Squirt: qué es y qué tenés que saber sobre la práctica sexual que se puso de moda
¿Qué onda con el squirt? ¿Es una especie de eyaculación femenina? ¿Es un desafío que todas deberíamos aceptar? ¿Vale la pena o estamos ante un mito? Te lo explicamos desde cero.
20 de junio de 2023
squirt_01a.jpg - Créditos: Getty Images
Si TikTok permitiera challenges sexuales, seguramente el squirting sería el más viralizado. Tiene todos los elementos para entrar en el terreno de los #goals: luce espectacular, parece requerir una habilidad extraordinaria y provocar un placer inigualable. Por esta razón, en mayor o menor medida, todas nos hemos preguntado si realmente somos capaces de lanzar chorros de placer mientras transitamos un éxtasis marciano. Después de todo, eso es el squirting, ¿no? Bueno, resulta que no exactamente. Miremos de cerca qué es y qué no es un squirt antes de llevar el challenge equivocado a tu cama.
Pero... ¿es pis o no?
La primera pregunta, la del millón, es si el squirting es pis o no. Si entendemos por squirting eso que ves en las pornos, esos chorros enormes, como de fuente, que expulsan ciertas mujeres mientras son estimuladas sexualmente, tenemos que confirmarte que sí: el squirt es pis. En general, el squirting que aparece en estos videos como la manifestación de un placer superior y gracias al don de un amante superpoderoso no suele ser ni más ni menos que una expulsión de orina con una puesta en escena particular. Esta puesta en escena colabora con lo que el porno exige: espectacularidad y mito. De hecho, lo que estas chicas expulsan, la mayoría de las veces ni siquiera es orina, sino agua, gracias a unos truquitos estilo efecto especial. ¿Sorprendida? ¡El porno está lleno de ellos!
El porno versus la ciencia
Las mujeres naturalmente expulsamos muchos fluidos durante el sexo. Estos fluidos no son fáciles de distinguir a simple vista, mucho menos durante la respuesta sexual. De acuerdo al grado de excitación, al momento hormonal, la relajación y unas cuantas otras variables, mientras tenés sexo puede salir de tu cuerpo lubricación, flujos vaginales e, incluso, orina. El pis también puede salir involuntariamente, en especial si tenés algún tipo de incontinencia, como la incontinencia por esfuerzo. También puede asomarse en momentos de mucha relajación o debido a ciertos tipos de estimulaciones fuertes. Si quisieras saber exactamente qué estás expulsando cuando tenés sexo, habría que analizar los líquidos separadamente o entender por dónde salen.
¿Fluir o lanzar?
Básicamente, existen dos opciones de salida para tus fluidos: la uretra o el canal vaginal. Cuando estás excitada, la lubricación fluye a través del canal vaginal. Seguramente habrás visto que tus fluidos se escurren por entre tus piernas sin ningún control ni voluntad en particular: no podés contenerlo, no podés incidir en cómo salen o en cuándo aparecen. Hay mujeres que lubrican más que otras y el nivel de excitación influye en la cantidad. De hecho, a veces incluso puede que formes “un charquito” con tus efluvios sin darte cuenta. Los fluidos de la lubricación pueden ser abundantes, pero, en general, a diferencia de la orina, no salen dando grandes espectáculos. Simplemente, aparecen sin que puedas hacer demasiado al respecto ni manipularlos con la fuerza de tus músculos interiores.
Cultura porno y confusión
Es usual que muchas mujeres consulten a su ginecóloga o a alguna sexóloga porque creen que no logran “acabar” por no lanzar un chorro del estilo del squirting que se ve en las pelis. Algunas incluso creen que, aun llegando al orgasmo, el verdadero “acabar” es lanzar este chorro. Puede que este imaginario siga prendiendo en nosotras por el peso que aún tiene en nuestra psiquis cierta presión de igualarnos a los hombres ¡incluso en lo que se refiere a respuestas fisiológicas! En realidad, el chorro del squirting no tiene nada que ver con el orgasmo femenino. Esa es otra exageración del porno. Sin embargo, es una buena excusa para ponernos a pensar en otro tema tabú que pocas veces nos planteamos: la curiosa relación entre el placer sexual femenino y el pis. Sí, lo que estás leyendo.
