Calefacción. Consejos para ahorrar energía y pagar menos este invierno
10 de junio de 2019 • 12:12
Créditos: Revista Living
Calefaccionar nuestra casa es lo que más energía consume y esto no sólo afecta directamente en nuestra factura, también agrava el impacto ambiental que tenemos en el planeta
Ya habrás escuchado sobre la crisis climática y que es urgente que dejemos los combustibles fósiles. Por eso es importante que prestemos atención al consumo de energía, y la calefacción que tenemos hoy, ya sea eléctrica o a gas, local o central, que obtenemos mayoritariamente quemando combustibles fósiles. Si bien nosotras no podemos hacer mucho para cambiar la matriz energética del país, sí podemos cambiar hábitos para no consumir de más y aprovechar más la energía, lo que no sólo es un beneficio ambiental ¡además nos va a ahorrar plata! Con muy poco podemos transformar nuestra casa en un hogar más cálido y sustentable, gastando menos energía.
- Aislar bien puertas y ventanas: gastamos energía extra porque el calor se escapa. Es clave mejorar la aislación. Recorré las aberturas de tu casa prestando atención a posibles filtraciones de aire. Algunas se pueden tapar fácil y barato, con parches de silicona, masilla o un burlete. Lo hacemos una única vez y nos va a ayudar para siempre.
- Al comprar electrodomésticos eléctricos, asegurate que sea de máxima eficiencia energética. Categoría "A" o superior. Esto nos asegura que está diseñado para calentar al máximo utilizando el mínimo necesario de electricidad.
Si calefaccionas usando aire acondicionado:
- Usá la temperatura entre 20° y 22° durante el día, y entre 16 y 18°C durante la noche, utilizando la función "Sleep". Cada grado puede encarecer un 7% la factura de luz.
- Asegurate de que las aletas del aire estén hacia abajo. El calor sube, y si la inclinación inicial dirije el aire hacia arriba va a demorar más en calentar el ambiente.
- Hacé el mantenimiento del equipo, no sólo va a aumentar su vida útil, también ahorra energía: Limpiá los filtros de aire y la serpentina exterior.
- Aunque parezca obvio, calefaccioná sólo aquellos ambientes donde haya gente. Los muebles no necesitan calor.
Calefacción y cocinas a gas:
- No dejes el piloto encendido cuando no se está utilizando. El piloto sigue consumiendo energía, representa el 5% del gas de un hogar.
- Época de tés y sopas: al calentar agua, cargá sólo con la cantidad de agua que precisas, especialmente si es para uno o dos. No la llenes toda si no lo vas a usar de inmediato. No sólo tarda más en hervir, gastamos más innecesariamente.
- Al hervir agua para cocinar, recordá siempre poner la tapa. Y regula la llama de la hornalla para que no supere el diámetro del recipiente, no calienta más y ese extra se desperdicia.
- Aprovechar al máximo: el horno y las cocinas eléctricas siguen calentando aún cuando las apagamos. Apagá 5 o 10 minutos antes así podes provechar el calor residual para seguir cocinando sin gastar de más.
Ahorrar energía todo el año
Apostar por el ahorro y la eficiencia energética no es sólo cosa del invierno. Estos criterios nos ayudan a reducir la factura de luz todo el año.
- Iluminación: las lámparas LED consumen todavía menos que las bajo consumo y nos pueden ayudar a reducir hasta un 80% el gasto en iluminación. Siempre es mejor aprovechar la luz del sol mientras se pueda.
- Consumo fantasma: casi todos los aparatos eléctricos que tenemos enchufados, consumen energía aunque no estén en uso, lo que representan hasta el 15% de nuestra factura. Evitemos dejar enchufados los cargadores cuando no los estamos necesitando. Podemos utilizar una zapatilla que facilite apagar todo de una vez.
- Lavado: calentar agua implica más del 80% del gasto de energía de los lavados. Pensá en reducir al mínimo el consumo de agua caliente, especialmente para lavar ropa y vajilla. Usá el lavarropas siempre con la carga máxima y con agua fría o tibia para lavar la ropa. Aprovechá siempre que se pueda secar al aire y al sol, así también la ropa va a deteriorarse menos y alargamos su vida útil.
- Energías renovables: si vivís en casa y tenés sol, podés considerar un termotanque solar para calentar agua, o paneles solares para autoabastecerte. A partir del año pasado se aprobó la ley que permite que puedas generar tu propia energía en tu casa, y si hay excedente, lo podes vender a la red. El sector crece cada vez más y hay muchas opciones para evaluar y emprendimientos que ofrecen la instalación y asesoramiento.
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