La Oreja de Van Gogh: "No queremos repetirnos"
Charlamos con la banda española antes de sus presentaciones este fin de semana en el Gran Rex.
10 de abril de 2018 • 15:40
La Oreja de Van Gogh - Créditos: Hernán Moreno
Al resguardo de un sol imponente, un simpático barcito de Palermo fue el marco de una distendida sobremesa en la que Leire Martínez, Xabier San Martín, Álvaro Fuentes, Pablo Benegas y Haritz Garde, los integrantes de La Oreja de Van Gogh, se tomaron un respiro de su gira de presentación de El planeta imaginario, su séptimo disco de estudio (el tercero desde la incorporación de Leire) para repasar algunos puntos del pasado, presente y futuro de la banda.
Están presentando un álbum que les llevó cinco años de producción, el tiempo más largo entre disco y disco en la historia de la banda, ¿a qué se debió ese lapso?
Xabier: Bueno estuvimos un montón de gira... Tres años de lado a lado, y una gira maravillosa, porque fue no solo por España, sino sobre todo por Latinoamérica. Los españoles vivimos en un país muy pequeñito y estamos malacostumbrados; entonces, claro, Latinoamérica entera, de arriba abajo, fue como... enorme. Entre eso y que cada vez somos más mayores, les damos más vueltas a las cosas... Hay muchas canciones que podríamos volver a hacer, pero no queremos repetirnos. Creo que fue una mezcla de la gira, con la producción del disco Primera fila en el medio, y luego también una ambición cada vez mayor con la composición lo que hizo que hayamos cocinado el disco a menor velocidad. Pero la verdad es que quedamos felices.
Leire, ¿qué diferencias sentiste entre este disco y el primero, cuando recién entrabas a la banda?
Leire: Que han pasado diez años, principalmente, y a lo largo de estos diez años yo he ido ubicándome más en mi lugar, me he ido relajando también, entendiendo de qué iba todo esto, y lo he ido haciendo mío. Eso te da una seguridad que a mí me ha hecho plantearme las cosas de una manera muy distinta, desde el proceso de composición hasta las grabaciones, todo. Y cada vez disfruto más de todo, cada vez me desprendo más de esos miedos, de esas inseguridades.
Con tantos años de carrera, ¿sienten que ya hay cosas que les salen “de taquito”?
Álvaro: No, al revés, cuesta más, porque ya has hecho muchas cosas y no quieres repetirte, quieres encontrar diferentes caminos para llegar a los mismos lugares, entonces les pones más atención y más detalle a las cosas precisamente para que sigan siendo especiales. Cuando tocamos algo y sentimos que ya lo hemos hecho, directamente lo aborrecemos y pasamos a otra cosa.
¿Cuánta importancia les dan hoy por hoy a los premios y a las ventas en gran escala?
Xabier: Las ventas son un reflejo estadístico, así como los likes en Instagram o Twitter o el streaming. Hay mucha gente que dice: “Son solo números”... No, a ver, hay muchas personas detrás de los números, y gracias a Dios las cifras hoy son muy buenas. Pero es verdad que cada vez nos obsesiona menos. Cuando empiezas y ves que a tu alrededor se obsesionan, sobre todo la discográfica en ese momento, te subes a ese tren de la obsesión por las cifras, pero eso fue al principio. Después de dos décadas, te empieza a importar cada vez menos, te importa el resultado cualitativo, no el cuantitativo, es decir, que seguimos vigentes, que hay millones de personas que nos escuchan, eso es genial. Y los premios suelen ser también un reflejo de que las cosas van bien, lo que pasa es que detrás hay también tanta política y tanta cosa que, bueno..., nos parece un premio que acompaña el marketing y que ayuda a que nuestra música vaya a más gente, pero somos muy cautos a la hora de alegrarnos porque sabemos que detrás de cada premio hay mucho marketing, mucha política... Ojo, es genial, ojalá nos dieran todos los premios, ¿eh?, por supuesto, pero nos parece gasolina para la maquinaria de comunicación del grupo; al final, de lo que vivimos no es de premios ni de datos sino de tocar como hicimos hace unos meses en San Francisco, Córdoba, ver nueve mil personas cantando...
