Herpes: ¿Qué son, cómo se contagian y qué tenés que saber para prevenirlos?
Dermatológicos o genitales, te contamos todo lo que tenés que saber para prevenirlos y cómo actuar cuando ya aparecieron.
3 de enero de 2022 • 08:22
Foto: Getty Images - Créditos: mbbirdy, Getty Images
Cuando llega, se instala. Esto es así y si alguna vez tuviste un herpes en cualquier parte del cuerpo, sabés que vuelven. Es que lo que llamamos simplemente “herpes” es una enfermedad frecuente de la piel que se produce por el virus del herpes simple (VHS). Por eso, una vez que el virus se convirtió en tu huésped, no te abandonará. Y aunque es cierto que con el paso de los años los brotes suelen espaciarse y ser menos frecuentes, sus manifestaciones dependerán de varios factores. Uno de ellos es la prevención. Por ejemplo, cómo te cuidás cuando te exponés al sol o en tus relaciones sexuales; pero también hay otro factor que es clave: cómo están tus defensas y cuán “pasado de rosca” estás.
Lo más habitual es encontrarnos con el tipo I, que es el herpes labial y que puede extenderse a la zona periférica de la boca, la nariz o la pera; o con el tipo II, que es el genital. ¿Los síntomas? Sensación de hormigueo, picazón y dolor, y la molestia suele durar entre 1 y 2 semanas.
Herpes labial
- Aunque puede aparecer todo el año, por lo general, el herpes labial es estacional y aparece en verano, que es cuando más nos exponemos a la radiación ultravioleta.
- Los herpes labiales se transmiten por el contacto de persona a persona y a través de la saliva, al besar, tomar del mismo vaso, compartir un labial, etc. Otra fuente de contagio, por ejemplo en el caso de los hombres, es la afeitadora y, en ambos sexos, el uso compartido de utensilios para comer o una toalla.
- En cuanto a las medidas preventivas, ante la exposición solar, lo mejor es utilizar un protector o bálsamo en barra (estilo labial) antes y durante el tiempo que estés tomando sol. Además, como tratamiento y en caso de que las ampollas sean muy recurrentes, es posible que un especialista te indique sumar un antiviral oral a la colocación de una crema de tratamiento local, y, por supuesto, te va a decir que bajes un cambio: el estrés es un gran “gatillo” para los herpes.
Herpes genital
- Esta enfermedad de transmisión sexual es la causa más frecuente de úlcera genital en el mundo. Puede generar llagas en el área genital o rectal, las nalgas y los muslos.
- Puede contagiarse al tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales con alguien que lo tenga, pero además el virus también puede transmitirse aun cuando las llagas no están presentes, por lo que es clave cuidarse siempre.
- El herpes genital no tiene cura, pero los medicamentos antivirales pueden aliviar el dolor y la molestia y ayudar a que el brote desaparezca o reducir la cantidad de brotes. También se puede tomar algún analgésico y aplicar compresas frías en las llagas para aliviar la picazón; otra clave es hacer pis en un bidet o usar una palangana con agua. Para prevenir: usar preservativo, evitar el contexto sexual en los días de brotes y no mantener relaciones sexuales o realizar sexo oral por el lugar donde estén ubicadas las llagas
Claves para cuidar las yagas
Además de cuidarlas, las llagas requieren un poco de paciencia. Se calcula que estas manifestaciones del virus pueden demorar en irse entre 7 y 10 días. ¿Cómo cuidarlas?
1
Lavarlas suavemente con jabón y agua. Luego secar dando palmaditas.2
No taparlas, porque el aire acelera la curación.3
No rascarlas, porque pueden infectarse y eso retrasa la curación.4
No usar pomadas ni lociones en las llagas a menos que sean recetadas por el médico.5
Usar ropa interior de algodón holgada.6
No usar pantalones apretados.
“Recuperar el equilibrio” por Sebastián Díaz Varela (especialista en medicina ayurvédica Maharishi)
En la medicina ayurvédica entendemos que el sistema inmunológico está compuesto por el cuerpo físico, la mente y el alma, y desde ese punto de vista el tratamiento de las infecciones virales se enfoca en mantener el equilibrio de esas 3 áreas. Así, a la inmunidad, a nuestra fuerza subyacente, la llamamos ojas y, por supuesto, su producción se ve afectada por la forma en que pensamos, sentimos y vivimos. Ojas es lo que le da a nuestro cuerpo la capacidad de soportar el estrés físico y químico, y es la reserva a la que recurrimos en momentos de aumento de actividad o estrés.
¿Cómo se relacionan las ojas y los alimentos? La perspectiva del ayurveda es que los nutrientes que consumimos atraviesan 7 capas de tejidos (llamados dhatus): plasma, sangre, músculo, grasa, hueso, sistema nervioso y tejido reproductivo.
Sin embargo, puede haber nutrientes que no pasen hasta el séptimo tejido debido a la mala calidad de los alimentos, a la mala digestión o a la interferencia de sustancias químicas. Si comemos y digerimos alimentos que tienen una inteligencia natural, cercana a la forma en que se crean, todos los tejidos se nutren. Pero si ocurre lo contrario, las sustancias que introducimos en nuestro cuerpo pueden dañar los tejidos y no proporcionar el producto final de ojas que fortalecerá y dará inmunidad fisiológica.
¿Y cómo hacemos para aumentar nuestras ojas? La forma más sencilla es hacerlo mediante las plantas, complementos nutricionales y sustancias que tienen efecto rasayana (antienvejecimiento y rejuvenecimiento celular). Estas son: ashwagandha, sathavari, centella asiática, amalaki, albahaca, cúrcuma y moringa. Rasayana es cualquier tratamiento, alimento, planta medicinal y comportamiento positivo que se mantenga, como la libertad de la ira, practicar la calma y la meditación, tener una actitud positiva y rodearte de personas positivas y amorosas.
Especialistas consultados
- Dra. Johanna Furlan, médica cirujana estética.
- Dra. Lourdes Crespo, médica especialista en ginecología, obstetricia y genética médica.
En esta nota: