Sexo y pareja: "Me cansé de ser la novia eterna"
Llevamos mil años de novios y nunca hablamos de convivir ni de casamiento ¿Qué pasa cuando queremos dar el próximo paso y el otro ni se da por enterado?
26 de octubre de 2017 • 00:30
Nadie puede marcar los tiempos en una pareja, pero cuando van muchos años y uno de los dos siente que es momento de pasar juntos a una nueva etapa, si esta visión no es compartida, sin dudas aparecen los conflictos. Vamos a arrancar diciendo que es un tema que tiene muchas aristas, porque no todas las circunstancias son iguales, ni todas las razones son las mismas, por eso es fundamental tener en claro cómo es nuestra situación dentro de la pareja, para no caer en un mar de dudas.
Si en nuestra relación nunca hablamos de una vida a futuro juntos, es muy difícil saber lo que realmente piensa el otro. A veces por miedo a perder el presente que tenemos de a dos, evitamos hablar de lo que proyectamos, abriendo el juego a las interpretaciones personales de cada uno, que no siempre coinciden con las del otro. Acá es donde entra nuestra responsabilidad, no podemos culpar a la otra persona por no darse cuenta de lo que nos está pasando, si nosotros jamás nos animamos a hablarlo. Ambos debemos lograr decirnos lo que queremos para nuestra vida en pareja. Poder comprendernos en este punto es un los de los pilares para construir un vínculo fuerte, porque sólo a partir de esto podemos saber qué es lo que tenemos como proyecto en común.
Siempre es mejor la certeza que las dudas. Cuando la persona que tenemos al lado nos llena de incertidumbre, nos quita el poder de acción. No es lo mismo que el otro nos diga que no está listo para una convivencia, o que no cree en el casamiento, o que no lo proyecta con nosotros, a que nunca nos dé una respuesta, porque de este modo nuestra capacidad de decisión siempre se ve limitada a la ilusión de esperar que nos sorprenda con lo que nosotros queremos escuchar.
Atarse a una expectativa es lo que muchas veces nos hace chocar fuertemente con la realidad. Para no llegar a este tipo de situación es importante:
• Buscar puntos intermedios. La necesidad de pasar a una nueva etapa, no tiene que ser algo blanco o negro, no se trata de que uno se acomode a lo que quiera el otro, sino que juntos puedan resolver y construir una respuesta que incluya y considere la manera de pensar de los dos.
• No tener miedo a sacrificar la relación por decir lo que esperamos de la misma. Si hablar de un futuro juntos puede poner jaque lo que construimos hasta ahora, la respuesta ya está implícita en el planteo, porque ninguna relación puede evolucionar si ambos no incentivan la posibilidad de expresarse libremente.
• Los pasos en pareja se dan de a dos, no sólo por el deseo de uno. Nadie puede obligar al otro que pase a una etapa a la que no quiere pasar. Cuando no coincidimos con lo que queremos de la relación, es importante saberlo de antemano, para no embarcarse en situaciones que nos conduzcan un a final anunciado.
• Tomar decisiones. Cuando una situación ya nos agotó y el otro se niega a registrarla, siempre podemos elegir si queremos seguir sosteniéndola o no. No debemos poner todo el foco siempre en la otra persona, porque ambos somos responsables de llegar a ese extremo.
Cuando esperamos que el otro nos invite a dar el siguiente paso, corremos el riesgo de que nunca suceda, esta es la importancia de la comunicación dentro de una pareja. Siempre debemos dialogar sobre lo que queremos y deseamos para nuestro vínculo. No sólo el eje pasa por convivir o casarse, sino por poder construir dentro de la relación lo que los haga sentir pleno a los dos. Si esto no está claro es muy difícil poder trascender cualquier etapa como pareja, porque no es cuestión de tachar casilleros, sino de poder estar a gusto con las decisiones que tomemos juntos. Como se suele decir la vida nos da mil opciones, debemos tratar de no ir siempre por la que nos parece la más adecuada, sino por la que nos haga feliz.
¿Y vos? ¿Pasaste por una situación similar? ¿Alguna vez te cansaste de ser la novia eterna? Además:Sexo y pareja: "Nos cuesta encontrar nuestro espacio" y Por qué el amor nunca "cierra"
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