Envidiosa, con Griselda Siciliani: así es la nueva comedia de Netflix que cuestiona los mandatos femeninos

Griselda Siciliani se pone en la piel de Vicky, una diseñadora de interiores obsesionada con la idea de casarse y formar una familia “tipo”  como las que se ven en una publicidad de cereales. A punto de cumplir 40 años y harta de ver a sus amigas llegar al altar antes que ella, le pone un ultimátum a su novio de toda la vida (Martín Garabal) que no le sale como esperaba y la sumerge en una carrera desesperada contra sus propios mandatos.

En medio de su caos, aparece Matías -interpretado por un Esteban Lamothe más sólido que nunca- que desde su vínculo de amistad y con su personalidad tan relajada, le permite a Vicky bajar la coraza y encontrar un poco de la paz que necesita.

Además de la envidia, que por supuesto desata y atraviesa toda la serie, durante los 12 capítulos de esta primera temporada que aterriza hoy en Netflix, veremos a Vicky atravesar una montaña rusa de emociones con las que es muy difícil no empatizar. Deseo, mandatos, presión social, soltería, maternidad, reloj biológico, abandono, amor, son algunas de las tantas temáticas que su autora, Carolina Aguirre, aborda con inteligencia, respeto, sensibilidad, pero también con humor.

Producida por Adrián Suar y dirigida por Gabriel Medina con un estilo muy de telenovela, pero una calidad cinematográfica, este proyecto viene a ocupar un espacio que quedó vacío en nuestras grillas y que tiene todo para enamorarte.

Pilar Gamboa, Violeta Urtizberea, Marina Bellati, Bárbara Lombardo, Benjamín Vicuña, Susana Pampin, Lorena Vega, Adrián Lakerman, Leonora Balcarce, Camila Peralta, Mimí Ardú, Pata Echegoyen, Débora Nishimoto y la participación de Arturo Puig, completan el elenco ganador de este proyecto que te va a hacer pensar, reir, llorar y te va a dejar con ganas de más: ¡Ideal para maratonear!

¿Qué les pasó cuando recibieron el material? ¿Cuál fue su primera reacción al leer el guión?

Esteban Lamothe: Una alegría enorme, primero de poder trabajar con Gri, que hacía mucho no trabajábamos. Después, el material, los libros, eran muy espectaculares. Contar una comedia romántica ahora, a mí primero me generó mucho deseo. Hace mucho que no deseaba tanto algo. Con Griselda nos mandábamos mensajes meses o semanas antes de grabar diciéndonos: “el final de este capítulo lo tenemos que hacer así”, “si acá hacemos esto”... Un deseo tan grande que hace que te metas más. Que te den ganas de pensar, ¿qué le puedo aportar yo a esto? Más allá de ir y decir los textos y componer un personaje. Había mucho deseo, mucha alegría y eso hizo que nos volcáramos de lleno a hacerlo sin ninguna especulación más que actuar.

Griselda Siciliani: Nos lo apropiamos. ¿Viste cuando sentís que te podés apropiar de un proyecto? Que le podés aportar cosas de tu propia experiencia, de nuestra experiencia como actores, de nuestra dupla incluso. Del conocimiento, de saber, ¿qué podemos meter acá? Algo que no hayamos hecho. Es un tipo de vínculo que todavía nunca actuamos, aunque hicimos varios vínculos juntos en otras ficciones. Es una fiesta Envidiosa. Tiene, para mí, todo lo que me gusta actuar y cada capítulo tiene alguna novedad de este personaje. Lo vamos conociendo un poquito más y siempre sube la apuesta. El desborde que tiene Vicky puede llegar a ser mucho más todavía.

 

La serie aborda varios temas que atraviesan a las mujeres como la soltería, el reloj biológico, el mandato social, la envidia… En tu caso, Griselda, ¿hay alguno de esos temas que la atormentan a Vicky, que te hayan afectado en tu vida?

Griselda Siciliani: No las principales de Vicky, porque me tocó otra vida. Sobre todo porque a Vicky le cuesta mucho identificar su deseo, lo tiene muy confundido con los mandatos. Ella cree que desea algo y está muy firme con eso, pero empieza a descubrir también con la terapia que no es tanto lo que desea, sino que es un poco lo que siente que tiene que hacer.

