Armar buenos equipos de trabajo: las claves para que tu team sea ganador
Lo aprendimos en el último Mundial: el poder de lo colectivo siempre se impone ante los talentos individuales. Si sos jefa, te damos las claves para liderar a tu propia selección.
2 de febrero de 2023
equipos-principal.png - Créditos: Getty
De las múltiples enseñanzas que nos dejó la selección argentina durante el último Mundial, creemos que la fundamental fue la evidencia abrumadora sobre el poder del equipo. No alcanza con tener a Messi, eso lo vimos bien claro. En un mundo tan complejo como el actual, las figuras individuales o “estrellas” no garantizan lograr los resultados que necesitamos. Es el equipo, en una articulación a veces imperfecta, el que se complementa para accionar hacia el objetivo deseado.
Trasladando esta metáfora al mundo laboral, este cambio de paradigma nos muestra que buscar una persona ideal para sumarse a nuestro equipo o empresa es como buscar un unicornio. La presión competitiva en el mercado, la volatilidad de las condiciones económicas en las que vivimos, sumado a la obsolescencia acelerada de las habilidades necesarias para trabajar, hacen que la persona perfecta para un puesto muchas veces se parezca un personaje de ficción. Entonces, armar un buen equipo es fundamental. Y el rol del líder es garantizar las mejores condiciones en su configuración y en su gestión a lo largo del tiempo.
6 claves para jugar en toda la cancha
Tener un propósito colectivo y objetivos comunes: esto hace que el equipo se sienta convocado, que algo en común los motorice y que potencie los talentos y fortalezas de cada integrante, generando identidad y confianza.
Contar con un líder cercano, humano y empático: es clave que no tenga vergüenza de mostrar su vulnerabilidad y fragilidad. Y que sepa combinar las habilidades y talentos de cada integrante.
Generar un entorno facilitador y estimulante: ¿qué significa esto? Que se promueva el autoliderazgo de cada integrante y que se les facilite ese aprendizaje y coordinación como equipo. También cuidar que ese entorno promueva la mejor versión de cada persona.
Promover un sentimiento de comunidad: cuando existe un equipo ganador, todos se sienten parte de algo mayor y eso genera cultura del compromiso e integra la convivencia intergeneracional.
Motivar un clima emocional positivo: es primordial cuidar del bienestar emocional, físico y mental de cada integrante del equipo. Las relaciones cálidas, confiadas, empáticas y comprensivas son fundamentales para el desarrollo y el crecimiento de las personas.
Fomentar el aprendizaje continuo: es fundamental que cada integrante del equipo sienta que tiene instancias para entrenar y prospectar el “yo futuro” (¿cómo y dónde queremos estar en los próximos años?).
¿Cuáles son los NO del team building?
Algo fundamental como líderes es no impulsar la competitividad interna, sino más bien promover la cooperación y fomentar los vínculos sanos y honestos. Además, ya dijimos que la magia del equipo sucede cuando todos tienen claro para qué hacen lo que hacen. En este sentido, otro error podría ser ponderar el talento individual por sobre las bondades del esfuerzo colectivo (este es un concepto llamado “ubuntu”, de una filosofía de raíz africana). La idea es lograr superar las inseguridades propias del egoísmo y convencernos de que no podemos sentirnos amenazadas por el talento ajeno, porque cuanto mejor sean los que nos rodean, mejores seremos nosotras.
Otras cuestiones a tener en cuenta
◗ No todos tienen que ser amigos: es clave evitar elecciones que tengan que ver más con las afinidades.
◗ Cuidar los sesgos que cada líder tenga: y que esas ideas no influyan en el armado del equipo.
◗ Velar por la diversidad: hay que saber que no todas las personas son para todos los equipos, ni todos los equipos son para todas las personas. Es muy importante el aporte de distintas ideas y perspectivas
El equipo sano no compite, colabora
La clave que distingue a los equipos de alto desempeño, comprobado por muchas investigaciones, es la seguridad psicológica. Es a través de ella que construimos la confianza y la protección necesarias para que cuando no estemos de acuerdo o tengamos distintos puntos de vista, podamos expresarlos y tener las conversaciones difíciles necesarias para avanzar. Otro modelo que desde hace algunos años está rompiendo esquemas es la autogestión. Básicamente, los equipos se diseñan como células que se autogestionan y se autorregulan. Pero atenti: es normal que nos cueste llevar esto a la práctica en un 100%, pero podemos tomar algunos conceptos de esta forma de gestión que permiten incrementar la motivación, el aprendizaje y los resultados.
Quizá la clave principal pueda resumirse en una sola: siempre que sea posible, evitá explicarle al equipo cómo lograr el objetivo. Tu rol como líder es ayudarlos a tener una visión y definir una meta, pero hay que soltar la forma de definir cómo alcanzarla. Esta acción va a incentivar que tu equipo colabore en diseñar un plan, una forma de trabajo, y a asumir roles naturales y con foco en las fortalezas de cada uno. Y aún más importante, trabajar así promueve la creatividad y desarrolla la capacidad de resolver problemas de tu gente, entre otras habilidades.
EL INGREDIENTE ESENCIAL
POR LAURA GUOLO. @staminaleadership
Hace algunos años, Google hizo un análisis interno para contestar la pregunta: “¿Qué es lo que hace que un equipo sea efectivo en nuestra empresa?”. Luego de analizar 180 equipos, concluyeron que el factor número uno en la predicción de la efectividad de un equipo era la seguridad psicológica. ¿Y esto qué es? Se define como las condiciones en las cuales las personas del equipo pueden mostrarse y expresarse en el trabajo tal como son, sin miedo a ser juzgadas o estereotipadas. Se respira confianza, respeto y sentido de pertenencia al equipo sin necesidad de ajustar nuestra personalidad. La presencia de seguridad psicológica es lo que permite que las personas se animen a tomar riesgos que beneficien a la empresa porque los errores no se castigan, y que se sientan libres de expresar ideas distintas, hacer preguntas y pedir ayuda. No por nada es también un elemento fundamental para que exista compromiso en cada persona de nuestro equipo. Y es también la base sobre la que podemos generar un ambiente de trabajo inclusivo. Como líder, algunas acciones que te pueden ayudar a lograrla son:
Tratar los errores como oportunidad de aprendizaje: tenemos que ser conscientes de que, si los errores se “pagan”, solo generamos que la gente tenga temor a tomar iniciativa, oculte equivocaciones que el tiempo volverá más graves y tome actitudes defensivas.
Asegurarte de que todos los integrantes del equipo pueden expresar sus opiniones: escuchar todas las voces construye confianza y promueve un ambiente abierto a la diversidad de opiniones
Pedir feedback como líder regularmente: no solo te va a ayudar en tu propio camino de desarrollo profesional, sino que estarás mostrando con el ejemplo apertura, transparencia y respeto a la opinión de los otros.
Evitar dar siempre las respuestas o las soluciones: permitir y facilitar que todos aporten a la resolución de problemas aumenta la confianza individual y grupal y permite que las personas se sientan reconocidas y valoradas internamente.
EXPERTAS CONSULTADAS
Laura Guolo. Experta en liderazgo y talento. Coach ejecutiva. staminaleadership.com.
Gaby Hostnik. Especialista en inteligencia emocional & coach laboral. @gabyhostnik
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