Mi viaje al sur de China, entre arrozales, montañas y pueblos perdidos
16 de enero de 2019 • 15:02
Créditos: Sofía Edelstein
Más allá de Beijing, Shanghai o Hong Kong, la vasta China es territorio desconocido para muchos. Puede dar un poco de miedo, quizá, imaginarse en pueblos y ciudades lejanos en los que casi nadie habla inglés – y mucho menos español -, o dejarse abrazar por una cultura tan distinta a la propia, por tradiciones y costumbres que han sobrevivido milenios y que parecen de otro mundo. Pero, desde otra perspectiva, son estas mismas razones las que transforman la idea de viajar allí en un plan lleno de asombro, sorpresas y experiencias únicas que valen la pena vivir.
Me anoté en esa aventura sureña sabiendo que volvería siendo otra. Imaginé nuevos paisajes, sonidos, olores. Estaba convencida que lanzándome a lo desconocido ampliaría mi horizonte, literal y mentalmente, en pos de mi curiosidad nata.
Guilin y las montañas que inspiraron "Avatar"
Créditos: Sofía Edelstein
Guilin es una ciudad ubicada al sur de Beijing, a unas tres horas de avión. Se pronuncia "Güilin" y su nombre significa "flor de laurel". Es famosa por su paisaje de montañas kársticas, es decir, relieves originados por la meteorización de determinadas rocas. Los picos llaman muchísimo la atención, tanto que llegaron a inspirar a James Cameron en la creación del universo Avatar, y sus alrededores fueron elegidos para filmar la película "El velo pintado", protagonizada por Naomi Watts y Edward Norton.
Créditos: Sofía Edelstein
La mejor forma de admirar esta obra maestra de la naturaleza es navegando el Río Li. El crucero que tomé recorrió 60 km en cuatro horas, llevándome cerca de los picos de 400 metros de altura que parecían emerger súbitamente de la tierra. El verde de la vegetación era tan intenso como abundante. Vi búfalos de agua, chatas azules y casitas blancas encantadoras.
Créditos: Sofía Edelstein
Casi todas las montañas tienen cuevas, y una de ellas se llama Gruta de las Flautas de Caña. Es una cueva de formación calcárea con estalactitas y estalagmitas alucinantes, y supone otro motivo para visitar Guilin. Durante una hora recorrí los 240 metros de superficie adentrándome en un inframundo multicolor, donde las luces rojas y azules develaban escondrijos, puntas y redondeces naturales. Abierta al público en 1962, es un imán turístico que no hay que dejar de ver.
Créditos: Sofia Edelstein
Grutas de Guilin - Créditos: Sofía Edelstein
La magia natural de Yangshuo
Yangshuo, Calle del Oeste - Créditos: Sofía Edelstein
Esta ciudad está a tan solo 60 km de Guilin y es conocida, entre otras cosas, por la Calle del Oeste, una peatonal de cinco cuadras repleta de puestitos de artesanías en los que pude encontrar porcelanas, antigüedades, trajes típicos, variedades de té y bocaditos dulces. Acostumbrada al paso de extranjeros, los carteles están inglés y casi todos los chinos hablan un poco la lengua. La clave acá fue regatear todo: los precios originales están muy por sobre el valor real del producto y lo cierto es que para el vendedor la negociación es un arte que disfruta a montones.
Yangshuo, arrozales - Créditos: Sofía Edelstein
Créditos: Sofía Edelstein
La región de Yangshuo es una postal única de montañas y arrozales. Me tomé una mañana para recorrer los campos y caminar entre las parcelas de arroz blanco ¡y negro! El camino en bus es muy lindo para ver por la ventana los picos verdes, los ríos y la gente local, una oportunidad para espiar fragmentos de una vida y cultura inaccesibles para muchos. El paisaje es soñado, bucólico. Entre las montañas había gente agachada trabajando los arrozales, protegidos del sol por sombreros cónicos. El aire acá era más puro, y el silencio más profundo.
Créditos: Sofía Edelstein
Créditos: Sofía Edelstein
El río Li, con su extensión de 437 km, es una de las maravillas naturales del interior de China, y es a la vez escenario de uno de los espectáculos más atractivos del mundo: "Impresión, Liu Sanjie", dirigida por Zhang Yimou, el mismo que orquestó la apertura y cierre de los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008. Yimou, con una carrera en dirección, producción, guión y actuación en cine, llevóal río Lien 2003 un impresionante show que une el teatro con la naturaleza: los picos de las montañas y el agua se incorporan a una obra folclórica en un despliegue multisensorial que incluye luces, música, canto y danza. Solo voy a decir que hay barquitos, fuegos, una luna móvil, juego de telas y hasta trajes luminosos. Es realmente un espectáculo único y novedoso, un formato distinto de teatro que permite conocer un poco más el día a día de aquellos que viven en los alrededores del río Li.
Consejos para viajar al sur de China
Crucero por el río Li - Créditos: Sofía Edelstein
- Organizá tu viaje con una agencia o contratá a un guía que hable chino y español. La comunicación es clave para disfrutar tu viaje.
-Tramitá tu visa en la Embajada de China con mucha anticipación.
- Comprá en el aeropuerto un chip para celular que incluya datos: nunca sabés cuándo podés llegar a necesitar un traductor o un mapa.
- Cambiá dinero antes de salir del aeropuerto: hay muchísimos lugares que no aceptan tarjetas de crédito.
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