Coherencia cardíaca: ¿cómo es la técnica de meditación para alinearte al ritmo de tu corazón?

Conectarte un poco más con el corazón te va a ayudar a descubrir dónde sentís paz y dónde alteración, dónde notás vibraciones bajas y dónde vibraciones altas. Para ordenar el espacio entre latido y latido en tu corazón, hay una técnica específica: la meditación de coherencia cardíaca. Nuestras emociones tienen impacto en el desorden en los latidos: si estás más nerviosa, tu corazón late de una manera; si estás estresada, de otra, y ese desorden hace que tu cuerpo interprete que está en una situación de lucha, es una respuesta hacia algún peligro, creado solo por la mente. La meditación de coherencia cardíaca ordena esa variabilidad de frecuencia cardíaca y lleva consciencia al corazón. ¿Cómo se hace? Respirando lenta y regularmente a un ritmo de 10 segundos: 5 segundos al inhalar y 5 segundos al exhalar. Cuando el ritmo del corazón cambia, la respiración se sincroniza con el corazón, estabilizando todo el sistema.

La técnica es muy simple, se puede hacer acostada o sentada, pero acostada es un poco mejor, ya que en esa posición no hay ningún estímulo que te saque del foco. Una mano se coloca en el corazón, para sentir su calor y lograr llevar consciencia plena. Después, hay que respirar y sentir que el aire entra y sale por el corazón, a un ritmo de 4 o 5 segundos (para cada inhalación y cada exhalación). Una vez logrado ese ritmo, podemos traer un recuerdo de una emoción positiva: algo que se pueda relacionar con la alegría, la paz, el amor, el perdón, la gratitud. También se pueden traer palabras concretas, para hacer más potente esa coherencia. 

Esta meditación es súper accesible y se puede hacer en cualquier momento y lugar, en una sala de espera o durante la jornada laboral, solo hay que llevar la atención al corazón, respirar dos o tres minutos y listo. No hace falta dedicarle mucho tiempo ni estar al lado de un facilitador. La clave está en la constancia: si lo hacés con regularidad, vas a aprender más rápido y generar conocimientos a un paso más acelerado. El beneficio de esta práctica es lograr esa consciencia, poder observar la conexión con las emociones positivas y sentir cómo el aire entra y sale por tu corazón. El camino es respirar y tratar de percibir esa energía, por eso es necesario el calor de la mano y el abrir y cerrar el pecho. La mente no lo puede entender, es simplemente hacerlo de manera repetitiva hasta sentirlo.

¿Te animás a probar la práctica? Podés arrancar llevando la palma de tu mano al pecho mientras respirás un sentimiento o actitud positiva a través del área del corazón. Traé ese recuerdo de alegría, de paz y de amor, sentilo en tu cuerpo y entregate a la conexión con tu corazón.

Si querés tener una experiencia de meditación guiada por un facilitador, podés mirar esta video:

Por Marcos Basaldúa. 

Fundador de Be Smart y facilitador de coherencia cardíaca.
@besmart_2020.

En el año 2017 tuve ataques de pánico y eso fue el disparador para tratar de entender qué era lo que me estaba pasando. Durante ese cuestionamiento, me fui una noche pensando que sabía todo y me levanté sintiendo que no sabía nada. Ahí arranqué la autoindagación: ir a psicólogos, a ceremonias de ayahuasca, a hacer yoga, meditación y mindfulness. Empecé un montón de prácticas para tratar de generar coherencia entre el cuerpo y la cabeza, porque el conocimiento cognitivo se tiene que alinear a tu experiencia.

Trabajé 10 años en Coca-Cola y 2 años en Red Bull, en el área comercial, y el salto a lo desconocido fue muy adrenalínico. La meditación de coherencia cardíaca la arranqué a practicar antes de soltar el mundo corporativo, y un día el gerente de Red Bull me preguntó: “¿Qué hacés acá?”, y me abrió los ojos. Tuve coraje de saltar al vacío, por el empujón que me dio él en esa charla. 

Para arrancar, estudié cómo es el comportamiento repetitivo de pensamientos, de experiencias, de emociones... Empecé a darle más espacio al corazón, a sentir vibraciones de frecuencia alta, y no tantos pensamientos negativos, y entendí que tu corazón siempre sabe para dónde es.

Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, no tenía la tecnología que tiene HeartMath, pero tenía la intuición de que había una energía especial en el corazón, porque dice: “Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”. Venimos del mundo del ver para creer y hoy es el mundo del sentir para creer. 

Experto consultado
Marcos Basaldúa 
Fundador de Be Smart y facilitador de coherencia cardíaca.
@besmart_2020.