Fotos de Gonzalo Granja
Transitar la Patagonia por ruta te hace ser aún más consciente del enorme país en que vivimos, de la diversidad natural que tenemos y muchas veces desconocemos. Caminar por estos senderos te hace sentir que cada rincón es una obra de arte y, al tener que convivir con un clima impredecible, el paisaje siempre sorprende.
Así que si estás planeando un viaje por estos lados, acá te dejamos algunas maravillas ocultas para abrirte a la aventura.
Fotos de Gonzalo Granja
1. Parque Patagonia Azul (Chubut)
“Sin azul no hay verde”, es el norte y motor que mueve a la Fundación Rewilding, que abrió las puertas al público en esta costa con una biodiversidad invaluable. El Parque Patagonia Azul se encuentra dentro de la Reserva Biosfera Patagonia Azul, creado por la UNESCO. Abarca la costa, 60 islas y el Mar Argentino hasta la milla 200, protegiendo una gran biodiversidad de fauna marina y aves, además de toda la flora que podés encontrar: en este espacio nos damos cuenta de que los bosques no solo crecen en la tierra, sino también en el mar.
Anteriormente, no se podía acceder a estos lugares porque eran privados. La Fundación Rewilding abrió el acceso al público para integrar a la comunidad y que se pueda ejercer un turismo responsable. Podés avistar diferentes tipos de ballenas, toninas, delfines, pingüinos, lobos marinos, gaviotas y los particulares patos a vapor característicos de esta zona.
¿Cómo llegar? 1) por ruta 3, desde Comodoro Rivadavia, alquilás un auto y desde ahí vas hasta Camarones contratando un guía local; 2) puede llegar a ser un anexo de una visita a la Península Valdés; 3) por la ruta 25, desde el PN Los Alerces, pasando por Trevelin y desembocando en Camarones, o 4) enlazar la Ruta 3 con la Ruta 40 y hacer primero este destino y después el Parque Nacional Perito Moreno al norte de Santa Cruz.
¿Qué podés hacer? La idea de este recorrido es que puedas hacer lo que llaman la “ruta azul”, que es la ruta 1. Si venís desde Comodoro, podés visitar la zona llamada Rocas Coloradas, desde allí ir a Bahía Bustamante, que tiene playas de aguas cristalinas, y desde ahí estás a 80 km de Camarones. En Camarones, se estima un mínimo de tres días para poder disfrutar de las embarcaciones a las islas: visitar la pingüinera en Cabo Dos Bahías, la Isla Leones –con avistaje de lobos marinos– y realizar avistaje de toninas. También hay excursiones en bici, tanto en Camarones como en toda la ruta azul con glampings a disposición.
Fotos de Gonzalo Granja
2. Laguna Sucia (El Chaltén)
Si te gusta la montaña y las actividades al aire libre, El Chaltén es la meca de todo eso. Tierra de glaciares, lagunas y picos que parecen agujas, nos deja al descubierto un parque de diversiones outdoor. Laguna Sucia es una de las tantas lagunas de agua de glaciar que se forman en todo el cordón montañoso. Específicamente, es conocida como “la laguna que está al lado” de la Laguna de los Tres, ya que podés verla desde arriba cuando hacés este sendero. Pero también hay un sendero en el cual se puede acceder a esta laguna para mirarla desde abajo. Al no estar dentro de los circuitos convencionales, para realizarlo, es necesario que te registres y asesores en la casa del guardaparque que se encuentra apenas entrás al pueblo.
¿Cómo llegar? A 200 km de El Calafate, se accede por Ruta Nacional 40, pudiendo contratar transporte público en caso de no contar con auto propio. Una vez que ya estás en El Chaltén, para ir a este sendero tenés que hacer el mismo sendero de la Laguna de los Tres hasta el Campamento Poincenot. Desde ahí se bifurca, con otro sendero (menos señalizado) que va hacia la izquierda y te lleva a la Laguna Sucia. Es muy importante hablar con el guardaparque y seguir sus indicaciones, tener ciertos conocimientos de montaña o contratar un guía para realizarlo de una forma segura y respetando los protocolos.
