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María Elena Miura: cómo alcanzar el goce en la madurez de la vida

María Elena Miura es una influercer con más de 600 mil seguidores. Se define como higienista, monitora de calidad de vida y especialista en biocultura. "Soy una anciana disfrutona", dice. Nos da algunas pautas para el bienestar más allá de la edad que tengamos.


María Elena Miura, influencer

La influencer María Elena Miura y sus herramientas para el bienestar. - Créditos: Gentileza María Elena Miura



María Elena Miura se define en redes, donde tienen casi 600 mil seguidores solo en Instagram, como higienista, monitora de calidad de vida y especialista en bio cultura. Suele invitarla Francesca Gnecchi a dar talleres en el espacio erótico cultural Erotique Pink, donde no conocimos.

"Soy una anciana disfrutona", dice. Y así es ella después de lo que llama su transformación, hace 30 años: cuando era joven se recibió de economista, cuenta que fue corresponsal en distintos países, entre los 40 y un poco más de los 60 años fue monja laica de Brahma Kumaris y ahora se dedica a procurar el bienestar físico, espiritual y sexual. "Lo que hago es para mostrar que los años son tesoros y que vos podés ser la persona más poderosa y abundante del planeta cuando te das cuenta de que no necesitás nada".

María Elena Miura, influencer

María Elena Miura vive en medio de la naturaleza y se nutre de ella. - Créditos: Gentileza María Elena Miura

 

-La sexualidad nos acompaña toda la vida: vos hablás de que lo primero y lo último de la vida es jugar, y yo pensaba: lo primero y lo último de la vida también puede ser la sexualidad, ¿no? Tenerla siempre presente y sin perder lo lúdico...

-Total. Te voy a contar algo: tengo una amiga que quiero mucho y estaba teniendo una relación con su marido hacia relativamente poco, podrían ser ocho años que se habían casado. Eran los dos grandes, y él tuvo un brote de Alzheimer que se complicó con Parkinson. Pero tenía momentos de conexión, y ella, por ejemplo, le hacía masajes y se ponía un camisón seductor. Hablábamos siempre mucho de eso, porque ella sentía que cuando lo seducía, tenían más conexión. Mirá lo que te estoy diciendo, me emociono al contarte esto, porque nosotros siempre tenemos que mantener la energía sexual porque es la vida. Nosotros venimos de un polvo de nuestros papás. Entonces, ese proceso, si lo tenemos consciente, es maravilloso.

-Vos llamás "el arte del goce maduro" a esto, ¿cómo es esta idea? ¿Hay algo de artístico en la sexualidad?

-Mirá, mi amor, cuando te ponés mayor hay muchas cosas que cambian en tu visión. Por ejemplo, una de las cosas que aparece es la ternura. Vos pensá en tu abuela: ¿qué era lo que la distinguía? Normalmente las abuelas son tiernas, los abuelos son comprensivos. Aparece una ternura. Y las relaciones basadas en ternura, el sexo basado en ternura, en comprender al otro, en acompañarlo, en potenciarlo, es muy sensual.

-¿Cómo dirías vos que se puede conectar o reconectar la energía sexual, entendida como un aspecto importante de la vida? Hay personas que parece que a los 50 o antes lo tienen anulado...

-Hay que tener mucho cuidado con esas personas y ponerte barbijo para que no te contagien. (Se ríe). Mi amor, el sexo es vida: si vos no sentís energéticamente, estás perdido. El sexo tiene relación con nuestra creatividad y con el dinero. Siempre el sexo es dinero. O sea, si vos vivís quejándote de que no te alcanza con la jubilación, de que no sé qué, de que no sé cuánto, es porque no estás conectada con tu energía sexual. No es la urgencia, es el tiempo, es la conexión. Vas a darte cuenta de que una caricia es vital. Y también tienen mucho que ver los olores. Un elemento muy importante, vital en nuestra vida, es el olfato. Todas nuestras sensaciones están representadas en el cerebro, pero el que tiene más representaciones es el olfato.

María Elena Miura, influencer

María Elena Miura, influencer - Créditos: Gentileza Marpia Elena Miura

-¿Cómo se podría hacer con una pareja para la conexión a partir del olfato?

-Masaje con una fragancia de lavanda, de rosas, de sándalo. Es muy importante darnos cuenta de que nos calentamos con otras cosas.

-Que no necesariamente terminan en coito, ¿no?

-El orgasmo tiene otra dimensión. Mirá, te puedo hablar desde varios puntos de vista porque tengo que decirte que desde los 40 hasta casi los 60 fui monja laica de Brahma Kumaris. Brahma Kumaris propone la pureza, y lo que descubrí dentro de esta disciplina es que la pureza es de pensamientos. No es no tener sexo, sino descubrir que el más puro es el que no piensa mal.

-¿Qué sería pensar mal?

