De qué se trata Todos quieren divertirse, la peli escondida en el catálogo de Prime Video

Texas, 28 de agosto de 1980. Faltan solo tres días para comenzar las clases y Jake Bradford (Blake Jenner), jugador de béisbol estatal, ya está listo para su primer año universitario. Primera parada: conocer a sus compañeros de equipo y alojamiento, después de instalarse en la casa/fraternidad que todos comparten fuera del campus. Las próximas 72 horas son puro descontrol adolescente, hacer alianzas y nuevas amistades, evitar algunos celos de los estudiantes de último año y, si es posible, conquistar algunas chicas antes de que la escuela y el deporte se roben todo su tiempo libre.

Linklater, oriundo de Texas y jugador de béisbol en su adolescencia, bucea en muchos de sus recuerdos como estudiante de la Universidad Estatal Sam Houston, en Huntsville, para plasmar la idiosincrasia y hermandad juvenil de la época. El propio realizador considera a Todos quieren divertirse como una “secuela espiritual” de Rebeldes y confundidos, otro viaje al pasado que se desarrolla en el último día de clases de una escuela secundaria en 1976. Aunque también la vincula con la trama de Boyhood, porque comienza justo donde nos deja la historia de Mason Evans: “el joven protagonista que atraviesa la infancia y la adolescencia rumbo a la universidad, donde conoce a sus compañeros de cuarto y a la chica”.

Todos quieren divertirse junta a varias caras conocidas –y en ascenso– del cine y la TV, entre ellas Zoey Deutch, Tyler Hoechlin, Glen Powell y Wyatt Russell. Linklater eligió a Blake Jenner como su protagonista y alter ego, un intérprete egresado de Glee y ex esposo de Melissa Benoist, la famosa superheroína de Supergirl, con la que estuvo casado por más de tres años. El divorcio llegó recién en 2017, después del estreno de esta película y casi dos años después de un episodio de violencia que le provocó a la actriz una lesión permanente en una de sus pupilas. Una herida que no pasó desapercibida ante los medios, y que ella terminó ocultando detrás de una historia inventada junto a su pareja.

La historia de violencia que Benoist tuvo que atravesar se hizo viral gracias a un larguísimo posteo en su cuenta de Instagram, cuando en 2019 decidió contar su verdad y el abuso que sufrió durante años a manos de Jenner. En su momento, Benoist no dio el nombre de su victimario, pero sí le puso palabras a su dolor, llamando a las cosas por su nombre (violencia doméstica) y dando el ejemplo para aquellas mujeres que podrían estar atravesando una situación similar. Jenner, por su parte, no volvió a tener ningún papel relevante.

Todos quieren divertirse está disponible en el catálogo de Prime Video, junto a otras historias de adolescentes en busca de su destino... y pasarlo bien.