Foto gentileza de Mundo Marino
Ayer, jueves 13, San Clemente del Tuyó se convirtió en el escenario de una de las mejores noticias de la semana. Es que, gracias al trabajo de rehabilitación del equipo de Conservación de la Fundación Mundo Marino, seis tortugas marinas regresaron a su hábitat natural después de ser encontradas atrapadas en redes de pesca.
Rescatadas por pescadores de la zona (quienes habían sido capacitados por Mundo Marino para brindar los primeros auxilios), fueron ellos quienes las llevaron a la Fundación para iniciar su rehabilitación. Proceso que duró de una semana a un mes, dependiendo el estado de cada una de ellas. “Acá es importante reconocer el compromiso y responsabilidad de los pescadores que, ante el hallazgo de estos reptiles, se ocupan de brindarles los primeros auxilios y acercarlos a un centro de rescate especializado”, explicó Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino, y sumó: “Son animales que se encuentran en estado vulnerable y, además de corroborar su estado de salud en nuestro centro, podemos obtener información sobre la especie que contribuye con los proyectos de investigación que llevamos adelante. Lamentablemente en este caso, además, algunas de ellas expulsaron basura, algo que es muy recurrente y que vemos que se repite año a año”.
Foto gentileza de Mundo Marino
Plástico en los mares: un problema que requiere acciones urgentes
Pero no todo son buenas noticias. Es que, una de las tortugas liberadas llegó a los titulares de los medios más importantes del país después de que se diera a conocer que -durante su proceso de rehabilitación- expulsara 10 tipos diferentes de plásticos y un total de 22 gramos de este material. Una situación súper preocupante tanto por su impacto en el hábitat natural de las diferentes especies marinas y su salud, así como también para los propios seres humanos: “La importancia de que eliminen el plástico tiene que ver con evitar tanto una obstrucción como una perforación intestinal”, explicó Juan Pablo Loureiro, médico veterinario y director técnico de la Fundación Mundo Marino, y agregó: “Además, en el caso de las obstrucciones, estos reptiles al no poder evacuar bien, se les genera una acumulación de gas en el tracto digestivo que no les permite ni sumergirse ni bucear correctamente. Frente a ese escenario, tienen dificultades tanto para alimentarse como emigrar hacia aguas más cálidas”.