El ABC del sexo tántrico
Cuando hablamos de Tantra, seguramente lo primero que se nos viene a la cabeza es alguna declaración de famosos sobre la duración del acto sexual o incluso relaciones más intensas. “Según dicen, el cantante Sting es un amante incondicional de esta técnica. El británico declaró su pasión por este arte y en diferentes ocasiones aseguró: ‘Hago una hora y media de tantra-yoga cada día y hago el amor durante ocho horas cada noche’. Orgulloso de su capacidad y dedicación, Sting proclama a los cuatro vientos las cualidades positivas que le genera en su vida.” Pero, ¿qué hay de cierto en estas declaraciones y cuáles son los objetivos principales del sexo tántrico?
El sexo tántrico es un arte que proviene de la antigua India y el Tíbet, una tradición filosófica milenaria e incorporada por ramas del budismo y el hinduismo. Esta filosofía postula que el cuerpo es tan divino como el espíritu y propone prácticas para salirse de creencias y tabúes morales que impiden disfrutarlo plenamente. Es un camino espiritual en busca de una conexión plena con uno mismo y con el universo que encuentra en las experiencias sexuales. Por eso, al hablar de sexo tántrico, hablamos del sexo en atención, conexión y unión. Estímulos ambientales (aromas, sonidos, iluminación, texturas, sabores), sensaciones corporales y el fluir de emociones y experiencias internas, serán el foco de la atención, acallando así, todos los demás pensamientos que no formen parte de ese foco.
Según Patricia Safadi, psicóloga y sexóloga especializada en tantra, solo a través de este estado de atención plena es posible encontrar nuestra propia autenticidad: deseos, necesidades, anhelos, que muchas veces quedan escondidos o enterrados entre tanto condicionamiento cultural, religioso, social, experiencias negativas, traumas, sentimientos de culpa o vergüenza, haciéndonos perder de vista o confundirnos respecto a nuestra propia esencia. Para Safadi, el reencontrarnos con nuestro yo genuino, en un marco de experiencias movilizadoras, intensas, liberadoras es la experiencia tántrica que por fin facilitará el fluir natural de nuestra energía.
Orgasmo valle y orgasmo cumbre
El objetivo principal del sexo tántrico no es llegar al orgasmo tal y como lo conocemos en la cultura occidental. El tantra habla de dos tipos de orgasmos:
1
El orgasmo cumbre está relacionado con lo que conocemos en occidente: hacer para llegar. Como si el orgasmo fuera una línea de meta en la que se busca generar estímulos para favorecer una escala de excitación, que deja paso a la explosión y a la descarga.
2
El orgasmo valle u orgasmo tántrico, no busca esta ascendencia de excitación, busca un punto de excitación que se sostiene. Sostener la conexión y el tiempo de unión entre las personas que forman parte de ese vínculo refuerzan la focalización y la presencia de las partes. Cuando esta excitación disminuye, se modera, se suspende y se vuelve a empezar.
Tantra yoga
El tantra yoga no es lo mismo que el tantra aplicado al sexo, sino que es una herramienta de trabajo individual con secuencias y posturas específicas para aprender a movilizar de forma consciente la energía sexual en cada individuo. Puede, como beneficio y una vez que cada cuerpo hace su proceso individual, aplicarse a un encuentro íntimo donde nos encontraremos con un cuerpo más disponible y activo.
En el tantra se habla mucho de la energía sexual disponible en nuestro cuerpo y que la mayoría de nosotros no sabe que existe o no sabe cómo activarla. Esa energía la tenemos todos y cada uno de nosotros; al ser conscientes de ella y de sus beneficios podemos realizar prácticas como las que propone el tantra yoga para activarla. Según Maximilano García, Codirectora de la Escuela Tántrica Masajes para el Alma, Instructor de Tantra Yoga y Masajista especializado en Tantrico Sensitivo y de Cachemira: “Disponemos de una energía más amplia que servirá para revisar nuestra rutina y tener la posibilidad de aprender a corrernos de ella, reorganizar nuestros deseos y necesidades reales que quedan atrapados en el día a día, y hacernos cargo de esas cosas”.
La energía sexual se encuentra como una serpiente durmiendo en el chakra raíz, ubicado en las personas con vulva entre la entrada del canal vaginal y el ano, y en las personas con pene entre los testículos y el ano. Al despertarla, asciende por toda la columna vertebral hasta llegar al chakra cerebro y despertando los chakras intermedios.
Cuando hablamos de tantra yoga nos referimos a un sistema de técnicas para mover y reactivar conscientemente la energía sexual a través del cuerpo. Según García, la energía de las hormonas de las glándulas sexuales son las que ponen en funcionamiento el resto del sistema corporal. Es una práctica para buscar la fusión del cuerpo y espíritu como camino de realización y plenitud, amplificando los sentidos, la felicidad, la armonía, la energía sexual y el equilibrio a través de la conexión con la erótica interna.
¿Y por dónde empezamos?
En Buenos Aires existen propuestas tántricas que no necesariamente requieren interacción sexual, las hay tanto para quienes quiera practicarlas solos o en pareja.
El tantra yoga es una de las disciplinas que está en creciente. En este tipo de clases no es necesaria la desnudez, pero -en el caso de las prácticas de tantra para parejas- se cree que la desnudez es parte del aprendizaje y si bien no es excluyente resulta limitante abordar secuencias eróticas y sexuales con la ropa puesta.
El espacio tántrico de Masajes para el Alma se dedica a la formación y capacitación de personas interesadas en la filosofía del tantra en todas sus formas. Ya sea yoga, masajes, meditaciones, respiraciones, actividades en duplas o solos. En su cuenta de Instagram, se difunden los próximos eventos para adentrarse en este tipo de prácticas.
En Tantranz se pueden realizar diversas formaciones en tantra y actividades como masaje, meditación y danza. Hay actividades presenciales en su espacio de Nuñez como online. Más información en @tantranz.osho y en www.tantranz.com
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