¿Quién es Eugenia Bosco, la atleta que compitió en vela y ganó la segunda medalla en los Juegos Olímpicos?
Con casi veinte años de experiencia, Eugenia Bosco, junto con su pareja náutica Mateo Majdalani compitieron en vela en los Juegos Olímpicos París 2024 y ganaron medalla de plata. En esta nota, nos cuenta sobre el arte de dominar el viento y el agua a bordo de un barco con mástiles y velas.
8 de agosto de 2024 • 11:00
Eugenia Bosco, junto con su pareja náutica Mateo Majdalani: medalla de plata en los Juegos Olímpicos. - Créditos: LA NACION
A los ocho años, Eugenia Bosco recibió la visita desde Italia de su tía y de sus primos y juntos salieron a navegar. Este paseo sería determinante en la vida de la deportista debido a que resultó completamente inspirador para que ella, tal como ya lo hacía su hermano, se inicie en el universo náutico a través de la categoría para los más pequeños, el Optimist.
“Me encantó y ahí arranqué hasta los trece en San Pedro”, contó Eugenia hace unos días a OHLALÁ! desde una isla cercana a Marsella, donde entrenaba junto a su pareja de navegación –Mateo Majdalani- para los Juegos Olímpicos París 2024. La buena noticia es que Eugenia Bosco y Mateo Majdalani arriba de un barco velero sumaron al medallero nacional: ganaron la segunda medalla para la delegación Argentina en los Juegos Olímpicos, con el séptimo puesto y medalla de plata en la Medal Race de la categoría Nacra 17.
Eugenia Bosco, junto con su pareja náutica Mateo Majdalani - Créditos: LA NACION
Eugenia Bosco: formación y ascenso
La sanpedrina hizo su primera formación en el Club Náutico de la ciudad bonaerense y más tarde, debido a su altura y a sus grandes habilidades, dio el salto a la categoría 29er en el Club Náutico de Olivos, donde todos los fines de semana entrenaba junto a su hermano. Él era el timonel y Eugenia, la copiloto encargada de manejar las velas.
“Cuando mi hermano empezó la universidad, me cambié a la categoría NACRA y desde 2014 hasta 2016 tuve distintos compañeros de barco”. Finalmente, recibió la llamada de Mateo Majdalani para ser su pareja y Eugenia no tuvo dudas en trabajar con él. Hoy, hace ocho años que navegan juntos. La dupla dinámica se clasificó para sus primeros Juegos Olímpicos el año pasado en el Mundial de Clases, superando nada menos que a Santiago Lange en el selectivo nacional.
Junto con Mateo Majdalani, son una de las parejas más prometedoras de la categoría olímpica - Créditos: Eugenia Bosco
Decisiones cruciales
Comenzar la carrera de ingeniería en la UBA fue una bisagra en su trayectoria. “Yo quería seguir navegando así que tuve que elegir. Este deporte implica meses de estar afuera entrenando y compitiendo y, a la vez, tenía que seguir el ritmo de la carrera y eso era imposible”. Es que surcar las aguas a altas velocidades, casi volando, es la pasión de Eugenia y algo que desea perfeccionar siempre. “Creo que cada persona en lo que sea, en su trabajo o su objetivo personal, por ejemplo, alguien que quiere formar una familia, le dedica mucho tiempo a eso y lo mismo es para mí con la navegación”, confiesa la deportista de 27 años.
La carrera de Eugenia es una mezcla de esfuerzo, dedicación y fervor. A pesar de los desafíos y los altos costos del deporte, ha logrado avanzar gracias al apoyo de la Federación Argentina de Yachting y a su propia determinación.
Eugenia Bosco, junto con su pareja náutica Mateo Majdalani - Créditos: LA NACION
La importancia de la mente
Eugenia comenzó a estudiar ingeniería en la UBA pero el fervor por la navegación pudo más y lo abandonó todo para dedicarse a esta pasión con el cuerpo, el alma y la mente - Créditos: Eugenia Bosco
Actualmente, Eugenia y Mateo se preparan en Marsella y entrenan todos los días tanto en el agua como en tierra firme. “Navegamos de tres a cinco horas diarias, además del mantenimiento del barco y el entrenamiento físico y mental. Se te pasa todo el día con estas actividades”, cuenta Eugenia y se enfoca en la importancia de entrenar la mente, algo esencial para el desempeño en competiciones.
“Nosotros trabajamos con neurociencias: resolución de problemas, reflejos, memoria, toma de decisiones. Junto con nuestra entrenadora Daniela Gargini hacemos trabajos con pelotas y juegos, entre otras cosas. Además, también trabajamos con Estanislao Bacrach. Con él estudiamos el funcionamiento de la mente y el cerebro y cómo nos afecta a los deportistas y el manejo de las emociones. Por ejemplo, si estás en una regata y hay barcos alrededor, tenés que saber decidir rápido para qué lado ir, cómo vas a hacer el recorrido y si cometiste un error cómo salir pronto y corregir la trayectoria”.
Promesas de futuro
De novia hace cuatro años con un español, Eugenia se esfuerza por ser parte esencial de la pareja navegante mixta perfecta sobre el catamarán. A pocos días de comenzar la competición olímpica, que en este caso se inicia el próximo 3 de agosto, junto con Mateo Majdalani han logrado convivir en un ambiente armonioso tanto en la casa como en el barco.
Eugenia Bosco, junto con su pareja náutica Mateo Majdalani: ganaron medalla de plata en París. - Créditos: LA NACION
Eugenia Bosco y Mateo Majdalani demostraron que son una de las duplas más prometedoras de la vela argentina. Contaron con el apoyo y el reconocimiento de leyendas como Santiago Lange. Saben aprovechar las oportunidades: acaban de traer su medalla de los Juegos Olímpicos.
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