Consejos para ponerle pimienta a tus relaciones sexuales
¿Tu vida íntima tiene sabor a poco? Podemos condimentarla con algunos estímulos, hábitos y experiencias para explorar(te)
17 de mayo de 2022 • 00:39
Ponele picante a tu vínculo con vos - Créditos: Yaroslav Danylchenk, Getty Images/500px Prime
Sabemos mucho, tal vez demasiado, sobre ofrecernos picantes y apetecibles a otros. Nos esforzamos para hacer agua bocas ajenas y, sin embargo, pocas veces ponemos la misma energía en buscar nuevos ingredientes para saborear mejor nuestra propia existencia. El deseo de vivir, de sentirnos atraídas hacia la aventura de seguir adelante, debe cocinarse a fuego lento.
Si ya estás demasiado cómodo y dormido en tu lugar, entonces tal vez quieras sumar algo de picante, algo que te despabile hacia la acción y te oriente hacia el placer y la vitalidad. ¿Por dónde se empieza?
1. Ponele mundo
Lo sabroso nunca se crea desde la trinchera de la zona de confort. Nada sexy sucede mientras mirás Netflix en el sillón. Para sumar picante, hay que estar expuesta: permitir que gente, pasiones y proyectos nuevos te encuentren. Para encontrar nuevos ingredientes, tenés que conectarte con lo que pasa en el mundo: en tu ciudad, en tu barrio, en la vida de quienes te rodean. Dejate atravesar.
Pista picante: ¿cuándo fue la última vez que sentiste pertenencia con un grupo?
2. Ponele desmesura
En un mundo en el que muchas veces un jugo verde se presume más que un plato de pastas, una vida sexy puede lucir trash, exagerada, glotona y hasta naíf. ¿Qué es la desmesura para vos hoy? ¿Por dónde pasa? Quizá por salirte un poco de tus propias reglas y mandatos. Probablemente tu desmesura no luzca bien en Instagram, como jamás lucen bien las camas manchadas de los amantes agotados o tu cara después de una noche entera de fiesta. Si amás mirar el atardecer hasta que se vaya el último rayo de sol y sos capaz de sentirte mareada por la belleza de un color, ya vas entendiendo en dónde hay pimienta.
Pista picante: ¿de qué cosas podrías no cansarte jamás? Y va otra pregunta: ¿hace cuánto que no las hacés?
3. Ponele juego
Solemos temerle a lo picante. Y con razón. Cuando nos movemos en ámbitos en los que lo lúdico es ridiculizado, es difícil tomar nuevos riesgos sin sentirse algo tonta. Es perfectamente posible que perdamos sensibilidad ante tantos roces y achaques. Encontrar espacios, amigos, amantes con los que podamos tontear, jugar y hacer el ridículo es una forma de encontrar refugio, de sacarse la armadura y entrar al terreno mullido, cálido, y húmedo. Si te sentís bien, no juzgada, cómoda para experimentar, estás cocinando algo sabroso.
Pista picante: ¿qué cosas te aterran y, al mismo tiempo, te encantaría probar?
4. Ponele despilfarro
Sexy es no ver el mundo como un lugar repleto de resultados a conseguir y de cosas por ganar, sino de procesos por vivir y experiencias para disfrutar. Sexy es no autoconcebirte como un ser a explotar, a exigir, a disciplinar. Todo lo contrario: sentirte sexy es garantizarte ese resto energético para despilfarrar en lo que te hace humana y especial: las fantasías, los proyectos, los placeres de los que no sacás nada, ¡excepto ganas de vivir! O sea, el más innegociable combustible vital.
Pista picante: ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo solamente porque sí?
5. Ponele técnica
Existen dos formas de mejorar las cosas en esta vida: una sale de casualidad y la otra de aprender meticulosamente. La humanidad no ha acumulado miles de años en vano, casi todo lo que te estás proponiendo mejorar tiene una metodología, incluso el placer: ¿técnicas de masajes? ¿Maneras de autoerotizarte? ¿Formas seguras de explorar otros modelos de vínculos? Todo se puede aprender en una era en la que la información está al alcance de tu mano. ¿Te dan ganas de explorar alguna técnica?
Pista picante: ¿cuál te gustaría que fuera tu especialidad erótica secreta? Averiguá para hacer algún taller y explorarla.
6. Ponele delirio
Podés ratonearte con amantes, sí, pero también con lugares a conocer, con platos para probar, personas con las que compartir y mares en los que bañarte. El picante no es ni más ni menos que una gran pulsión de vida, planes antojadizos, fantasías de ser feliz. Un impulso que te empuja a querer seguir viviendo, a querer dejar tu marca en este mundo. Cuando esto es literal, es sexo y, tal vez, posteridad. Pero no tiene por qué ser eso: la libido es creatividad esperando ser canalizada.
Pista picante: ¿qué fantasía “delirante” querés cumplir este año?
7. Ponele belleza
Al igual que algo picante, la belleza sensorial tiene un poder inexplicable, mágico. ¿Por qué bañarte en una bañera desbordante de espuma te da más alegría que hacerlo en una bañera común? ¿Por qué encender velitas hace tu cuarto más inspirador? ¿Por qué tecleás mejor cuando el color de tus uñas es lindo? A veces la pimienta se descubre en gestos sutiles que son hallazgos personales. A veces son tan ínfimos, que pasan desapercibidos para todos menos para vos.
Pista picante: ¿qué detalle cotidiano simplemente te fascina?
8. Ponele hábitos
Estas son algunas pistas más concretas de dónde encontrar ese sabor spicy en tu rutina.
1
En tu piel: date baños de inmersión, aplicá cremas que te dejen suavecita a la hora de meterte en la cama, untate con aceites que te den ganas de tocar tu propia piel.
2
En la comida: buscá exotismo en el paladar y no limites los postres.
3
En el ridículo: dale rienda suelta a la curiosidad aunque te sientas ridícula. Bailá canciones nuevas, aprendé, estudiá. Que sean tus ganas las que te guíen.
4
En Google: dale, googleá esa fantasía que venís postergando.
5
En tu casa: llenala de aromas, colores y texturas.
6
En tu vestuario: incorporá sedas, encajes, gamuzas. Sentite diferente.
7
En un viaje: dejate fascinar por otras vidas, culturas y personas.
8
En el movimiento: bailá, escalá, twearkeá, corré, caminá.
9. Ponele recursos
1
Ponele ficción: apuntá estos nombres: Megan Maxwell, Elísabet Benavent, J. Kenner y Antonella Cilento. Ellas son cuatro de las escritoras de ficción erótica más celebradas del momento y pueden llevarte a nuevos mundos.
2
Ponele imágenes: ¿sabías que, de pronto, Pornohub ofrece listas de la pornografía más consumida por usuarias mujeres?
3
Ponele sonido: si todavía no escuchaste “Hentai”, el tercer single de Motomami, de Rosalía, hacelo. Es una picante oda poética y sensible al pene de su novio.
En esta nota: