WOS en Racing: por qué fue uno de los mejores recitales de la historia de la música nacional
Frente a al Estadio Racing repleto de fanáticos, durante su recital del sábado a la noche, WOS dio uno de los mejores shows en la historia de la música nacional. Cómo se vivió.
21 de abril de 2024 • 09:26
WOS tocó frente a 30.000 fanáticos en el Estadio Racing. - Créditos: Archivo LA NACION/Camila Godoy
Con una carrera que no deja de crecer pero que, durante el Mundial, vivió un brillo muy especial y muchísimas de sus canciones ganaron una masividad impresionante, no hay dudas de que WOS es uno de los artistas más importantes de la música argentina actual. Gracias a su distintiva voz, las letras poéticas que conectan con la tradición más argenta del rock nacional y un último disco -Descartable- muchísimo más rockero (y con artistas invitados como el Indio Solari y Ricardo Mollo), su recital en Racing Club cumplió con su promesa: creó un ritual único en donde cada uno de los asistentes lo dieron todo.
El recitald e WOS arrancó pasadas las 21.30 en el estadio de Racing. - Créditos: Archivo LA NACION/Camila Godoy
Cómo fue el recital de WOS en Racing Club
En Avellaneda y casa de algunos shows icónicos del rock nacional, WOS decidió dar su recital en la cancha de Racing (Estadio Presidente Perón) con una capacidad de 30.000. Con un público súper diverso -en donde te encontrabas con familias con nenes chiquitos hasta grupos de amigos rockeros-, el recital arrancó pasada las 21.30 y recién terminó a las 12.30 de la madrugada. Casi sin frenar, no hay dudas que WOS cumplió una de sus grandes promesas para este recital. "Para mí los rituales son muy importantes (...) y uno de mis rituales favoritos es este, el que estamos construyendo todos acá, esta noche". Y fue exactamente eso lo que se vivió.
Siempre los artistas invitados son un momento épico en los recitales actuales y mientras las expectativas estaban con la posibilidad de que Nicki Nicole hiciera presencia, quienes subieron al escenario no desilusionaron para nada: el primero fue Ca7riel con quien cantó Niño Gordo Flaco, después llegó Dillom con quien performó Cabezas Cromadas y, finalmente, subió Natalia Lafourcade, la artista mexicana con quien tiene una canción en su último disco: La Niebla.
En tanto el Indio Solari (para Quemarás) y Ricardo Mollo (para Culpa), si bien no estuvieron presentes sobre el escenario sí, desde lo visual, se proyectaron imágenes de los dos artistas argentinos que acompañaron a WOS en sus colaboraciones.
@revistaohlala Tras 2 horas de show, #WOS recibe a #NataliaLafourcade ♬ sonido original - Somos OHLALÁ!
Sin lugar dudas una verdadera "misa wosita", el show de WOS es una experiencia melómana que marca un antes y después en la historia de los recitales de la música argentina. Saliendo al escenario con un vestuario que mantuvo durante todo el recital (hasta casi el final que, simplemente, se sacó el sweater) y muchísima presencia de su banda, el planteo en el formato del escenario, el uso de escenografía, las pantallas y -sobre todo- la narrativa, recuerda a la experiencia de Nicki Nicole en Movistar Arena y shows internacionales de altísima calidad como el de C. Tangana o el de Rosalía.
Con un escenario central coronado por una enorme pantalla wide, tanto en el fondo como en los costados había enormes estructuras con una vibra industrial y de minería, el show arranca con personas bajando por estas grandes paredes para dar la bienvenida a WOS quien aparece solo y empieza a cantar de manera instantánea. Súper coreografeado, el carisma único y la energía de WOS te envuelve y conquista hasta lo más profundo (y esto se ve traducido en cómo el público no dejó de saltar, de cantar, de bailar, de escuchar y, también, los pocos momentos en donde la pantalla del celular iluminaba el campo tras esa obsesión moderna de filmarlo todo).
Es además a nivel visual que el recital se vive como si fuese una película ya que aquella pantalla gigante es el principal foco de atención y en donde la cámara sigue el histriónismo de WOS de manera documental y poética, en donde él interactua con su público a través del lente e -irónicamente- rompe con la cuarta pared del cine al cantar directo desde la proyección. La mirada artística y de calidad cine con la que la proyección fue pensada y diseñada, era envolvente y te sentías mirando una película con música en vivo. Una verdadera locura, digna de millones de análisis cinéfilos.
Pero cuando decimos que al recital de WOS no le faltó absolutamente nada es que, además de los clásico fuegos, fuegos artificiales y papelitos volando, fue un recorrido impresionante por su discografía. Un recorrido que se sintió súmamente natural ya que combinó de manera perfecta el humor de cada una de sus canciones en donde los ritmos rápidos, bien arriba y eufóricos, daban respiro con sus mejores temas melódicos, emotivos y que se cantan casi susurrando. Con un recital de 3 horas, es una obra maestra darte cuenta que el público jamás se desconectó y que el comentario en la puerta haya sido: "Se me pasó volando".
@revistaohlala #WOS la rompe siempre 🔥 Y su recital en #Racing ♬ sonido original - Somos OHLALÁ!
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