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Cómo saber si hay tensión sexual con mis amigos

Conversamos con la sexóloga Mariana Kersz sobre la tensión sexual en vínculos de amistad, qué hacer si una de las dos partes lo percibe y de qué manera conviene comunicarlo.


Para saber si hay tensión sexual, “la única manera real de saber qué le está pasando a la otra persona, es hablando con ella desde la comunicación asertiva”, dice la sexóloga.

Para saber si hay tensión sexual, “la única manera real de saber qué le está pasando a la otra persona, es hablando con ella desde la comunicación asertiva”, dice la sexóloga. - Créditos: Getty Images



Si venís sintiendo que algo cambió de repente con tu amigo/a, que ese abrazo ya no se siente como hace un tiempo y ahora se suman ganas de besarlo, vale la pena revisar qué está pasando ese vínculo. La tensión sexual puede llegar para quedarse, o bien puede responder solo a una de las dos partes. De cualquier manera, está bueno revisar qué vas a hacer con eso si comenzaste a sentirla cada vez que se ven.

“Si empezaste a sentir ganas de besar en la boca a tu amigo/a mientras te habla, o si necesitás estar cerca corporalmente (cada vez más) cuando están juntos, y cualquier excusa es buena para tocarle la mano o abrazarlo/a, como, por ejemplo, potenciar una risa en común seguido de cosquillas, algo más está pasando”, grafica en diálogo con OHLALÁ! la sexóloga Mariana Kersz, pensando en algunas situaciones cotidianas que observa en consultorio al hablar de tensión sexual en vínculos de amistad.

 

¿Les tiene que pasar a los dos al mismo tiempo? No necesariamente y entonces aparecen más preguntas: ¿Qué se hace cuándo se siente tensión sexual en un vínculo de amistad?, ¿se blanquea?, ¿cuándo y de qué manera?, ¿y si se rompe la amistad porque al otro/ no le pasa?

Vamos por partes. Según nos dice Mariana, en primer lugar, es posible reconocer algunos primeros signos de conductas corporales que indican que hay tensión sexual: mirarse fijamente a los ojos, o mirarse a la boca, o generar más contacto físico cuando nos reímos, como acariciar la espalda, son todos signos de que puede estar pasa algo más, aunque no necesariamente tiene que suceder de ambos lados a la vez.

“La tensión sexual tiende a definirse como un gran deseo sexual sin concretarse: existen conductas eróticas y que tienden hacia ese deseo y lo potencian, pero no siempre necesariamente se resuelven o concretan en una cita o un encuentro íntimo”, agrega.

¿Es posible detectar si a la otra persona también le pasa?

La tensión sexual genera cambios en el cerebro

La tensión sexual genera cambios en el cerebro - Créditos: Getty Images

No siempre se puede detectar tan fácil si existe tensión sexual o solo hay deseo de una de las dos partes. En este sentido, Mariana considera que, el lenguaje corporal de la otra persona puede ser confuso y podemos estar interpretando que existe cierta tensión sexual de su parte confundidos/as por lo que nosotros/as en realidad estamos sintiendo. Dicho de otra manera, la lectura que podemos hacer de la otra persona en relación al deseo es muy subjetiva y ahí es donde puede haber errores y, literalmente, sino somos cuidadosos, podemos arruinar una amistad.

Por esto, también considera que “la única manera real de saber qué le está pasando a la otra persona, es hablando con ella desde la comunicación asertiva”.

Cómo comunicar lo que nos está pasando, según la experta

  • Primero, recomienda empezar hablando de lo que siente o percibe uno mismo, en vez de describir conductas de la otra persona. “No empezar por manifestar que ese toque de mano o ese cariño extra hicieran creer que también había deseo sexual. Solo describir lo que a uno/a le pasa. Por ejemplo, a mí me están pasando algunas cosas con vos y me gustaría hablarlo para definir cómo seguir”, dice.

  • En segundo lugar, hay que priorizar la meta comunicación: “Si me doy cuenta que del otro lado no va haber reciprocidad, o bien, se trata de una tensión sexual que es imposible de resolver porque la otra persona tiene pareja y no está dispuesta a dejarla, hay que evaluar hasta qué punto tiene sentido avanzar en el rompimiento de ese vínculo de amistad”, considera Mariana.

  • Siempre: Es clave evaluar en qué circunstancias nos encontramos y si ese dialogo puede llegar a ser conducente para que la situación se resuelva.

Cuando sentimos deseo hay cambios químicos en nuestro cerebro que puede dificultar la mirada objetiva sobre el vínculo.

Cuando sentimos deseo hay cambios químicos en nuestro cerebro que puede dificultar la mirada objetiva sobre el vínculo. - Créditos: Getty Images

Qué pasa en nuestro cerebro cuando hay tensión sexual

La famosa química del amor y el impacto que tiene en nuestro cerebro, también tiene lugar en los vínculos donde hay erotismo, aunque no se esté enamorado/a.  “Cuando se erotiza el vínculo, el cerebro libera una gran cantidad de hormonas y neurotransmisores relacionadas con el placer y el bienestar. Por eso, es muy habitual que el cerebro de señales confusas y no podamos observar objetivamente a la otra persona”, puntualiza Mariana

Y enseguida reflexiona al respecto: Creo que en caso de sentir tensión sexual con un vínculo de amistad, lo mejor que podemos hacer es poner las cosas claras, primero, con uno/a mismo/a: qué quiero con el otro, si me interesa tener un vínculo sexo afectivo y al mismo tiempo me interesa conservar la amistad o ya no. Y luego comunicarlo sabiendo que puede haber reciprocidad o puede que no”.

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