techo que tiene el mismo lenguaje que la grifería. Esto aporta a cierta sofisticación, que juega también con lo vintage y lo simple. Los electrodomésticos, de última generación, cierran el concepto de una cocina de diseño que incorpora la tecnología para elevar el confort a otro nivel.
Todo está pensado al detalle. Incluso el lavadero: “Quise aportarle algo más en cuanto a diseño a este espacio y que no pareciera el típico lavadero blanco, por eso el empapelado es vital en el planteo, sumándole color con las mesadas de silestone verde”.
El cuarto de Teodelina
La lámpara es de Casa Mediterránea. La alfombra de fibras naturales sigue la paleta de los muebles en madera. - Créditos: Ceci Longar
El matrimonio tiene dos hijos, Teodelina, de 7, y Silvestre, de 4 años. En cuanto al interiorismo de ambos espacios infantiles, el disparador fue que fueran armados casi en espejo, tanto las habitaciones como los baños, por lo que comparten recursos similares, diferenciándose principalmente en la elección de la paleta de color.
“La idea para el cuarto de Tati era que fuera un espacio muy femenino, pero a la vez lúdico. Mezclé estampas de margaritas y rayas, siempre en rosa, verde y mostaza. Elegimos tonos suaves porque es una habitación y quería que fuera divertida pero que transmitiera paz”. Las estrellas de vinilo en la pared, si bien son sutiles, apoyan esta idea de juego, junto con las palabras, las margaritas y la guirnalda. Los muebles de madera son lo que genera la base para compensar los colores presentes en toda la habitación.
En el baño, la mesada es de mármol de Carrara y la cortina remarca esa idea de femineidad clásica que continúa el diseño del cuarto. La bacha de hormigón pertenece a la colección cápsula que Sofi realizó junto con Z Concret, en colores pasteles.
El cuarto de Silvestre
juego de cama y alfombra en match (@tiendafestival).El mueble organizador para los juguetes es clave para mantener el orden. - Créditos: Ceci Longar
La habitación de Silvestre fue planteada con la misma premisa que el de Teodelina: “Que fuera un espacio lúdico y calmo a la vez. La idea fue combinar entre tonos grises, celeste y verdes. Mezclé estampas y la fuerza la aportan las cortinas, en gasa teñida en verde seco. También sumé confetis vinílicos en la pared”, explica.
Ambos cuartos infantiles se destacan por lo lúdico, sin perder la sofisticación y funcionalidad del resto de la casa. El orden es fundamental, por eso, para Silvestre, Sofi eligió un mueble con cajones donde se pudieran guardar los juguetes. La madera también predomina en este cuarto. Además, sumó texturas con un canasto de mimbre, combinado con el juego de sillas y la lámpara del techo.
El baño sigue la misma paleta cromática que la habitación: diferentes tonos de verde en la bacha en Concret y la alfombra con arabescos agregan un tono lúdico a la mesada de mármol de Carrara y el mueble de madera.
El playroom
en el playroom, Almohadones (@elpostigo), alfombra en vinilo lavable y empapelado (@Berry_Design). - Créditos: Ceci Longar
El playroom inicialmente era en la planta alta, pero en la pandemia lo inauguraron abajo. “Se usa sin parar, es el espacio de juego de los chicos y está todo organizado para eso. Puse cortinas black out, porque el sillón es cama y lo usamos para pijamadas”.
La carpintería en vidrio repartido queda enmarcada dentro de un empapelado diseñado por Sofi junto con Berry Design, inspirado en el arte oriental, al igual que la alfombra: “Es una pista didáctica. Vienen en cuatro colores y en vinilo lavable. ¡Se venden un montón!”.
La habitación principal
El baño principal tiene personalidad: alfombra (@Anthropologie), cortina de encaje que Sofi rescató y el mueble del mercado de pulgas. - Créditos: Ceci Longar
En el espacio de descanso de Sofi y su marido, Torcuato, buscaron plasmar serenidad con romanticismo. Combinan tonalidades naturales y relajadas, en una paleta dominada por los celestes y beige.
La mezcla de textiles otra vez es preponderante. Las enormes cortinas de piso a techo en gasa de algodón aportan suavidad al interior y son un detalle distintivo en los diseños de Sofi.
Las mesas de luz y la cómoda son vintage, pertenecían al juego del cuarto de su mamá cuando Sofi era pequeña. El estante sobre la cama permite cambiar los elementos decorativos sin agujerear.
Se lee el disfrute, el descanso y el amor en cada rincón. Sus objetos, texturas y estampas crean un equilibrio perfecto de calidez, comodidad y armonía. Para Sofi, cada espacio es un viaje creativo y su personalidad se refleja en ellos.