Lu Gaitán: "Quizá las esotéricas sean el nuevo sujeto revolucionario"
Lucía Gaitán es nuestra nueva astróloga ohlalera. Charlamos con ella acerca de su modo de vivenciar la fuerza astral y su mirada innovadora que incluye los fenómenos más sociales y políticos. Además, un adelanto de la nueva agenda 2023 que hicimos junto con ella.
Fotos de : Denise Giovanelli
Producción de: Agostina Capriata
13 de octubre de 2022
Lucía Gaitán, nuestra nueva astróloga ohlalera - Créditos: Denise Giovanelli
Cuando Lu Gaitán empezó a estudiar Ciencias Políticas, tenía algunas cosas claras: sus ganas de dedicarse a la filosofía política y al cuidado del medio ambiente. Eso fue cambiando a medida que llegaba al final de sus estudios y comenzaba a afrontar una crisis de carrera y de pareja. Buscando ayuda, se topó con la astrología, y a partir de ahí su vida cambió. No solo comenzó a vivir de otro modo, más conectada con su cuerpo y la naturaleza, sino que empezó a ayudar a otros, los que hoy forman la inmensa comunidad que sigue su cuenta de Instagram (@lu.gaitan), escucha sus pódcasts, lee sus newsletters y sus libros (Asuntos de Venus, Alumbra la luna y Astrología para reencantar el mundo, todos editados por Planeta).
Lo interesante de su formación pluridisciplinar es que le permite tener perspectivas innovadoras, por ejemplo, relacionar el mundo político con el astrológico y afirmar que “quizá las esotéricas sean el nuevo sujeto revolucionario”. Y nosotras estamos contentas porque, a partir de esta edición, Lu se suma al equipo ohlalero como nuestra nueva astróloga: “¡Estoy muy contenta! Me entusiasma compartir lo que aprendí en estos años con ustedes”. Charlamos con ella para conocer su visión sobre la astrología y la mirada que usó para crear el horóscopo y la nueva agenda 2023 de OHLALÁ!
Lu Gaitán - Créditos: Denise Giovanelli
¿Cómo llegaste a la astrología?
La astrología llegó a mí en el año 2009, cuando estaba terminando la carrera de Ciencias Políticas y estaba en una crisis profesional porque no me imaginaba trabajando como politóloga y, además, estaba en una crisis emocional muy profunda porque estaba terminando una relación de pareja violenta. En ese momento, conocí a un terapeuta gestáltico, astrólogo y sociólogo que fue fundamental en mi vida, una persona que quiero y admiro mucho. Él me ayudó muchísimo en ese proceso y así fue como en 2010 empecé a estudiar astrología en Casa Once.
¿Quiénes sentís que fueron tus maestros o maestras en este recorrido?
Ese terapeuta que conocí en 2009 fue un gran maestro para mí, pero prefiero no decir su nombre porque, como buen brujo, le gusta conservar el secreto. También aprendí mucho de Alejandro Lodi y Bea Leveratto, que son grandes divulgadores de la astrología. Liz Greene y Demetra George son dos astrólogas hermosas; si bien no las conozco personalmente, sus libros son muy potentes y me han enseñado mucho.
Empezó como un saber que querías sumar, ¿en qué momento dijiste “es por acá, me quiero dedicar a esto”?
Cuando la astrología llegó a mi vida, entró con todo y ya no pude volver atrás. Fue un antes y un después para mí. Además, con la astrología vinieron la práctica de yoga, la bioenergética, el tantra, los registros akáshicos, el veganismo, el tarot, las plantas medicinales y otras exploraciones que hice a partir de estos saberes. Por esos años, a comienzos de la década de 2010, estos intereses eran más de nicho quizá, no estaban en todos lados como ahora. La gente a mi alrededor pensó que yo estaba loca. Y bueno..., ¡tal vez algo de razón tenían!
Tu mirada astral está también influida por tus estudios académicos. ¿Qué sentís que le aporta a tu oficio de astróloga tu saber como politóloga?
