¿Puedo tener relaciones sexuales durante el embarazo?
Conversamos con una ginecóloga experta en salud vulvovaginal para conocer las particularidades de tener sexo en los distintos trimestres del embarazo. Además, brinda recomendaciones y destierra algunos mitos.
22 de julio de 2024
Julieta Vera: "Hay que tener en cuenta que las relaciones sexuales producen liberación de ciertos neurotransmisores, como la endorfina, que producen relajación y placer a la mamá lo que en consecuencia le genera placer al bebé". - Créditos: Getty Images
La duda acerca de tener sexo o no durante el embarazo es una de las primeras preguntas que aparecen casi inevitablemente al poco tiempo de caer en la cuenta de que el test dio positivo. ¿Y ahora? Además de experimentar una verdadera catarata de emociones, preguntas y sensaciones en relación a qué pasará con el cuerpo a medida que el bebé crezca, aparecen dudas que son importante desterrar para evitar miedos innecesarios.
Como dice a OHLALÁ! Julieta Vera, ginecóloga especialista en salud vulvovaginal del Hospital Italiano de Buenos Aires, la sexualidad es uno de los pilares fundamentales de la calidad de vida de las personas. Sin embargo, todavía perduran falsas creencias arraigadas sobre el eventual daño que podría causar el sexo sobre la salud materno fetal. Y eso está bien alejado de la realidad.
¡Puedo tener relaciones sexuales durante el embarazo?, es una pregunta que surge muy compunmente. “La evidencia científica ha demostrado que las mujeres que viven una sexualidad plena durante el embarazo se encuentran más fuertes psicológicamente, afianzan la relación de pareja y afrontan mejor los cambios de su entorno”.
"Está confirmado que el orgasmo y las relaciones sexuales hasta el final del embarazo no provocan parto prematuro ni dañan al bebé", dice Vera. - Créditos: Getty Images
Trimestres y sexo
Sabemos que el embarazo se divide en tres trimestres, cada uno responde a particularidades fisiológicas que modifican la relación de cada embarazada con el placer y el deseo sexual. Según nos cuenta Julieta, las particularidades son las siguientes:
Durante el primer trimestre, principalmente por los niveles elevados de progesterona, aparecen síntomas como la fatiga, las náuseas y los vómitos que bajan la libido. Esto es normal, hace que quieras dormir todo el día y no sientas ganas de nada.
Durante el segundo trimestre, las mujeres se empiezan a sentir menos cansadas, con menos náuseas y retoman sus actividades diarias, incluido el ejercicio físico. El deseo sexual regresa, la lubricación vaginal aumenta, así también como la sensibilidad en los pezones, vagina y clítoris por aumento de la vascularización y la congestión vascular.
En la recta final, avanzado el tercer trimestre, la imagen corporal cambia tan radicalmente que algunas mujeres pueden sentir como que están atrapadas en un cuerpo que no es el suyo ya que no se ven identificadas con su reflejo en el espejo. Se acompaña de cierta torpeza física, reflujo gastroesofágico e incluso dolor relacionado con el edema de los tejidos que involucra la vulva. Es por eso por lo que la mayoría de los estudios señalan que el deseo sexual disminuye a medida que progresa el embarazo.
En términos generales, analiza: “En lo que a sexualidad se refiere, no hay nada que esté bien o mal o escrito en piedra. No existen experiencias comparables, sino que se construyen según la individualidad del cuerpo de cada uno y el vínculo de pareja. El sexo además de un derecho es un sentimiento de autovaloración, de sentirse querido, amar al otro, compartir y estar próxima a otra persona”.
Los mitos sobre el sexo en el embarazo
El motivo principal por el cual aparece el miedo de tener sexo durante el embarazo es por falta de información: Se suele pensar en situaciones hipotéticas que pudieran lastimar al bebé, o provocar un parto prematuro, o romper la bolsa.
