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El 70% de las parejas que no tienen una buena comunicación financiera terminan en divorcio

El 70% de las parejas que no tiene una buena comunicación financiera termina en divorcio. Te contamos cuáles son los buenos hábitos para empoderar tu economía con finanzas compartidas y potenciar tu vínculo en lugar de empeorarlo.


Finanzas en pareja: cómo trabajar juntos para mejorar la economía familiar

Finanzas en pareja: cómo trabajar juntos para mejorar la economía familiar - Créditos: Getty



Si bien es indudable que esto cambió a lo largo de la historia, el dinero sigue siendo un tema tabú entre compañeros de trabajo, amistades y, también, dentro de las relaciones de pareja.  No es de extrañar, entonces, que las discusiones en torno al dinero continúen siendo uno de los principales disparadores de separación en todo el mundo. 

Según un informe, el 70% de las parejas que no tiene una buena comunicación financiera termina en divorcio. Para evitar que el dinero se convierta en un factor de conflicto en la relación y llegue a tal punto de quebrar el vínculo, es fundamental establecer una comunicación abierta y transparente sobre las finanzas. Además, es importante trabajar en equipo, establecer metas financieras comunes y buscar soluciones creativas para enfrentar los desafíos económicos.

Lejos de tratarse de un incordio y una incomodidad, traer el tema del dinero a la cotidianeidad de la pareja puede convertirse en una poderosa herramienta para incluso fortalecer la relación si la abordamos de la forma correcta. Pero ¿cómo lograrlo?

La comunicación es la reina

Al hablar de dinero rige el mismo principio que en cualquier tema importante para una pareja, y es la buena comunicación. Esto implica hablar con transparencia sobre nuestros hábitos de consumo, nuestras deudas y también, por qué no, sobre nuestros ingresos.

De hecho, si nos detenemos a pensarlo un momento es bastante curioso que no sepamos el sueldo de nuestro compañero o compañera (y viceversa), teniendo en cuenta que seguramente conocemos datos mucho más personales e íntimos, ¡con lujo de detalles!

Tomar una decisión importante, como por ejemplo organizar unas vacaciones, desconociendo la situación financiera de la pareja abre la posibilidad a que esta termine comprometiéndose con un gasto por encima de sus posibilidades. 

A diferencia de lo que se nos inculcó, no hay nada de malo en que hablemos abiertamente en una relación sobre nuestros ingresos. No se trata de competir ni de juzgar, sino de acompañar mejor. 

Cuánto aporta cada uno

Otro punto esencial es el de decidir cuánto dinero aportará cada uno a los gastos en común, particularmente cuando hay convivencia de por medio. 

El esquema tradicional es el de 50/50, es decir, que cada uno aporte, de forma individual, dinero para la mitad de los gastos compartidos. Sin embargo, esta fórmula trae dificultades, especialmente cuando los ingresos son muy dispares. 

Es por eso que, si bien no hay reglas fijas, una opción cada vez más adoptada es la de crear un “fondo común” para gastos compartidos (como alquiler, servicios, comida, salidas, etc.) al cual cada uno aporte de forma proporcional a sus ingresos. Es decir, si por ejemplo mi sueldo es un 30% más alto, también aportaré un 30% más que mi pareja.

Una cita financiera

Matecito de por medio, nos juntamos 30 minutos para ponernos de acuerdo y planificar cómo administraremos el dinero en el mes: cuánto gastaremos en salidas, regalos, supermercado, etc. 

Es también el momento ideal para proponerse metas financieras en común, como planificar un viaje, mudarse juntos, crear un fondo de emergencia, formar una familia, ¡o cualquiera sea el proyecto que más nos motive!

Se trata no sólo de definir qué monto de dinero hay que alcanzar para cada objetivo, sino también de acordar en conjunto el plan que pondremos en acción para conseguirlo: ¿cuánto tendremos que ahorrar por mes? ¿reduciremos algún gasto? ¿aprenderemos una nueva habilidad para generar ingresos extra? ¿comenzaremos a invertir?

Trabajo en equipo

Que “el tema de los números” no recaiga en manos de uno solo, sino que haya mutua responsabilidad. Repartirse las tareas de ir a hacer las compras o realizar los trámites está muy bien, pero las decisiones financieras importantes se toman en conjunto.


Por último, y no menos fundamental: ¡aprender sobre finanzas juntos! Para concretar nuestros proyectos es necesario desarrollar estrategias de ahorro y aprender a invertir. De a dos, sin dudas es mucho más llevadero y divertido.

IG de la autora: @Finanzas Sostenibles

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