Florianópolis: 5 playas que brindan lo mejor de la esencia de este paraíso tropical
Florianópolis, conocida como la “isla de la magia”, inclute más de 100 playas, que ofrecen una variedad incalculable de opciones para disfrutar. National Geographic seleccionó 5 que destacan por su diversidad y encanto: te las compartimos.
20 de enero de 2025 • 14:08
Florianópolis: de sus 100 playas elegimos 5 imperdibles. - Créditos: Getty
Florianópolis, conocida como la “isla de la magia”, es un destino que combina belleza natural con una vibrante cultura local. Situada en el sur de Brasil, esta ciudad incluye más de 100 playas repartidas entre el continente, la gran isla de Santa Catarina y pequeños islotes, que abarcan una superficie de más de 674 km², según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Si bien Florianópolis recibe visitantes durante todo el año, el verano es su temporada más vibrante, ya que atrae a turistas de Brasil, Argentina, Uruguay y otros países de la región.
Entre su variada oferta de playas, que te ofrecen aventura, relax o cultura, National Geographic seleccionó 5 que destacan por su diversidad y encanto: desde olas perfectas para surfear y dunas impresionantes, hasta parajes tranquilos ideales para relajarse y un rincón histórico con puestas de sol inolvidables.
1. Praia da Joaquina: un paraíso para surfistas
Praia da Joaquina: un paraíso para surfistas - Créditos: Getty
Ubicada en la parte este de la isla, a unos 15 km del centro de Florianópolis, Praia da Joaquina es un referente para los amantes del surf. Con casi 3 km de extensión, esta playa es famosa por sus olas fuertes y sus imponentes dunas de arena, que también son ideales para practicar sandboard.
Además de su encanto natural, Joaquina ofrece infraestructura turística con bares, restaurantes y canchas de tenis playa. También alberga un sitio arqueológico que exhibe herramientas utilizadas por los antiguos indígenas de la región. No te pierdas el espectáculo del amanecer en este lugar mágico.
2. Praia Mole: juventud, surf y diversión
Situada en el barrio Lagoa da Conceição, esta playa de 1 km de arena fina y aguas cristalinas es una de las favoritas de los jóvenes. Praia Mole combina olas ideales para el surf con un ambiente animado, festivales de música y una variada oferta de bares y restaurantes.
A solo 15,5 km del centro, es el lugar perfecto para quienes buscan diversión y belleza en un entorno natural único.
3. Playa de Campeche e Isla de Campeche: una experiencia imperdible
Playa de Campeche e Isla de Campeche: una experiencia imperdible - Créditos: Getty
En el sur de la isla, Praia do Campeche se extiende frente a la deslumbrante Isla de Campeche, accesible solo con un ticket gratuito debido a las normas de conservación ambiental.
La playa ofrece un entorno familiar con arenas doradas y aguas transparentes, ideales para actividades como kitesurf y senderismo. Por su parte, la isla es un santuario ecológico con senderos, vistas panorámicas y un yacimiento arqueológico con inscripciones rupestres que solo puede visitarse con guía.
Desde 2025, las visitas a la isla están limitadas a 800 personas al día para proteger su riqueza natural e histórica.
4. Lagoinha do Leste: una joya escondida para aventureros
Ubicada en el sudeste de la isla, Lagoinha do Leste es una playa en plena naturaleza, accesible solo a pie tras una caminata de al menos 3 km. Rodeada de montañas y la exuberante vegetación de la Mata Atlántica, este destino ofrece aguas cristalinas, arena blanca y una laguna tranquila.
Su aislamiento la convierte en un lugar de ensueño para quienes buscan una conexión íntima con la naturaleza. Aunque no cuenta con construcciones permanentes, en verano se instalan restaurantes temporales para atender a los visitantes.
5. Santo Antônio de Lisboa: historia, cultura y un atardecer inolvidable
Santo Antônio de Lisboa: historia, cultura y un atardecer inolvidable - Créditos: Getty
En el histórico barrio de Santo Antônio de Lisboa, esta playa de 750 metros de largo combina aguas tranquilas con un ambiente pintoresco. El lugar está rodeado de casas coloniales, restaurantes que sirven pescados y mariscos frescos, y tiendas de artesanía local.
Es el escenario perfecto para disfrutar de una puesta de sol inolvidable y cerrar el día con una cena típica en uno de sus acogedores locales.
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