 

Claro, deja en evidencia que muchas mujeres quieren, pero no pueden soltar los mandatos machistas tan rápido como quisieran…

Griselda Siciliani: O que cuando se empiezan a dar cuenta o empiezan a tener la posibilidad de verlo sienten que es un poco tarde. Es muy frustrante la mirada de los demás. Vicky además es un personaje que tiene todos los condimentos. La mirada del otro le influye mucho. Había algo que me encantaba de Vicky, que habla todo el tiempo en términos de ganar y perder. Eso a mí me hacía reír mucho y me parecía que la pinta de cuerpo entero. Cada situación ella lo ve como quiénes son los ganadores y quiénes son los perdedores. No puede ni reconocer que su amiga es una ex Leona, dice: “Es Leona, pero no es Campeona porque estaba en el banco. Si estaba en el banco no es ganadora, entonces”. Todo ese mundo de locura y de competencia con las otras mujeres, hay algo de eso que es bastante fascinante para una mujer que ya tiene 40 años y que empieza como una niña a descubrir algunas en la terapia en su vínculo con Matías.

 

La terapia es muy protagonista en la serie, en lo personal ¿qué rol juega?

Griselda Siciliani: Es muy protagonista. Mucho más que para Vicky.

Esteban Lamothe: Yo empecé tarde. Soy de un pueblo donde la gente no se psicoanalizaba. Mi papá y mi mamá nunca fueron al psicólogo. Me mandó una novia a los 31/32, y ahora voy. Hubo una época, hasta no hace mucho, que hacía como 5 terapias. Iba a terapia de pareja, iba a terapia con mi hijo, iba solo, rezaba… todo. Me parece un espacio re importante. No me imagino una vida sin la terapia.

¿Alguna anécdota, algo que nos puedan compartir de la intimidad del rodaje?

Esteban Lamothe: No sé, fue tan divertido todo el rodaje, lo disfrutamos tanto que siento que no sé si pasó algo anecdótico.

Griselda Siciliani: Es un elenco donde muchos somos amigos.

Esteban Lamothe: Muchos.

Griselda Siciliani: Es increíble. Todo el tiempo hay mucha anécdota.

Esteban Lamothe: Mucho chisme.

Griselda Siciliani: Alguna anécdota en general es que filmamos sobre todo los primeros capítulos con mucho calor, con 40 grados, realmente deshaciéndonos de calor y eso generaba muchas situaciones, mucha irritabilidad. Nos reíamos unos de otros. De golpe estás filmando con alguien que le caen gotas...

Esteban Lamothe: Fue un rodaje bastante bendecido. Siempre pasan cosas en los rodajes, desde el clima que no te acompaña hasta accidentes, gente que falta, gente que se enferma. Lo normal. O te podés aburrir también y nos cagamos de risa.

Griselda Siciliani: Fue muy festivo. El equipo estaba muy a favor, divirtiéndonos todos, todos aportando, todos conectados. A veces no pasa eso. El cámara diciéndome: “pero Vicky no te parece que acá…”, muy enganchado con la idiosincrasia del personaje.

 

Hay frases bellísimas del guión que me quedaron grabadas como: “No tengo ni idea de qué te pasa, pero va a estar todo bien”, ¿qué le fueron aportando y encontrando ustedes en el texto?

Esteban Lamothe: Siempre tratamos de darle un plus a lo que hay. Quizás hay escenas que viste que está igual el texto, que cambiamos muy poco, pero la mayoría de las veces no.

Griselda Siciliani: Carolina Aguirre, que es la autora, nos permitió también esta modalidad de, una vez que entendemos hacia dónde vamos con los personajes, proponerle.

Esteban Lamothe: Nos conoce mucho Carolina...

Griselda Siciliani: Los autores que tienen mucha experiencia en la ficción en las series, saben que muchas cosas surgen de las mismas energías del set, es bastante mágico. Uno puede venir con algo armado, pero, sobre todo la comedia, tiene algo que lo que pase ahí, que esté vivo, a veces sirve. A veces después en edición no queda, y nosotros estamos chochos porque hicimos algo genial, pero sí suma al camino y al metabolismo de las series. Los personajes los vas terminando de armar con ese juego. Como si fuera un juego de improvisación para ensayar una obra de teatro. A veces no hay tiempo en lo audiovisual, pero lo hacemos en los ensayos, en el set y después el personaje se va enriqueciendo, aunque no quede lo que aportaste en esa escena en particular.

 

¿Por qué dirían que hay que ver Envidiosa?

Esteban Lamothe: Porque es una comedia romántica muy linda. Porque me parece que tiene lo espectacular de las grandes novelas que vimos en los últimos 15/20 años. Tiene ese espíritu de la novela más allá de que los capítulos duran 30 minutos y que es una serie y tiene lo bueno del cine. La factura técnica, el tiempo de ensayar, el tiempo de buscar los personajes. En vez de hacer 16 escenas por día como hacés en una telenovela, acá hacemos 5 o 6.

Griselda Siciliani: Y tiene también lo mejor de una comedia. Tiene la producción de humor necesaria para hacerte reír.

Esteban Lamothe: Y había un espacio vacío que esta serie va a ocupar, me parece.