Leire: El dato más importante suele ser ese, cuando llegas a un teatro y ves la sala llena.
Xabier: Claro. Lo otro te lleva a eso, es verdad, pero al final, en nuestro día a día, la primera línea de batalla es esa.
En el último disco hay letras que tocan temas más comprometidos con lo social, ¿fue una búsqueda de presentar una postura por parte de la banda o se dio espontáneamente?
Leire: Yo creo que se dio de forma natural, entendiendo la evolución del grupo. Creo que en cada disco hemos hablado de cómo se encontraba el grupo en ese momento concreto. Cuando tienes 20 años, las cosas que te preocupan son enamorarte... Es decir, quizá no te planteas la vida de forma más profunda, la ves más desde esa ingenuidad, desde esa alegría que te da a veces el no saber más allá. Y con los años te van ocurriendo cosas y empiezas a darte cuenta de todo eso que antes quizá no veías, y por eso se ha empezado a reflejar también en nuestros discos. Porque, en definitiva, vivimos en el mundo en el que viven todos y nos afectan las cosas que afectan a todos, o a muchos al menos, y eso es lo que nos mueve a escribir una canción. En este disco en concreto, la única diferencia es que hemos decidido que nos sentíamos con la seguridad que hace falta para tratar ciertos temas.
¿Qué te genera cantar en vivo un tema como “No vales más que yo”?
Leire: Me afecta la historia, lo que cuento, porque me afecta saber que vivimos en un mundo en el que las cifras hablan por sí solas y, desgraciadamente, el hecho de ser mujer todavía es un hándicap. No es lo mismo. Ojalá lo fuera, pero todavía no es lo mismo ser mujer que ser hombre, y eso me afecta. Me afecta ver la reacción del público cuando la cantamos. Me afecta ver que a veces hay una reacción y a veces no. Todo eso me afecta, sobre todo porque soy la que lo canta y llevo ese rol, pero sé que a todos en la banda nos afecta por igual.
Xabier: Sí, es una canción que en directo es particularmente emotiva. Es de esas canciones que generan un silencio, una atención y una expectación que son magia pura.
¿Y creen que la música puede ser una herramienta para generar un cambio?
Pablo: Sí, sobre todo para visibilizar, para generar la discusión, el debate, que se hable. Por ejemplo, la violencia doméstica era un tema que por muchos años había estado tapado, era algo de lo que no se podía hablar, muchas mujeres sentían culpa y no conseguían transmitir lo que estaban viviendo, y gracias a que se están rompiendo muchas barreras, por ejemplo, haciendo más visible el tema con música, películas, artículos, libros, se lo pone sobre el tapete y eso es muy bueno. Queda muchísimo por recorrer, pero ya todo el mundo se da cuenta de que el tema está ahí y de que hay que ir poco a poco eliminando ese machismo, sobre todo el micromachismo, que es tan dañino, ese machismo que tenemos todos y muchas veces no nos damos ni cuenta...
Leire: Ese que tenemos interiorizado y lo damos por natural...
Pablo: Exacto; creo que hay que ir fijándonos en todas esas actitudes e intentar así ir abordando el problema.
Llevan ya un buen tiempo de gira, ¿se les hace difícil pasar tanto tiempo fuera de casa?
Xabier: Llevamos un tiempo largo, sí, íbamos a terminar en diciembre, pero nos queréis mucho y han salido muchos conciertos aquí en verano, ahora en abril*, era imposible no venir. Pero sí, tiene un peso, sobre todo porque va pasando el tiempo y todos tenemos familia... Pero es por un buen motivo, y lo bueno es que cuando acaba pasamos también mucho tiempo en casa, y cuando estamos allí, estamos totalmente allí.
Leire: Y lo que vives cuando estás en tu casa, al margen de que evidentemente luego los eches de menos, es algo que solo lo vives en ese momento, y eso es parte de lo bonito de lo que hacemos.
Xabier: La verdad es que hay un montón de trabajos normales sin tanta recompensa como la que tiene el nuestro y en los que ves aún menos a tu familia.
