A pesar del éxito de Barbie, los estudios de Hollywood siguen contratando menos mujeres que hombres

Sí, Barbie es el hit de 2023 y Margot Robbie es una de las grandes responsables de este suceso; no solo como estrella principal, sino como impulsora y productora del proyecto a través de LuckyChap Entertainment –compañía que fundó en 2014 junto a su esposo Thomas Ackerley–, la que tiene como objetivo apoyar y darles la oportunidad a otras realizadoras. Esta es la productora responsable de Hermosa venganza y Saltburn, ambas dirigidas por Emerald Fennell, y varias películas que tienen a la actriz australiana como protagonista.

Es muy probable que Margot consiga más de una nominación el próximo 23 de enero cuando se conozcan los aspirantes a la estatuilla dorada, ya que su nombre puede aparecer en la categoría de Mejor Actriz y Mejor Película. La otra mitad de Barbenheimer también tiene mucho que celebrar entre los premios, las buenas críticas y la taquilla, un nuevo hito para Emma Thomas, productora de Oppenheimer –y la mayoría de las cintas de Christopher Nolan, su compañero de vida–, una de las tantas mujeres que forman parte del detrás de cámara de la biopic protagonizada por Cillian Murphy.

Pero esto, lamentablemente, es una anomalía. Un estudio realizado por el Center for the Study of Women in Television and Film (Centro para el Estudio de la Mujer en la Televisión y el Cine) de la Universidad Estatal de San Diego descubrió que las mujeres constituyeron apenas el 16% de los directores de las 250 películas más taquilleras de 2023, una cifra aún menor al 18% del año pasado. Las cosas mejoran si tomamos solo el top 100, donde las cineastas ocupan un 14% frente al 11% de 2022.

¿Cómo es posible que estas cifras sigan siendo tan bajas cuando las mujeres son responsables, por ejemplo, de la mejor película del Festival de Cannes (Anatomía de una caída) y el premio principal de Sundance (A Thousand and One)? ¿Cómo es posible, cuando en 2023 también se estrenaron las últimas cintas de Fennell, Sofia Coppola (Priscilla) y Elizabeth Banks (Oso intoxicado), y los conciertos de Beyoncé y Taylor Swift rompieron récords en la pantalla grande?

“Es la máxima ilusión. El merecido triunfo de Greta Gerwig contradice la desigualdad que impregna la industria cinematográfica convencional. Los números cuentan la historia. Las proporciones de género detrás de escena en Hollywood siguen dramáticamente sesgadas a favor de los hombres”, dice el comunicado la Dra. Martha Lauzen, autora del informe y fundadora y directora ejecutiva del centro. Pero sabemos que la meca del cine no es un microcosmos, es apenas el reflejo del mundo donde nos toca vivir; una realidad marcada por la falta de oportunidades y el miedo de los ejecutivos ante un posible fracaso financiero.

“Más vale malo conocido que bueno por conocer” bien se puede aplicar a los estudios que prefieren seguir poniendo a los hombres en roles claves de la producción, en vez de arriesgarse con las nuevas voces femeninas que se lucen en el ámbito independiente. Imposible pasar por alto el trabajo de Celine Song en Past Lives, Kelly Fremon Craig en ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret o Raine Allen Miller con Rye Lane, directoras –en muchos casos debutantes– que buscan su lugar en la industria.

Como dice Lauzen, las proporciones hablan por sí solas, y el panorama laboral no mejora cuando miramos de cerca el porcentaje de talento femenino en otros apartados claves. Volviendo al top 250 de 2023, las mujeres representaron solo el 22% cuando agrupamos a todos los directores, guionistas, productores, productores ejecutivos, editores y directores de fotografía. Otra vez, un escalón más abajo que el 24% de 2022. Además, el 75% de las películas más taquilleras emplearon a 10 o más hombres en roles clave detrás de cámara, mientras que solo el 4% emplearon a 10 o más mujeres.

El cambio es lento y debe venir desde adentro. De a poco, las mujeres empiezan a acomodarse en los roles de liderazgo de los estudios más importantes de Hollywood, y esta movida les otorga un poder único: la posibilidad de mover la aguja, no solo al contratar a más mujeres, sino al apostar por una mayor cantidad de historias femeninas e inclusivas.

El estudio de Lauzen reveló que en aquellos proyectos liderados por, al menos, una directora, se contrataba a más mujeres para ocupar papeles clave detrás de escena, en comparación a esas películas comandadas exclusivamente por realizadores masculinos. Cuando las mujeres ocuparon la presidencia o cargos ejecutivos –Donna Langley (Universal Pictures), Bela Bajaria (Netflix), Channing Dungey (Warner Bros.), Kathleen Kennedy (Lucasfilm), Jennifer Lee (Walt Disney Animation Studios), por nombrar algunas–, el 61% de los guionistas, el 35% de los editores, el 10% de los directores de fotografía y el 26% de los compositores fueron mujeres. En contraste, las películas con directores masculinos apenas ostentaron un 9% de guionistas, 18% de editores, 7% de directores de fotografía y un 11% de compositores femeninos.

Al final del día, el público tiene que acompañar estas propuestas y, para ello, los estudios deben hacer lo suyo con sus campañas de prensa. Barbie triunfó, en parte, gracias al gran trabajo del equipo de marketing de Warner Bros., algo que no ocurrió cuando Nia DaCosta llegó a las salas de cine con The Marvels, uno de los mayores fracasos de Disney y Marvel en 2023. En este caso, el estudio del ratón le soltó la mano a su realizadora, una mujer afroamericana que venía del cine independiente para sumar su particular visión autoral a una de las franquicias más exitosas de todos los tiempos. Algo muy parecido a lo que sucedió con Chloé Zhao y Eternarls, pero esta es una discusión que dejamos para otro momento.