Estos son los 3 momentos más felices del día, según el gurú de la vida slow Carl Honoré
Carl Honoré, gurú del movimiento slow, promueve una versión más sana de nosotros mismos. Conocé los 3 momentos más felices del día para saber si los estás aprovechando al máximo.
19 de octubre de 2023
felicidad_principal.jpg - Créditos: Getty Images
Todos queremos sentirnos más felices y conectar con la plenitud en la vida cotidiana. Hace poco te contamos cuál es la fórmula de la felicidad para Deepak Chopra. Ahora, nos enfocamos en el gurú del movimiento de la vida slow o slow life en inglés, Carl Honoré. El se centra en el disfrute, en el ahora, como hábitos para una vida más feliz. Esta vez, nos cuenta cuáles son los momentos más felices del día y por qué generan bienestar.
La felicidad, una cuestión de todos los días
Carl Honoré: los 3 momentos más felices del día. - Créditos: Archivo LN
Para Carl Honoré, la felicidad no se trata de grandes cuestiones. Es algo más simple y mundano. “Como disfrutar de una puesta de sol o leer un cuento a tu hijo sin saltarte las páginas, tomar un café con tu vecino... ocupaciones que dan color, textura, alegría y sentido a la vida, y que solemos sacrificar en el altar de la distracción y de la prisa", señaló Honoré en una entrevista.
Éstas son, en su caso, las actividades favoritas de su día a día:
1
Hacer actividad física a diario. "En mi vida es muy importante el deporte: juego al hockey o al squash todos los días. Me llena físicamente, me amplifica el alma y me mantiene en un estado cognitivo más saludable".
Es replicable con cualquier actividad física, la que más te cope.
2
Conexión social. "Necesito charlar con mis amigos todos los días. También me encantan esos encuentros aleatorios e inesperados que suceden por la calle, cuando alguien te saca una sonrisa o te pide ayuda para encontrar la ruta hacia algún lugar en la ciudad. Esos momentos de contacto humano son instantes que solemos perdernos envueltos en la aceleración porque no tenemos tiempo para sonreír o para echar una mano".
3
Cocinar. "Me encanta meterme en la cocina. Es como practicar yoga. Me resulta terapéutico y me ayuda a liberarme del estrés y de las preocupaciones. Cuando cocino estoy muy presente, es como un momento de mindfulness. Además, me he dado cuenta de que es mi manera de amar, de dar cariño y ternura a los demás. Cocino todos los días, algo sencillo, y siempre con productos frescos".
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