Pablo: Y para nuestras parejas, que son las que se quedan en casa con los niños, trabajando día a día, es realmente mucho más complicado. Nosotros, en definitiva, salimos de casa a vivir nuestra pasión, juntos, disfrutando, con el aplauso del público, el cariño, son emociones muy fuertes…, y luego vuelves a tu casa y te reciben con los brazos abiertos, mientras que la persona que se queda allí sigue haciendo todos los días exactamente lo mismo y asumiendo todo. Eso es mucho más trabajo que lo que hacemos nosotros, que es disfrutar de nuestra pasión.
La Oreja de Van Gogh - Créditos: Hernán Moreno
¿Tienen algún ritual antes de salir a tocar?
Haritz: Nos damos un abrazo y nos decimos: “Venga, chavales, suerte”...
Pablo: Y al abrazarnos nos clavamos sin querer los auriculares del retorno...
Leire: Más que nada, nos animamos entre nosotros.
Xabier: El ritual viene más cuando termina el concierto, que pasa por destapar una cerveza y hacer un concurso para ver quién se la acaba antes. Es un homenaje a los indios quilmes que conocimos en Tucumán.
Haritz: Es que lleva muy adentro a la Pachamama...
Pablo: Ahí conocimos a Abel Pintos, en el desierto, y de ahí surgió la colaboración con él.
¿Qué es lo más loco que les pasó en un show?
Xabier: Uf, nos ha pasado absolutamente de todo. Sin ir más lejos hace poco, en Córdoba (en San Francisco, en febrero), nos atacó un enjambre de grillos. Era un lugar abierto, no había llovido, y yo creo que estaban todos los insectos, ordenados por orden alfabético...
Leire: Desde el Cretásico hasta hoy.
Pablo: Parecían hinchas de fútbol.
Xabier: Y todos fueron a las luces. Fue espeluznante.
Pablo: Venían a por nosotros sin ningún tipo de reparo…
Leire: A mí me atacaron, directamente.
Xabier: Pero no te puedes imaginar el tamaño...
Haritz: Vamos, que pagaban la entrada...
Leire: Yo creo que estaban empadronados, esos bichos votaban en San Francisco.
Pablo: Y ante eso tienes que mantenerte concentrado, hay mucha gente viendo, además se televisaba, pero era imposible...
Xabier: Hice el ridículo para todo la tele de Córdoba... Y como esa nos han pasado un millón de cosas...
Leire: Este señor (por Pablo Benegas), por ejemplo, se cayó una vez del escenario y nadie se enteró...
Bueno, muestra que todos estaban muy concentrados en lo que estaban haciendo...
Álvaro: No, no, se cayó antes de un bis, por el lateral.
Xabier: Claro, si te caes hacia el público es maravilloso, es el momento épico de tu vida, todos coreando tu nombre, pero si te caes por un lateral...
Álvaro: De hecho, nos costó encontrarlo, no sabíamos bien por dónde se había caído.
Después de 20 años de carrera, ¿qué les queda pendiente?
Pablo: Como decíamos antes, honestamente, toda esa etapa de los grandes números, de estar constantemente batiendo récords, fue una etapa que ya dejamos atrás, incluso una en la que probablemente no éramos conscientes de todo lo que estaba pasando con nosotros, no le dábamos la dimensión que podemos darle ahora, iba todo muy rápido y nosotros éramos muy jóvenes; no sé si era un mecanismo de defensa o qué, pero realmente no conseguíamos asimilar con la debida profundidad lo que estaba pasando. Y ahora, con los años y pudiendo mirar hacia atrás, lo que nos importa, la meta, es subir a un escenario y disfrutar de esas cosas que muchas veces en aquella época, con la velocidad a la que iba todo, no llegamos a comprender del todo. Ahora, subimos a tocar comprendiendo lo que es el escenario, con todo el respeto que eso supone, el sacrificio de todos los que vienen a vernos, etc. Le damos a la vida que llevamos una importancia y una dimensión mucho mayores. Y el reto es seguir disfrutando, somos unos privilegiados por seguir haciendo lo que nos gusta. Esa es nuestra meta y nuestro reto.
* La banda viene de tocar en Córdoba y se presentará hoy en Rosario, el 13 y el 14 en el Gran Rex (CABA), el 16 y el 17 en San Miguel de Tucumán, el 18 en Salta y el 20 termina su gira en Mar del Plata.
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