Salud: estos son los 7 consejos claves para mantener un cerebro sano
Te compartimos las 7 claves fundamentales para que logres mantener un cerebro saludable.
22 de julio de 2023 • 10:00
7 consejos claves para mantener un cerebro sano.
Hoy es el Día del Cerebro. Todo lo que somos y hacemos depende de que nuestro cerebro esté en forma, con una perspectiva de esperanza de vida cada vez más longeva tenemos que empezar a prestar mayor atención a cómo cuidamos a nuestro órgano rector y cómo conseguimos que funcione a pleno rendimiento.
En el congreso de Salud y Cerebro de Neuroeducación, que se realizó en Barcelona en el mes de septiembre pasado, contó con la presencia del el Doctor Álvaro Pascual- Leone, catedrático de Neurología y decano de Ciencia Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y máximo referente en esta temática.
Y a los que tuvimos la oportunidad de escucharlo en vivo nos regaló este mensaje: “cada uno de nosotros tenemos que responsabilizarnos por ser arquitectos de nuestro propio cerebro”. Que nuestras acciones y estilos de vida jueguen a favor de cómo evoluciona físicamente nuestro cerebro.
¿Qué es un cerebro sano? Un cerebro es sano cuando funciona adecuadamente para la edad del individuo, es resiliente y tiene la reserva suficiente.
¿Qué pilares precisamos cuidar para mantener un cerebro en las mejores condiciones posibles? Una mente sana puede dar lugar a un cuerpo sano, en su libro, “El cerebro que cura”, Álvaro Pascual Leone expresa: “un cerebro con las conexiones adecuadas, con una capacidad de inhibición de señales irrelevantes bien compensada y con la cantidad justa de plasticidad” y propone velar por estos siete pilares para mantener el cerebro lo más plástico y flexible posible:
Salud integral. No podemos pensarnos fragmentados, somos mente, cuerpo y alma y todo trabaja en red y está interrelacionado. Algo a destacar y que poco se sabe es que el cerebro representa solo el 2% de la masa corporal y gasta el 20% de la energía que nuestro cuerpo genera. Además, pasa la mitad del tiempo monitoreando lo que ocurre en nuestro cuerpo y actuando sobre ello.
Nutrición. Hay que prestar atención a qué, cuánto y cuándo comemos y bebemos. Más allá de alimentos concretos, un cerebro sano requiere una dieta saludable que incluya frutas, verduras frescas, legumbres, pescado, o grasas saludables provenientes del aceite de oliva o de las nueces. Ello, por ejemplo, caracteriza a la dieta mediterránea, que se cree que está asociada a un mejor funcionamiento cognitivo y a un menor riesgo de padecer demencia. También es importantísimo entender con qué pensamientos alimentamos a nuestro cerebro. Pensar de manera positiva ante las adversidades también nos ayudará a regular mejor el estrés.
Sueño. El sueño es esencial a cualquier edad, para impulsar la plasticidad cerebral, el aprendizaje, consolidar nuevos conocimientos y promover la capacidad cognitiva. No hay duda que una buena calidad del sueño se asocia con una menor atrofia del cerebro.
Ejercicio físico. El ejercicio físico enciende nuestros cerebros y promueve a la generación de nuevas neuronas. Además, es beneficioso para prevenir y contrarrestar los efectos del estrés en nuestro cerebro, para favorecer el sueño reparador y la confianza en nosotros mismos mediante la producción de endorfinas que son los neurotransmisores de la felicidad. Y está claro que no hay un mejor ejercicio físico que otro, sino que es importante la regularidad y fundamentalmente que este nos agrade y nos divierta.
Entrenamiento cognitivo. A medida que envejecemos, tendemos a hacer las cosas cada vez mejor y nuestro cerebro tiende a esforzarse menos. Sin embargo, para romper con lo rutinario, nuestro cerebro necesita estímulos, precisa nuevos retos, enfrentarse a nuevas cosas, a nuevos desafíos mentales.
Socialización. Nuestro cerebro es social y es crucial sentir que tenemos suficientes relaciones cercanas, conexiones sociales y un entorno empático de apoyo. Esos vínculos sociales fuertes nos ayudan a sentirnos menos estresados. Contaba Álvaro Pascual Leone en el congreso: “que el sentimiento de soledad tiene un peso comparable a fumarse 15 cigarrillos por día” lo cual resulta sumamente dañino para la salud.
Plan vital. Las personas precisamos tener una razón de ser para nuestro presente y futuro, un propósito que puede variar a lo largo de nuestra vida, que opera como un ancla y norte y que tiene que ir más allá de nosotros mismos en la búsqueda de la transcendencia hacia a los demás. Siempre somos más felices cuando cooperamos y colaboramos con el otro.
La evidencia sugiere que cuanto más en forma mantengamos nuestro cerebro a lo largo de toda la vida, más capacidad tendrá para hacer frente a los múltiples desafíos de salud que sobrevienen con los años. Se trata entonces de empezar lo más pronto posible en la vida con este cuidado para prevenir y no solo para reducir o compensar daños. Todos podemos introducir nuevos hábitos y modificar nuestros estilos de vida para promover nuestra salud cerebral, nuestra salud general y nuestra calidad de vida en general.
Aprender y estudiar cosas nuevas modifica al cerebro, contribuye a crear nuevas conexiones e incluso nuevas neuronas. Solo desafiándonos continuamente entrenaremos a nuestro cerebro y desarrollaremos reserva cognitiva. ¡Somos lo que entrenamos día a día!