¿Qué podés hacer? Si algo tiene El Chaltén, es que nunca se termina la diversidad de cosas que hay para hacer. Algunos de los senderos más tradicionales son Laguna de los Tres (10 km de ida, dificultad media), Laguna Torre (10 km de ida, dificultad baja), Loma del Pliegue Tumbado (12 km de ida, dificultad media), Laguna Huemul (2 km aprox., dificultad baja) y Lago del Desierto.
Fotos de Gonzalo Granja
3. Valle Encantado (Bariloche)
Valle Encantado es totalmente diferente al paisaje que una acostumbra visitar en Bariloche: este valle nos muestra lo encantadora que puede llegar a ser la estepa. Es el lugar elegido por los locales para realizar múltiples actividades y ellos afirman que este espacio tiene una magia muy especial. ¡El lugar parece salido de un cuento! Ahí conviven bosques andinos, vuelos de cóndores, formaciones rocosas de origen volcánico y el río Limay, de tonalidades verdes y azules con playas para disfrutar. Debido a la erosión del viento, estas formaciones fueron asemejándose a diversas figuras, por ejemplo, castillos, leones y catedrales. ¿Te animás a dejar volar la imaginación y encontrar tus propias formas?
¿Cómo llegar? Está a 67 km de Bariloche, por Ruta Nacional 237; luego de pasar por Dina Huapi, se accede al Parque Nacional Nahuel Huapi. Tiene varias bajadas de la ruta a las playas y el camino se encuentra señalizado.
¿Qué podés hacer? Aprovechá para hacer caminatas, kayak, snorkel, escalada, mountain bike y, si querés más adrenalina, también hay muchas excursiones de rafting. Es un lugar increíble para disfrutar de las vistas mientras estás en la playa. También sabemos que en Bari hay una lista interminable de planes para hacer; si te gusta el trekking, lo ideal es el cerro López, que hacés en el día (entre 5 y 7 km en ascenso, de dificultad media), o el Refugio Frey (10 km de dificultad media), y si lo tuyo es más el agua y el relax, Villa Tacul es ideal para hacer playa y después embarcarte y visitar la zona del Brazo Tristeza, una de las partes más lindas del Nahuel Huapi.
Fotos de Gonzalo Granja
4. Termas del Queñi (San Martín de los Andes)
Muy cerquita del límite con Chile, en el medio de la selva valdiviana, caen dos pequeñas cascadas de agua caliente que forman unos piletones naturales para disfrutar. La temperatura de la cascada es de 70 °C y la de los pozones, 35 °C, aproximadamente. La sensación es surrealista: no es muy común poder estar en unas termas en pleno estado natural y rodeadas de un entorno salvaje. Es una experiencia diferente.
¿Cómo llegar? Estas termas están ubicadas dentro del Parque Nacional Lanín, específicamente en el área de Hua Hum, a la que se accede por la ruta provincial 48 (el camino es de ripio). Lo ideal es salir temprano desde San Martín de los Andes porque todo el trayecto te va a demorar unas 3 horas y media. A unos 45 minutos de la ciudad, se encuentra la playa Yuco. Si continuás por ese camino, empezás a adentrarte en la selva valdiviana, encontrando un camino marcado y la casa del guardaparque. Llegar hasta el lugar no es tan fácil, pero le suma una cuota de adrenalina a la aventura: se accede solo en 4 x 4 por las condiciones del ripio (también salen excursiones desde la ciudad). Todo el camino dentro del Parque Nacional es atrapante, con vistas alucinantes a lagos, ríos, arroyos y todo tipo de vegetación. Una vez que termina el camino para los vehículos, te espera una caminata de unos 90 minutos por un sendero de baja dificultad. Llegar requiere un esfuerzo extra, pero hay una hermosa recompensa: ¡poder relajar el cuerpo y disfrutar de este baño termal! Ojo, tampoco te acomodes tanto. Por la temperatura del agua, recomiendan no estar metida más de 15 minutos, sino ir saliendo y volviendo a entrar, para evitar los bajones de presión sanguínea.
