Succionador de clítoris: qué tenés que saber antes de comprarlo

Hasta ahora, todo lo que se había inventado para estimular el clítoris de la mujer tenía una tecnología de vibración y se utilizaba en contacto directo con el clítoris. No vamos a negar que esta sensación es maravillosa. Pero resulta que los succionadores introducen una variante muy buena que se relaciona con la fisiología y anatomía de la vulva.

Como característica común, los succionadores tienen un cabezal con una boca “ancha y hueca”. De esta forma, se coloca en la vulva sobre el clítoris y esta boca ancha, lo que hace es rodearlo y generar como una “sopapita” y, a través de esa boca ancha, envía ondas de succión/pulsión.

Esto activa todas las terminales nerviosas del clítoris (más de 8000) y hace que la sangre rápidamente se ponga en movimiento y llene este órgano. Así se provocan orgasmos rápidamente y son súper intensos. ¡Tiempo e intensidad récord!

Para entender un poco más, recordemos que, para que una mujer alcance el orgasmo, la vulva debe estar llena de sangre (este proceso fisiológico supera al del pene ampliamente en una relación de 5 a 1: en comparación al pene, la mujer necesita 5 veces más de sangre que el varón para que se produzca el orgasmo).

Entonces el “succionador” lo que hace es acelerar este proceso y llevar y concentrar toda la sangre en el capuchón del clítoris rápidamente y es ahí cuando, sin tocarlo y solo rodeándolo y enviando ondas de succión/pulsión, se genera este orgasmo tan intenso.

Conocer cómo funciona el succionador nos invita a pensar también en esta brecha de tiempo que muchas veces separa el orgasmo de hombres y mujeres, entendiendo que “las mujeres no tardamos más”, sino que fisiológicamente necesitamos 5 veces más cantidad de sangre que los hombres.

Cuenta Denise, que muchas mujeres le preguntan cuál es mejor: succionador o vibro. Siempre aclara que son dos sensaciones diferentes: el vibro se coloca en contacto directo y se puede sentir (se siente muy, muy intenso) cómo la excitación va aumentando con las vibraciones hasta alcanzar el clímax.

En cambio, con los succionadores, al no haber contacto directo, se siente apenas una cosquillita (generada por el aire) y, de repente, “explosión de placer”, es como subir de 0 a 100 en un instante.

Otra característica que indica la sexóloga es que el succionador de clítoris requiere colocarlo correctamente (para que se genere este vacío/sopapa). Entonces, a la hora de jugar, hay que pensarlo en una posición más estática, a diferencia de los vibros, que uno puede estar moviéndose y, como la sensación es más amplia y fuerte, el estímulo llega igual.

Por otra parte, los “vibros” también se pueden usar en la estimulación de los genitales masculinos; no así el succionador, que, en el caso de los varones, quedan excluidos de esta tecnología.

En conclusión, nos dice Denise, uno debería tener una “cajita del placer” con distintos sex toys, ya que uno no excluye al otro, sino que se complementan y nos brindan sensaciones diferentes para llegar a la misma meta: el orgasmo femenino.