¿Qué es la memoria celular?
Descubrí una manera de liberar el disco rígido interno para volverte más liviana y eficiente en tu vida.
3 de octubre de 2023 • 15:00
Animate a soltar lo que te angustia, a hacer borrón y cuenta nueva - Créditos: Corbis
¿Escuchaste alguna vez que nuestro cuerpo energético archiva tres tipos de memoria en sus células? Tomá nota: la de la impronta enérgica, que es la ancestral, compuesta por todas las generaciones que nos preceden; la genética o del ADN, que es la más importante, ya que el 95 por ciento del tiempo estamos utilizando la memoria de aquello que vivimos en el vientre materno; y, por último, la memoria adquirida, es decir, nuestra idiosincrasia, lo que vamos aprendiendo a lo largo de la vida.
Si nos entendemos a nosotras mismas como una computadora, podríamos decir que somos el disco rígido, la memoria celular es la base de datos de ese disco y los archivos dentro de la base de datos son las memorias celulares. Todas las cosas que alguna vez nos han pasado están grabadas en las células de nuestro cuerpo como los archivos que fueron guardados en una computadora. De esta manera, eso que está archivado influencia y afecta la forma en que nos relacionamos, enfrentamos las situaciones, el modo en que reaccionamos al estrés y cómo manejamos los desafíos emocionales en nuestro día a día.
¿Cómo se libera la memoria celular?
A través del testeo muscular manual de precisión, un sistema que nació en los Estados Unidos con el doctor George Goodheart, quien trabajó sobre la "kinesiología aplicada". A partir de allí, fueron evolucionando distintas técnicas y, en 1993, la terapeuta belga Edith Chad Boyko las introdujo en la Argentina.
Quienes te guían a lo largo del proceso se llaman "facilitadores", personas que actúan como intérpretes y que decodifican las señales del cuerpo y las traducen e indican qué camino se debe tomar para recuperarse. No sacan conclusiones propias ni tienen ellos el conocimiento, es el cuerpo mismo el que se manifiesta y "dice" cómo y dónde hay que trabajar.
El encuentro terapéutico arranca presentando cuál es la dolencia o situación que se quiere modificar. A través de 42 testeos musculares, el facilitador reconoce si el desequilibrio es emocional o físico. Es un diálogo asombroso entre tu cuerpo y el facilitador, quien va recibiendo respuestas del cuerpo, que le permiten detectar dónde está el bloqueo de la energía.
Luego del testeo, una de las técnicas más frecuentes es recurrir a la recesión de edad; a través de preguntas y palabras guía, el facilitador te invita a cerrar tus ojos y recordar imágenes, sonidos, momentos del pasado, por ejemplo, cuando eras un bebé o incluso situaciones que viviste en otras vidas, acompañándote hasta la edad en que ocurrió aquello que te produjo dolor. Una vez allí, y para limpiarlo, el facilitador utiliza distintos caminos, como proponerte imaginar aquella imagen dolorosa como si fuera una foto, enmarcarla y dejarla ir o permitir que esa persona que sufre o está incomoda pueda irse envuelta en una luz blanca.
Es una sesión muy íntima en la que afloran las emociones y se siente una gran liberación, luego de haber podido identificar aquello que te traba y no te dejar ser feliz. Así, restablecido el equilibrio, uno puede encontrar su lugar y misión en la vida.
Las sesiones se repiten cada tres semanas o un mes, porque se trabaja con mucha intensidad en cada encuentro y hay que dejar que la energía trabaje. Generalmente, en tres sesiones se considera que podemos decirle "chau, chau, adiós" al estrés.
¿Cuáles son los beneficios?
Con esta técnica salen a la luz las causas de muchos de tus malestares físicos - Créditos: Corbis
Esta terapia es sanadora para todo tipo de dolencias y malestares físicos, laborales, interpersonales y emocionales. A través de las diferentes sesiones, se instala el "yo puedo", para que vuelvas a recuperar la confianza en vos misma. Además, renueva la energía y el entusiasmo en el organismo. Muchas veces, también se tratan dolencias que no encuentran diagnóstico médico, como el cansancio crónico o la ansiedad. Por ejemplo, son muy comunes las preguntas como "¿por qué vivo cansada y, sin embargo, los análisis clínicos siempre me dan bien?" o "¿por qué soy tan ansiosa?, me cuesta hacer foco en los temas y me distraigo fácilmente". Las causas de estos malestares salen a la luz cuando se abordan a través de la memoria celular.
¿Quiénes se atienden con esta técnica?
Personas de todas las edades, incluso chicos, especialmente cuando tienen dificultades en el aprendizaje. También aquellos que están pasando por un momento emocional desafiante, una separación, por ejemplo, y otros que están viviendo éxito en su trabajo pero no logran sentirse completos.
Los casos más complicados son las separaciones, y todavía más cuando se abordan casos como "él me abandonó por otra", porque esta situación se entrelaza con la vida intrauterina de la persona, esa sensación de unidad total con mamá y el dolor por la separación. Sin embargo, siempre estamos a tiempo de reparar aquello que nos duele, porque, en definitiva, somos como una moneda: en una cara tenemos el problema y en la otra, su solución. Simplemente tenemos que escuchar a nuestro cuerpo para liberar la energía celular que nos está bloqueando y así encontrar el ansiado equilibrio que todas deseamos; en ese balance está la diferencia entre sobrevivir y vivir.
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