“Muchas veces, las dudas no solo las sienten las mujeres, sino que es frecuente que las parejas vayan con más cuidado. Aunque es cierto que aparecen contracciones durante la actividad sexual, estas no perjudican al bebé, y son similares a las que se producen cuando viaja en auto, se acelera la marcha al caminar o subir una escalera”, dice.
Y detalla: “Existen además ciertas barreras físico-químicas de protección como el tapón mucoso que está compuesto por ciertas proteínas, inmunoglobulinas del tipo IgG e IgA, enzimas, cloruros, fosfatos, y elementos químicos (cobre, magnesio, calcio y sodio) que proveen una función inmunitaria. También está el saco amniótico, que protege al bebé amortiguando golpes o movimientos súbitos, le da movilidad libre y mantiene una temperatura constante en el ambiente intrauterine”.
Durante el embarazo, pueden ayudar el uso de algunas técnicas que sirvan para incrementar la conciencia corporal y sensorial y faciliten la excitación - Créditos: Getty Images
Conceptos claves para tener sexo en el embarazo
Lo que nos tiene que quedar claro, nos dice la experta, es que el sexo en el embarazo es seguro tanto el bebé como para la madre y que solo en casos donde el o la médica observe alguna contraindicación, no tendría por qué suceder nada mal. A su vez, cuando hablamos de sexo no deberíamos limitarnos a pensar en la penetración vaginal. “También tenemos caricias, besos, masturbación, entre otras alternativas”.
Contraindicaciones: “Existen algunas razones médicas por las que el sexo está contraindicado durante el embarazo como la amenaza de aborto, el sangrado vaginal, el diagnóstico de placenta previa, la amenaza de parto pretérmino, la insuficiencia ístmica cervical o la ruptura de membranas (de bolsa). Ante la duda, la consulta con el obstetra puede ser esclarecedora. Si el médico no lo deja explícito, no está de más preguntar de forma directa”, puntualiza Julieta.
Gran dato: Hay que recordar que el cuerpo necesita tiempo suficiente y estimulo constante de las zonas erógenas para lograr un orgasmo. Durante el embarazo, pueden ayudar el uso de algunas técnicas que sirvan para incrementar la conciencia corporal y sensorial y faciliten la excitación: las caricias, los masajes, las fantasías, los juguetes sexuales y el contacto piel con piel.
Posiciones sugeridas durante el embarazo
A partir del segundo trimestre, la penetración por detrás, comúnmente conocida como “perrito”, es una de las más cómodas, ya que permite mucha movilidad. Asimismo, la posición es la que la embarazada se coloca arriba, es una de las opciones más placenteras al liberar la presión de su abdomen y controlar en todo momento la intensidad y profundidad de la penetración.
Durante el tercer trimestre, dado el volumen del abdomen y la torpeza de movimientos, se puede optar por la postura de la “cucharita”. En esta última etapa, es muy importante evitar posturas en las cuales la embarazada se tumbe boca arriba, ya que el peso del útero por su tamaño puede ejercer presión sobre la vena cava y dificultar el adecuado flujo sanguíneo.
¿Y los beneficios? “Está confirmado que el orgasmo y las relaciones sexuales hasta el final del embarazo no provocan parto prematuro ni dañan al bebé. Debido a la mayor afluencia de sangre, la marcada vasocongestión mamaria y pelviana puede causar sensaciones dolorosas o bien placenteras, y en ocasiones dar origen a orgasmos múltiples. Esto es algo de lo que probablemente no se hable”, afirma Julieta.
También aclara que puede aparecer cierta sensación de culpa de disfrutar el placer del orgasmo cuando la maternidad suele estar ligada popularmente al abandono de la sexualidad femenina. “Como si el rol de madre excluyera al de la mujer seductora. Hay que tener en cuenta que las relaciones sexuales producen liberación de ciertos neurotransmisores, como la endorfina, que producen relajación y placer a la mamá lo que en consecuencia le genera placer al bebé”.
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