-Pensar mal es pensar en lo que está mal, en conectar con la mente, cuando el gran secreto es conectarte con el corazón. A partir de los 60 años, el sexo es corazón a piel, con todo un cuerpo a disposición de sentir. Nosotros tenemos lugares donde hay mucho sentimiento: uno de ellos es el cuello y nadie cuida el cuello. Entonces, la postura, la respiración, el poder relajarte y, desde tu relax, tocar a la otra persona fijándote en que la energía que estás convocando también la has experimentado con vos.

 

-Claro, también está el tema del autoplacer, ¿no?

-Es la base. Mirá, todas las religiones, todas las disciplinas te dicen: primero vos. Y desde ahí conectar con los demás. Ese "primero vos" tiene un sentido mágico. Las personas que no tienen la capacidad de reconocer la maravilla de la vejez nunca van a disfrutar del sexo porque su mente los está llevando a lugares de pensar mal. Porque no hay cosa más linda que ser viejo, mayor, anciano. Yo soy una venerable anciana.

-Vos hiciste una construcción de esto porque, en realidad, todo lo que prima en la sociedad es que los viejos ya son cuerpos que no gustan, que no son sensuales, con las pieles arrugadas... eso es lo que vamos incorporando, entonces no querés llegar a viejo porque vas a ser más infeliz...

-Por eso hago lo que hago: para mostrar que los años son tesoros y que vos podés ser la persona más poderosa y abundante del planeta cuando te das cuenta de que no necesitás nada. Porque el más rico es el que no necesita nada, y lo que realmente te merecés es vivir el placer. Porque después de los 60 todo se siente más, entonces hay que ser lo suficientemente inteligente para que todo sea placentero, para estimular el placer desde lo que olés, lo que sentís, lo que comés. Lo que tenés que trabajar es el cuerpo, el reconocimiento del cuerpo. Saber cuál es tu alimentación de base, que es el oxígeno: si no respirás, si no tenés aire, no podés vivir. Todos lo hacemos, lo sabemos, pero no lo reconocemos. Esa es la etapa: darnos cuenta de que cada etapa tiene su magia. Pero la vejez es lo más preciado que hay en el planeta porque no cualquiera llega. Entonces, si tenés la bendición de llegar, potenciá el cuerpo porque es con el cuerpo que sentís.

 

-¿Eso de las enfermedades que empiezan a aparecer también no dificulta?

-Las enfermedades son patologías que producen que te metiste en la boca, cómo lo masticás y cómo lo tragaste. Esto es una anciana de verdad (se señala ella): sana, alegre, feliz, divertida, próspera y agradecida, todo en un solo paquete. Cada uno decide. Somos energía, vibración y frecuencia. A mí, si me llama uno de mis hijos y me dice: "Mirá, estoy muy congestionado y no sé qué más". Yo le digo: "Probá con el 'vibrame encima' y vas a ver cómo se te pasa todo. Hay que tomar 'vibrame encima'. Es el antibiótico más grande que hay. El orgasmo te cura el dolor de cabeza, hasta los problemas económicos, todo. Porque estás vibrando en otra dimensión. Porque lo que más te calienta es ver el placer del otro, entender que lo que te calienta es lo que significás para tu pareja. Pero para eso tenés que resignificar qué sentís con vos misma.

-Sí, y sentirte capaz de dar todas esas cosas buenas. Porque a veces, si estás con baja autoestima o mal, no se puede transmitir tanto eso.

-Si te despertás, te limpiás la boca, te cepillás, te bañás, te ponés el aceite, te tocás toda. Si te tocás las piernas y te mirás y decís: qué linda, vas a ver cómo cambia tu día. Y tenés que trabajar la flexibilidad. Todo lo que no hagas por vos para estar bien, lo vas a tener que usar en un consultorio médico sentada, esperando que te digan qué pasa con ese cuerpo. Porque lo que analizan es la consecuencia de lo que vos hiciste mal.

 

-¿Cómo conectás la alimentación con lo sexual?

-Una inflamación te condiciona la menstruación, te condiciona el sentir en el sexo, te condiciona todo. Lo primero es aprender a respirar porque es la alimentación de base. Y después líquidos, y después los sólidos: a qué hora, qué cantidad, combinado con qué. Una vez que aprendemos eso, y sobre todo los mayores, tenemos que aprender porque los jóvenes necesitan que les pasemos la información.

-¿Los detox que vos proponés, cómo juegan?

-Hay que hacer detox cada tanto, pero lo más importante es cambiar la concepción de la alimentación: ¿para qué comés? Comés para vivir, no para matarte. El gran cambio que viene: la conciencia. La vida todos los días con cada respiro te da una posibilidad para que vivas sana, alegre, feliz, divertida, próspera y agradecida. Yo trabajo mucho porque soy jubilada y pensionada y entre las dos cosas juntas, no me soy re cara, pero elegí trabajar haciendo servicio y aquí estoy.

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Verónica Dema

Verónica Dema Editora de Actualidad en OHLALÁ! Licenciada en Ciencias de la Comunicación, Especialista en Prácticas Redaccionales. Tiene un Máster en Periodismo por LN/Universidad Torcuato Di Tella. Dedicada a temas de géneros, cultura y sociedad.


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