Acordate: las personas que saben inducirse squirts voluntarios no necesariamente disfrutan más. Eso es un mito que nos vendió el porno.
El trígono del placer
Si sos un poquito observadora de tu cuerpo, habrás visto que la excitación sexual y el orgasmo pueden incidir en tu experiencia cuando hacés pis. Hay mujeres que encuentran dificultades para orinar cuando están muy excitadas y otras que incluso pueden volver a sentir un orgasmo o sensaciones muy placenteras cuando hacen pis después del sexo... En el baño, algunas juegan a ir haciendo pis despacito porque esto les da placer en determinadas circunstancias. Otras detectan que les da sensaciones placenteras hacer pis durante el sexo (experimentación válida para audaces nivel advanced). Lo cierto es que existe una real conexión entre el pis y el placer y tiene una explicación anatómica. La zona de la vejiga trigonométrica vesical tiene cierta relación con el Punto G.
Esto hace posible que durante la estimulación del punto G, la presión sobre la vejiga aumente y produzca la sensación de tener que orinar, por ejemplo. Luego, si vas un poco más profundo en lecciones de anatomía, verás que la uretra, es decir, el tubo a través del cual la orina pasa fuera del cuerpo, es parte del complejo del clítoris. Sabiendo esto, no es descabellado vislumbrar que el pis puede estimular tu órgano de placer más poderoso con un solo paso, especialmente cuando la zona ya está sensible. Dicho esto, lo que podemos concluir es que sí, hacerte pis para squirtear como las chicas del porno puede llegar a darte placer, pero es algo que en mayor o menor medida decidirás hacer vos y no algo que “logrará” tu amante.
Sensaciones distintas
¿Te gustaría experimentar un poco? Acá van algunas ideas. Si tenés ganas de explorar y conocer mejor tu cuerpo, te compartimos algunas técnicas para explorar la zona G, que está situada a entre 3 y 5 cm de la entrada vaginal hacia arriba. Ejerciéndolas, sin dudas vas a descubrir cierta relación con las ganas de orinar, especialmente si no lo hiciste antes de comenzar. A solas, podés estimular la zona G de dos maneras:
1) Manualmente: cuando estás acostada boca arriba, insertando tu dedo y haciendo el famoso gesto de “vení” por dentro, a la altura del pubis.
2) Con la ayuda de un sextoy: también podés hacerlo utilizando un juguete. Los diseños curvados están pensados exactamente para eso. Masajear la zona con movimientos circulares, de presión, más o menos rápidos o lentos, suele ser una buena manera de comenzar.
A estas técnicas podés sumarle una presión leve de tu mano (o la de tu pareja) sobre la superficie de tu abdomen bajo, algo que a veces aumenta la sensación de estimulación interna. Combiná todo esto con ejercicios Kegel, es decir, haciendo contracciones vaginales como si estuvieras intentando retener el pis. Hacelas rítmicamente, siguiendo tu propio patrón de placer. Si algo en esta exploración te gusta y tenés ganas de jugar al squirt porno, adelante. Después de todo, el sexo es un juego...
5 claves para experimentar
1
¡Estar excitada! No tiene ningún sentido encarar esto como una exploración ginecológica.
2
Largar la expectativa. Conocerse mejor puede ser aún más interesante que llegar a lograr un ejercicio genital.
3
Usar lubricante. El lubricante es un elemento que aporta sensualidad y que colabora con la salud. Evitar fricciones innecesarias debería ser un hábito de salud sexual.
4
Armá tu espacio. Poné una mantita o una toalla que no te moleste mojar si querés explorar con tus fluidos.
5
No te obsesiones. No lo tomes como si fuera un desafío. En el sexo la única meta es pasarla genial.