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Tengo ganas de un trío

SI la fantasía de sumar a otro/a a tu cama aparece en tu cabeza, esta es una guía para vivir tu propia aventura sin prejuicios; ideas y consejos




Créditos: Corbis


Por Denise Tempone
Tal vez nunca hayas tomado esa fantasía muy en serio, pero no sería raro que después de haber vivido el romance de manera convencional, ahora, más madura y segura, estés dispuesta a abrir el juego. Aunque parezca extraño, lejos de ser una práctica adolescente y descontrolada, los ménage à trois son más comunes entre personas que ya cumplieron 35 y buscan la novedad. A esa edad, muchos se sienten capaces de afrontar los posibles riesgos de traer a un tercero a la cama. El ego, los celos y el descubrimiento de la bisexualidad propia o de la pareja son algunas de las cosas que ese invitado podría mostrarte, aunque no quieras verlas.

Si estás en pareja

¿Cómo se lo decís a tu pareja? Para ver si él está abierto a compartirte, o a dejarse compartir, lo mejor es comentárselo, como parte de un juego. Susurrarle lo loca que te volvería tener a otra persona y ver cómo reacciona. Se dice que los hombres suelen entusiasmarse inmediatamente con estas propuestas, pero no es del todo cierto. Puede que la sola idea de romper la exclusividad sexual lo horrorice.
En ese caso, su negativa sería una clara señal de que tu aventura se acabó ahí. Considerá que él podría estar en lo cierto: la mayoría de las parejas no sobreviven la experiencia del trío y recurren a él cuando la relación ya está perdida. Pero aun si él se copa con la idea, su reacción no va a ser igual si hablás de un tercero en términos de "él" o de "ella".

Si estás soltera

¿Como elegis un compañero? Es más fácil hacer un trío cuando estás soltera. Las razones son claras: no ponés en riesgo tu pareja, tus chances de ponerte celosa son menores y si no te gusta algo, simplemente podés retirarte y olvidar lo ocurrido. Lo que cualquier chica soltera debe tener en cuenta es que embarcarse sola en esta aventura requiere confianza en el compañero elegido.
Cuando busques tu primer aliado, debés tener la certeza de que esa persona va a respetar tus límites y, llegado el caso, los hará respetar por el tercero o tercera. Podrías proponérselo a un amigovio, algún ex novio o alguna "transa" del pasado con quien sabés que ya no pasa nada. Si alguno de ellos te inspira confianza, ya podés buscar al tercero.

Querés una tercera

La mayoría de los hombres prefieren incorporar a otra chica. Lo sorprendente es que la mayoría de nosotras también. En una encuesta realizada a más de dos mil usuarios en nuestro site, el 65 por ciento dijo que, de hacer un trío, elegiría una mujer. Muchas ven la posibilidad de traer a un hombre como algo demasiado violento, y piensan que con otra mujer las cosas van a ser más suaves y sensuales. Lo primero que se plantea ante esta elección es: ¿estás realmente segura de que tu ego va a soportar no tener toda la atención?
La segunda cuestión es: ¿estás segura de que te atraen sexualmente las chicas? Si nunca besaste, tocaste o flirteaste con una, tal vez en el momento te des cuenta de que eso no es para vos. Tratá de comenzar a precalentar motores antes de llegar a la cama, para no salir corriendo después o terminar haciendo algo que te disguste. Si ya tenés la respuesta a estas dos preguntas, entonces el misterio es: ¿cómo das con la indicada?

Querés un tercero

En primer lugar, considerá que por una cuestión de fuerza física y roles, el encuentro de dos hombres y una chica implica una situación de dominación. La fuerza y energía que tienen dos hombres en la cama requiere que realmente confíes en que se respetarán los límites establecidos y tendrán en cuenta tu placer. Para eso, tu pareja o tu compañero ocasional debe ser tu máximo aliado.
En segundo lugar, tené en mente además que incorporar a otro hombre puede suscitar algún roce o encuentro entre los varones también; ¿te lo bancás?

Querés explorar

Existen lugares donde podés darle rienda suelta a la curiosidad. Se trata de clubes sexuales que cuentan con normas estrictas de admisión y cuidado, donde sólo admiten mujeres solteras (no hombres solos) y parejas abiertas. No hace falta participar activamente, ni ir dispuesta a todo, podés ir sólo a mirar.
Por otro lado, cuando esta fantasía está dando vueltas en tu cabeza, vas a ver que las situaciones se pueden presentar en un bar cualquiera o incluso de vacaciones (Brasil siempre ha dado muy buenas historias de este tipo).Está bueno porque un extraño fugaz te asegura discreción y una distancia saludable. Todo termina esa noche.

El/la invitado/a

Algunas parejas prefieren que el tercero (o la tercera) sea un total desconocido, para no tener consecuencias ni testigos y para no arriesgarse a que alguno cree lazos. Si ese es tu deseo, las discos gay friendly y los lugares alternativos podrían brindarte la oportunidad que buscás. Se trata de lugares sexualmente liberados en los que podés coquetear con otras personas mientras paseás de la mano de tu pareja.
En esos circuitos, un par de miradas claras bastan para empezar el flirteo. Ahí tampoco están mal vistas las preguntas abiertas del estilo "¿querés unirte a nosotros?". La mayoría de los habitués de estas fiestas tienen entre 18 y 35 años y cero prejuicio respecto de las fantasías. Nadie va a escandalizarse por una propuesta así.
Si tu estilo es más discreto, usá internet. Los foros y chats sexuales de la web también son una opción fácilmente localizable en Google, y vas a poder elegir por foto y hasta por video.
Si después de considerar estas opciones seguís prefiriendo invitar a un conocido o una conocida, el secreto es que confíes ciegamente en esa persona, no sólo en lo que hace a la lealtad hacia vos y tu compañero, sino también en su discreción después del encuentro. Si ya sabés a quién querés, probá acercarte un poco más de lo normal para sugerírselo.
También podés planteárselo como un chiste y ver cómo reacciona. No hay por qué ser solemne, la diversión y el desprejuicio son la mejor manera de encarar la fantasía de tener un invitado

Cuidate, toma estos recaudos

- No lo hagas por las razones equivocadas. Un trío no va a salvar a tu pareja ni a levantarte la autoestima.
- Hacelo sólo por el placer de experimentar y si realmente te sentís lista.
- Si estás en pareja, sé clara: antes de salir a la búsqueda de un tercero, lleguen a un acuerdo acerca de los límites que van a poner en cuanto a prácticas y actitudes. Esto es fundamental para que el código de complicidad no se pierda, para que vos te sientas cuidada. Por eso, es fundamental la confianza en el otro y también que vos te sientas segura de vos misma y de tu deseo.
- Asumí los riesgos. Sé consciente de que los códigos se podrían romper. Estás dando rienda suelta a tus instintos, y eso implica no tener control. Usá preservativo. No importa cuánto creas conocer a la otra persona, el "período ventana" dura seis meses. Aunque un análisis de VIH u otra enfermedad dé negativo, la persona (o vos misma) podría estar infectada.
- No te juzgues. Esta fantasía requiere un total desprejuicio. Si vas a hacerlo, olvidá la pacatería o no vas a disfrutar.
¿Hiciste un trío alguna vez? ¿Lo harías? Votá y contanos tu experiencia.

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