De qué se trata la meditación con colores. - Créditos: Getty
Podemos ayudar a los chicos a empazar un camino interior como parte de su rutina diaria - Créditos: Corbis
Todo el tiempo, los chicos hacen preguntas de una profundidad abrumadora: " ¿De dónde venimos? , ¿qué me pasa cuando me muero? , ¿por qué la gente grita tanto? ". Más que nadie, estos pequeños seres están ávidos de descubrir el mundo que los rodea y a ellos mismos. Les enseñamos a usar los cubiertos, a saludar, a dar las gracias, a escribir... De la misma manera podemos ayudarlos a empezar un camino interior como parte de su rutina diaria, con ejercicios simples, prácticos y divertidos. Justamente, ésa es la propuesta del libro El maestro eres tú , escrito por la argentina Cynthia Zak. Según la autora, la práctica diaria logra que los chicos desarrollen una mayor autoestima, se quieran, conozcan y respeten más a sí mismos y al mundo que los rodea. Acá van algunos de los experimentos para hacer (ojo, que también pueden practicarlos los adultos: vienen bien para recordarnos a nosotras mismas que solemos estar enajenadas).
1-Al despertar
Cuesta mucho que los chicos se despierten, sobre todo si tienen que ir al colegio. La idea es proponerles que haya un espacio de tiempo entre el sueño y el despertar, evitar saltar de la cama a tomar rápido el desayuno. Lo primero es desperezarse bien como un gato. Después, sentarse con la espalda derecha en la cama. Respirar y pensar: ¿qué cosas tengo ganas de hacer hoy? Elegir la que más deseen y, mientras respiran, hacer de cuenta que esa cosa que más les gusta entra por la nariz y sale por la boca. Por ejemplo: "Hoy quiero ir a jugar a la pelota con mis amigos"; entonces, evocar esas imágenes felices jugando a la pelota mientras respiran unos segundos con los ojos cerrados. Así, con una sonrisa dibujada en la cara y todo el entusiasmo, es más fácil amanecer.
2-El poder de las palabras
Como adultos, sabemos el poder que tienen, aunque muchas veces no podemos controlarlas. Quizá si de chicos nos hubieran enseñado más sobre observarnos a nosotros mismos, sería más fácil. Por eso, resulta muy interesante ayudar a los chicos a darse cuenta de su poder y de la negatividad que implican. Por ejemplo, hacerles notar cuando usan mucho la palabra "odio". "Odio hacer la tarea", "Odio tomar la sopa" y hasta "Te odio". Proponerles que cada vez que se descubran usando esa palabra, salten en un pie o se rasquen la nariz. Como "prendas", pero con la finalidad de despertar la conciencia, de empezar a poner luz a esos hábitos. Sirve –¡y está buenísimo para tooooda la familia!– poner carteles recordatorios por la casa con palabras lindas como "Paz", "Amor", "Amigos", "Gracias", "¿Odiar la leche no será mucho? ¡Pobre leche!"... Todo sirve.
3-El ojo secreto
Motivarlos a creer en el rico mundo interior que poseen es muy importante. Por ejemplo, se les puede explicar que con los dos ojos ven el mundo, pero que el cuerpo esconde otros secretos como el tercer ojo, ubicado en el medio de las cejas. Pueden tocar este punto y sentirlo. Pueden cerrar los ojos e imaginarlo. Pueden sentarse de rodillas, llevar el torso adelante y apoyar la frente en el piso sintiendo el tercer ojo. Observando lo que les cuenta. Después, se les puede proponer dibujar lo que vieron: colores, formas, imágenes. De la misma manera, se les puede enseñar a descubrir el plexo solar y cómo se relaciona esa zona con las emociones. Cómo acariciarse el plexo, darse calor en esa zona cuando están tristes, como una ventana al alma, un mimo hacia ellos mismos. Que dentro de ellos mismos hay muchas respuestas y muchas maneras de buscarlas.
4-El ayudamemoria
Éste es un juego que se les puede proponer para hacer con amigos o en familia. Hay que mirar un rato todo alrededor: los objetos, la luz, los colores. Ahora, se cierran los ojos tratando de recordar todo lo que se vio. Con los ojos cerrados y en voz alta, se puede describir lo que hay en el lugar. Al terminar, mirar lo que los rodea y comparar las cosas que se recordaron y las que se olvidaron. Practicando esto desarrollarán mucho la memoria. Otros juegos del estilo pueden ser: recordar qué tenían puesto los compañeros del colegio, recordar cinco detalles del aula de la escuela, pensar en nombres de personas que empiecen con la misma letra, memorizar países y capitales, los dibujos de un libro de cuentos y describirlos... También, entre todos los miembros de la familia, se pueden inventar más juegos de memoria.
5-Estudiar saltando
Aunque los chicos (y los padres) se sorprendan, está comprobado que cuando se salta se oxigena el cerebro. Se piensa mejor, las ideas fluyen. Así que la propuesta es recordar una lección del colegio o las tablas de multiplicar mientras ¡saltan! Es una linda propuesta para cuando vienen amigos a jugar y tienen que estudiar algo juntos. Pueden saltar en la cama, a la soga, en un pie. Y con esta introducción, se les puede invitar, cuando la situación lo requiera, a "saltar en los zapatos del otro". ¿Cómo se hace? Simplemente, hay que imaginarse que uno se pone los zapatos o zapatillas del otro y por eso, mágicamente, se convierte en la otra persona. Es un juego muy bueno para experimentar lo que sienten los otros y ver el mundo desde su perspectiva.
Meditar desde pequeños
Se puede meditar de muchas maneras. La idea es proponerles a los niños distintas formas para que practiquen y elijan la que más les guste o vayan rotando entre una y otra. La meditación para sentir el aire, que se desprende del yoga, explica: hay que sentarse con las piernas en forma de loto y la espalda bien recta. Cerrar los ojos y sentir cómo el aire entra fresco por la nariz y sale por ésta. Después, imaginar distintas cosas: por ejemplo, que con el aire entra una linterna de luz suave al cuerpo, que el aire traza una línea de color que va desde la nariz, por la garganta, hasta los pulmones y finalmente el abdomen. Probar inflar la panza como un globo. Inspirar y, al expirar, sacar afuera todo lo malo, lo que los preocupa o les da miedo. El propósito es descubrir que el camino del aire hacia dentro de nosotros mismos es una herramienta para sentirse mejor.
Como explica Zak en su libro, todas las herramientas que ella brinda son interminables, porque en cada niño hay un maestro interior que puede guiarlos hacia muchos descubrimientos solos. Por eso, como madres, más que enseñarles la idea, lo que hacemos es acompañarlos, incentivarlos, ayudarlos a ir más hondo y aprovechar la oportunidad para bucear juntos en nuestras propias profundidades.
Ideas en la web
www.mimundointerior.com.mx
En este site mexicano se pueden descargar juegos, pintar mandalas online o imprimirlos para pintarlos con los chicos y otras actividades.
www.elmaestroerestu.com
Mucha más info sobre el libro, la autora y el yoga music para niños.
www.yodibujo.es
Tiene muchas propuestas que pueden ayudar, como descargar plantillas para hacer origami con los chicos.
Experta consultada
Cynthia Zak, creadora del sistema yoga music y escritora del libro El maestro eres tú.
En esta nota: