¿Qué es el FOBO?: conocé este nuevo síntoma y cómo puede afectar tu mundo laboral

Según el estudio de Gallup, al 22% de los trabajadores estadounidenses les preocupa que la tecnología haga que su empleo quede obsoleto, y el miedo a la tecnología ha aumentado siete puntos desde 2021, mientras que otras preocupaciones laborales se mantienen estables. La cifra había variado anteriormente entre el 13% y el 17%, con poco movimiento ascendente en la tendencia. Lo interesante es que los trabajadores con educación universitaria casi igualan a los no universitarios en preocupación por la tecnología, es decir, no importa si sos obrero o profesor, la sensación de obsolescencia preocupa a todos por igual -aunque no impacte de igual manera todos los segmentos sociales.

En un análisis más detallado de la revista Fast Company explican que “‘el temor a que la tecnología pudiera amenazar su trabajo’ experimentó el aumento más significativo estadísticamente. La preocupación puede estar directamente relacionada con grandes avances en la IA en forma de chatbots como ChatGPT”.

Quizás lo que más sorprende es que ciertos grupos demográficos están particularmente preocupados, incluidos los graduados universitarios y aquellos que ganan menos de $100,000 por año. Según Gallup, el porcentaje de trabajadores con educación universitaria que están preocupados ha aumentado del 8% al 20%, lo que los coloca a un nivel casi igual al de aquellos que no tienen educación universitaria. 

La preocupación por que la tecnología haga obsoleto el trabajo también aumenta más entre los trabajadores más jóvenes, ampliándose la brecha generacional evidente en 2021. Mientras tanto, la preocupación ha aumentado por igual entre hombres y mujeres, y los dos grupos expresaron niveles de miedo similares en ambos años. ¿El principal temor? La pérdida de beneficios sigue siendo la principal preocupación de los trabajadores, indica el estudio. Casi un tercio (31%) dice que le preocupa perder beneficios en el futuro cercano. La siguiente preocupación laboral más común, citada por el 24%, es que les reduzcan los salarios.

Otros miedos son: ser despedidos (20%) y reducir sus horas (19%). El riesgo menos preocupante para los trabajadores es que su trabajo se traslade al extranjero (7%). De estas preocupaciones, solo el temor a que la tecnología pueda amenazar su empleo ha aumentado en un grado estadísticamente significativo desde 2021, explican los analistas. La preocupación por los otros cinco temores laborales sigue estando muy por debajo de sus puntos máximos que se produjeron después de la Gran Recesión, desde mediados de 2009 hasta mediados de 2013.

Independientemente de que los avances tecnológicos son muchos, es importante no caer en exageraciones o predicciones apocalípticas sobre las posibilidades actuales de la I.A y entender en qué estadio estamos. En términos de funcionamiento, como explicaban desde Noema Magazine hace unos meses, es muy importante entender que hay una sustancial diferencia entre el verdadero entendimiento de una máquina y un truco superficial que da la sensación al interlocutor de que está hablando con alguien que “entiende”. Y sí, claro que esto aplica para el GTP-4, que es mejor que su predecesor y criticado GTP-3, pero que dista de haber desarrollado verdadera inteligencia autónoma.

Sistemas o software como el GTP4 puede responder de forma coherente preguntas hechas de oraciones largas y lingüísticamente complejas, pero si se analiza el software con atención, de ninguna manera podemos decir que posee capacidad para razonar por sí solo. Esto no significa que estas tecnologías sean inocuas o poco peligrosas, por eso mismo también se está discutiendo mucho sobre sus marcos éticos de uso, teniendo en cuenta la generación de engaños que pueden producirse (como deepfakes o diseminación de fake news), el uso ilegal de material con copyright y hasta la sustitución de identidad, entre otras cosas.

En relación con el mundo laboral y el futuro del trabajo, es normal sentir ansiedad y tener preguntas, pero quizás un buen puntapié para empezar a pensar es considerar la postura de que quienes ven estos avances como algo positivo para los profesionales: “la IA no te reemplazará, dicen, pero una persona que usa IA quizás lo haga”.

Bajo esta mirada, el chat GTP no funciona distinto de las calculadoras o incluso las computadoras, y, por tanto, nos ofrece formas de simplificar procesos engorrosos o mejorar tareas que ya realizábamos para sumar otro tipo de miradas o habilidades a lo que hacemos. En este sentido, lo que muchos profesionales en distintos rubros están haciendo hoy día es informarse y capacitarse para entender cómo estas nuevas tecnologías impactarán sus ámbitos específicos de trabajo, que pueden variar mucho, aprender a utilizar estas tecnologías a su favor y así también crear valor agregado en sus labores cotidianas. No todo lo nuevo es bueno per se, pero tampoco sirve tenerle miedo, mejor informarse, educarse y estar preparados para el futuro que ya llegó.