Creo que mucho. Me interesa investigar esa rama de la astrología que se dedica a los procesos colectivos (economía, sociedad, cultura, política) llamada astrología mundana y que quedó un tanto relegada durante el siglo XX. También me resulta fundamental el mundo de los mitos y cómo fueron cambiando y modificándose a lo largo de los años. En particular, me interesa recuperar esos relatos que quedaron ocultos, que hablan sobre las mujeres y las diosas femeninas. Me parece muy necesario también que, aunque hagamos una astrología del individuo, que lo pensemos en un marco mayor. Un individuo que forma parte de un orden cósmico y político, donde no todo depende de la voluntad individual.
Lu Gaitán - Créditos: Denise Giovanelli
¿Cómo es un día común en tu práctica astrológica?
Me duermo y me despierto temprano como hábito. Por lo general, necesito la luz del sol para funcionar. Tomo mates, limpio y ordeno la casa. Después hago mi práctica diaria de yoga, baile o alguna rutina de ejercicios de fuerza. Luego, ya me pongo en modo trabajo y preparo contenidos para clases, las redes sociales y la comunidad, que funciona a través de una suscripción que empezó hace unos meses. Para generar contenidos, me suelo nutrir de las conversaciones que tengo cada día, de las sensaciones que voy teniendo y de los climas astrales y sociales. Por eso no suelo hacerlo con mucha antelación porque prefiero estar empapada del momento. Entonces, la data no es tan mental y es mucho más sentida. Además, como para seguir aprendiendo continuamente, me dedico a leer e investigar sobre otros temas. Por ejemplo, desde 2020 estoy estudiando filosofía y cuestiones vinculadas con el medioambiente.
Viste que ahora hay una especie de “astrologitis”. ¿Por qué pensás que este saber es cada vez más popular?
Yo creo que hay varias razones. Una es que vivimos en una cultura bastante narcisa, entonces la astrología que habla sobre las características de personalidad es muy atractiva porque nos dice cómo somos, cómo podemos llegar a ser o cómo nos va a ir. La otra razón es que vivimos en un mundo de objetos inanimados, en un mundo sin alma, entonces la astrología y el esoterismo son una forma de volver a conectarse con la magia de este planeta. Son formas de hacer de este mundo un lugar encantado.
¿Qué podemos hacer para vivir más en sintonía con nuestra carta natal?
Creo que está bueno conocerla y pensarla como un mapa que nos puede dar pistas sobre lo que somos o lo que podemos llegar a ser, pero sin quedar atrapadas en definiciones cerradas.
En octubre, vos decís que estamos en la mitad del año astrológico. ¿Qué oportunidades de hacer cierto balance nos traen los planetas este mes? ¿Cómo podemos aprovechar esa energía para el último tirón del año?
En octubre tenemos la temporada Libra, un signo del elemento aire que nos propone ver los dos lados de una situación, observar el pasado y el futuro posible. A partir de esa observación, tenemos la posibilidad de elegir dónde vamos a poner el foco y a qué vínculos vamos a apostar. Libra nos habla sobre la estrategia, la diplomacia y la posibilidad de llegar a acuerdos cuando hay algún tipo de conflicto. Así que octubre será un mes para aprender a negociar, definitivamente.
¿Cuál es tu visión de la astrología? ¿Cómo la entendés?
Creo que la astrología nos recuerda que formamos parte de la naturaleza, que no estamos separadas de ella, aunque nuestra cultura nos lleve a pensar lo contrario. Y en esa reconexión con la naturaleza que somos se abre la puerta a la conexión con el cosmos.
"Vivimos en un mundo de objetos inanimados, en un mundo sin alma, entonces la astrología y el esoterismo son una forma de volver a conectarse con la magia de este planeta. Son formas de hacer de este mundo un lugar encantado".
Lu Gaitán
LO NUEVO QUE SE VIENE: agenda astrológica OHLALÁ! 2023
Si querés un 2023 alineado a tu pulso astral, va un miniadelanto: estamos armando junto con Lu Gaitán nuestra próxima agenda ohlalera. Con la influencia de las lunas, un oráculo mensual, las predicciones para cada signo y las energías disponibles para darles forma a tus proyectos e intenciones. Estará en todos los kioscos en noviembre. Y si sos suscriptora, te llega a tu casa. ¡No te la pierdas!