¿Qué podés hacer? Más allá de todo lo que ofrece San Martín de los Andes, este sector del Parque Nacional ¡es una fiesta! Tomar sol y nadar en los colores turquesas de la playa Yuco o visitar el lago Nonthué, el río Hua Hum y el mirador de la cascada Chachín son algunas de las cosas imperdibles de la zona.
Fotos de Gonzalo Granja
5. Parque Nacional Perito Moreno (Santa Cruz)
Es normal que, al recorrer este Parque, sientas la necesidad de frenar a cada ratito y decirte a vos misma: “No puedo creer lo que estoy viendo”. Porque esta maravilla oculta es un claro ejemplo de lo que representa la Patagonia, silenciosa pero a la vez ruidosa por sus vientos, salvaje e inhóspita, con contrastes de la estepa y los picos nevados, bosques y lagos que parecen del color del Caribe. Este Parque se encuentra todavía en su estado más puro, con poca intervención del ser humano, por lo que es necesario tomar todos los recaudos para ser una turista responsable, ya que protege la diversidad de flora y fauna, conviviendo muchas veces con animales salvajes. Para visitarlo, el parque cuenta con diversos circuitos:
1
Península Belgrano (17 km en total, de dificultad baja), que es un camino que va bordeando toda la Península, permitiendo que veas las mejores vistas al lago. Hay cuatro refugios en todo el camino, conviene elegir dos para dormir y hacerlo en dos días para disfrutar del paisaje.
2
Laguna de los Témpanos y cerro San Lorenzo (son 17 km de ida y lo mismo de vuelta, de dificultad media), recomendado para disfrutarlo en dos días y dormir en los dos refugios disponibles.
3
Circuito Azara (52 km, dificultad media), ideal para hacerlo en dos o tres días. Cuenta con 4 refugios en todo el circuito. Es el más salvaje, con la posibilidad de ver huemules durante el camino.
¿Cómo llegar? Se llega por la ruta Nacional 40 hasta el cruce con la Ruta Provincial Nº 37, por la que se arriba al Parque. Atenti: la ruta es de ripio y no hay estación de servicio cerca, por lo que necesitás tener un bidón extra de combustible y llenar el tanque en el último pueblo –Perito Moreno si venís del norte o Gobernador Gregores si accedés desde el sur– para estar tranqui durante tu visita en el Parque. Otra cosa a tener en cuenta es que no hay transporte público para llegar ni prestadores turísticos que ofrezcan excursiones.
Fotos de Gonzalo Granja - Créditos: Gon Granja
6. Los Bolillos (Neuquén)
La Patagonia es muy conocida por sus montañas y lagos, pero la estepa tiene todo otro mundo por explorar. Como si fuera un capricho de la naturaleza, la erosión del viento y del agua moldearon unas formaciones que parecen conos de aproximadamente 15 metros de altura en el medio de la extensa estepa.
¿Cómo llegar? Se accede por la ruta 40 hasta la ciudad de Chos Malal; desde ahí tomás la ruta provincial 43, pasando por la localidad Las Ovejas, hasta llegar a la localidad de Varvarco. Luego, seguís por un camino de ripio durante 15 km y a la izquierda empezás a divisar estas formaciones, a las cuales te podés acercar a pie. Es ideal para visitar durante la primavera y el verano, pero también el otoño trae la magia de los colores en la vegetación.
¿Qué podés hacer? Neuquén tiene una diversidad enorme de lugares para visitar, como el cerro Domuyo y los arroyos de aguas termales en Los Tachos. Un imperdible de la zona es hacer la caminata nocturna por Los Bolillos; descubrís un paisaje completamente distinto (hay excursiones que organiza @turismoneuquen). Y a unos 220 km, otro planazo es visitar Copahue y Caviahue, con bosques de araucarias, volcanes, centro termal, centro de esquí y un montón de cascadas (¡no te pierdas el Salto del Agrio!).
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