Calendario antipantallas: 30 actividades para desconectar un rato cada día del mes

por

Laura Marajofsky

16 de noviembre de 2020 • 13:06

Créditos: Freepik.

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¿Sabés exactamente cuánto tiempo de tu día pasás mirando pantallas? ¿En qué cosas invertirías ese mismo tiempo para experimentar otros mundos y tener nuevas sensaciones y experiencias? Acá diseñamos un mes de actividades lejos del celular y la computadora para desconectar e inspirarte.

Salí a caminar por tu barrio sin celu. Armate circuitos para ir probando recorridos. ¿Qué descubriste que no habías visto nunca?
Buscá un cuaderno y escribí alguna escena linda de tu día. Escribir es un ejercicio terapéutico que puede reemplazar las horas de chats. Además, te ayuda a agradecer.
¿El celu es lo primero que agarrás cuando te levantás? Pasá las primeras dos horas del día sin pantallas. ¿Te rindió mejor el tiempo?
Armá un pequeño jardín en el balcón o patio. Crear un espacio verde y comprometernos a cuidarlo nos pone en contacto con la naturaleza.
Intentá leer las primeras 50 páginas de un libro nuevo (o ese que querés retomar desde hace mucho). Y si es sin interrupciones, mejor.
¿A quién podés ayudar hoy? Elegí algún gesto para alivianar el día de alguien. Puede ser con personas que conozcas o con desconocidos.
Conectarse con amigos y familia no tiene por qué ser siempre digital: hoy elegí salir a caminar con alguien, llamar por teléfono o sorprender enviando una carta...
Armá un desayuno en la cama como si fuese una ocasión especial, pero en un día cualquiera. Eso sí: ¡no vale subirlo a Instagram!
Volver a la naturaleza de manera consciente. ¿Y si hoy ponés la alarma para ver el amanecer y escuchar sus sonidos?
Reciclá ese mueble u objeto que tenés en casa y no te convence. ¡Manos a la obra!
¿Cuáles son tus juegos de mesa preferidos? No los usemos solo en las vacaciones. Después de cenar, improvisá una partida.
Entregate a alguna actividad manual que disfrutes. Vale todo: bordar, tejer, craftear.
Hoy la propuesta es meditar. Reservate un espacio para respirar y observar la experiencia interna.
Poné tu playlist preferida y entregate al baile: sola, acompañada o como quieras. Probá cómo reacciona tu cuerpo al escuchar la música.
Ponete el delantal y cociná tu plato favorito. Y dedicate a saborearlo sin interrupciones, sin ver tele o scrollear el celu.
Momento #tbt: sacá la caja de fotos viejas (¡sí, las de rollo!) y pasate un rato repasando tu vida.
Armate un día de spa en casa: baño de inmersión, masajes, alguna mascarilla y un rato de mimarte con tu rutina beauty favorita.

Créditos: Freepik.

Ordená algún espacio de tu casa. Seleccioná qué se queda y qué se va, a conciencia.
Armá un "taller de arte" en casa. Puede ser sola o con tu familia. Pueden dibujar, pintar o hacer collages.
Cambiá las pantallas por un cuaderno y un lápiz y escribí ese proyecto con el que soñás.
Volvé al cuerpo: probá alguna actividad que te conecte con el movimiento: yoga, entrenamiento funcional, danza, lo que sea.
Armá tu lista de gratitud. Es un hábito hermoso que podés repetir, al menos, dos veces por semana.
Hacé una visualización. Hay varios audios guiados que podés usar.
¿Hay algo más lindo y sexy que una buena conversación? Planeala y, copa de vino en mano, andá a su encuentro.
Andá a la dietética e investigá nuevos ingredientes para sumar a tus recetas.
Mindful eating: tomá un té/café prestando atención a cada estímulo, con los cinco sentidos, como si fueras una catadora.
Diseña tu día con tres actividades básicas: algo que te inspire, algo que te calme, algo que te entusiasme.
Armá un pícnic. No hace falta irte lejos, puede ser en el balcón, en el piso de tu living o en un pedacito de verde.
Tomate un día para estar en silencio (o al menos utilizar la menor cantidad de palabras que puedas).
¿Sos de estar con el celu antes de irte a dormir? Esta noche, cambialo por salir a ver las estrellas.